Por primera vez un panel federal de salud se pronunció en contra del uso de la ivermectina como tratamiento contra COVID-19 a pesar de los informes de que se ha utilizado con éxito para tratar el virus.
Por primera vez un panel federal de salud en Estados Unidos se pronunció en contra del uso de la ivermectina como tratamiento de COVID-19 a pesar de los informes de que se ha utilizado con éxito para tratar el virus.
En una declaración publicada la semana pasada, el Panel de Directrices de Tratamiento contra COVID-19 del Instituto Nacional de Salud afirmó que, dado que «la seguridad y la eficacia de la ivermectina para la prevención y el tratamiento de COVID-19 se han evaluado en ensayos clínicos y en cohortes de observación», este «desaconseja el uso de la ivermectina para el tratamiento de COVID-19, excepto en ensayos clínicos».
La ivermectina, que suele ser bien tolerada y tiene efectos secundarios leves, se desarrolló principalmente para tratar varias enfermedades y parásitos tropicales, como la oncocercosis, las helmintiasis y la sarna. Pero desde el comienzo de la pandemia, algunos pacientes de COVID-19 dijeron que ellos tomaron el medicamento y vieron resultados positivos. A su vez un estudio japonés publicado en enero de 2022 sugiere que el fármaco tiene un efecto antiviral contra la variante ómicron, aunque otro estudio clínico, revisado por pares, encontró que el medicamento «no prevenía» los casos graves de COVID-19.
El Panel de Directrices para el Tratamiento contra COVID-19 dijo que no recomienda la ivermectina después de evaluar los «resultados de varios ensayos aleatorios y estudios de cohortes retrospectivos» entre los pacientes de COVID-19.
«La mayoría de estos estudios, especialmente los completados en las primeras etapas de la pandemia», según el panel, «tenían información incompleta y limitaciones metodológicas significativas, lo que dificulta la exclusión de las causas comunes de sesgo. Muchos de estos estudios no han sido revisados por pares y algunos ya han sido retractados”.
Mientras tanto, el panel dijo que hay varios fármacos que «ahora han demostrado un beneficio clínico para el tratamiento contra COVID-19», haciendo que la ivermectina -que es un fármaco relativamente barato- sea innecesaria.
En el transcurso de la pandemia, varios medios de comunicación convencionales describieron el fármaco como un «antiparasitario para caballos», a pesar de que lleva décadas utilizándose entre la población para tratar parásitos y otras enfermedades tropicales. La Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) también generó controversia cuando el año pasado publicó un mensaje en Twitter en el que utilizaba un lenguaje similar en medio de informes de que algunas personas estaban utilizando la versión para el ganado del medicamento.
A pesar de las recomendaciones del gobierno federal contra el medicamento, algunos estados han aprobado leyes que permiten su uso. En marzo, la Asamblea Legislativa de New Hampshire aprobó un proyecto de ley que permite la compra de ivermectina sin receta médica. Se están considerando medidas similares en Alaska, Arizona, Missouri, Oklahoma e Indiana.
«Los republicanos de la Cámara de Representantes enviaron hoy un claro mensaje de que apoyamos la ampliación de las opciones para el tratamiento contra COVID», declaró entonces la representante estatal Leah Cushman, republicana, a The Epoch Times.
Entre los efectos secundarios del fármaco se encuentran la confusión, la pérdida de control sobre los movimientos del cuerpo, la debilidad, la presión arterial baja, las convulsiones, el malestar gastrointestinal, los mareos, los síntomas de la vista o las erupciones cutáneas.
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