Análisis de noticias
En estos días, parece que todos los demócratas importantes tienen que incluir el término «republicano MAGA» en sus mensajes. No es casualidad.
Su partido desplegó el término por primera vez a mediados de 2022 como parte de una estrategia de mitad de mandato que pretendía activar a los votantes indignados por la decisión de la Corte Suprema sobre el aborto, entre otras cuestiones.
«Los términos ‘republicanos MAGA’ y ‘republicanos MAGA extremistas’ fueron creados por los demócratas junto con algunos republicanos que no les agrada Trump en un intento de aislar a los partidarios de Trump como si estuvieran fuera de la corriente principal del proceso político estadounidense», dijo Richard Manning, presidente de Americans for Limited Government, alineada con los republicanos, en un correo electrónico enviado el 3 de abril a The Epoch Times.
Otros argumentan que hablar de «republicanos MAGA» es, en realidad, unificador y necesario.
«El término ‘republicanos MAGA’ —utilizado por el presidente [Joe] Biden, Chuck Schumer y otros destacados políticos— no pretende dividir al país, como afirman muchos críticos», dijo David Carlucci, estratega demócrata, en un correo electrónico enviado el 4 de abril a The Epoch Times.
«Por el contrario, pretende unir a todos los estadounidenses, independientemente de su afiliación partidista, contra una ideología que ha tratado de desmantelar nuestras instituciones democráticas».
Biden lidera y algunos republicanos le siguen
Biden ayudó a normalizar, e intensificar, la retórica dirigida a los «republicanos MAGA».
Ya en agosto de 2022, el comandante en jefe apuntó a los leales a Trump en el GOP usando la memorable marca «republicanos MAGA».
No se detuvo ahí.
Afirmó que la «filosofía» detrás del apoyo al expresidente Donald Trump equivalía a una especie de «semifascismo».
Ese discurso fue aplaudido por el opositor a Trump Bill Kristol.
Kristol, uno de los primeros e influyentes defensores de la guerra de Irak, es hijo del difunto «padrino del neoconservadurismo», el exmarxista Irving Kristol.
«¿Sabes cómo se llama un movimiento que está de acuerdo con la violencia contra sus oponentes? Semifascista», escribió Kristol en Twitter a finales de octubre de 2022, justo antes de las elecciones de mitad de periodo.
A juicio de un estratega anónimo del GOP que habló con The Epoch Times, ese tipo de etiquetado «echa leña al fuego de las divisiones partidistas en este país».
Sin embargo, los resultados relativamente buenos de los demócratas el pasado noviembre pueden haberles convencido de que el enfoque funcionó.
«Si quieres ver la efectividad de la retórica ‘republicana MAGA’, no busques más allá de las elecciones de mitad de periodo de 2022, donde varios republicanos MAGA ultra vocales como Kari Lake, Dr. Oz y Herschel Walker perdieron sus elecciones», dijo Carlucci, el estratega demócrata.
Carlucci citó una encuesta de diciembre de 2022 de la Universidad de Vanderbilt que muestra que solo el 34% de los republicanos «dicen que son ‘más partidarios del movimiento Make America Great Again, o MAGA’ que ‘partidarios del Partido Republicano'».
El estratega anónimo del GOP reconoció que parte de ese lenguaje busca vincular a una serie de republicanos con «las figuras más impopulares de la derecha».
Andrew Cuff, director de comunicación de la agencia política Knight Takes Rook, cree que la táctica de los «republicanos MAGA» de los demócratas tuvo éxito gracias en parte al liderazgo de algunos republicanos de primera fila.
«Minúsculas minorías de líderes republicanos del establishment aprobaron y alentaron estos ataques, dando crédito a la noción de que los republicanos pusilánimes que han renunciado a luchar son más ‘cuerdos’ y ‘civiles’ que la mayoría ‘extrema’ de su partido».
«Está más que claro que el establishment del Partido Republicano prefiere el papel de oposición controlada bajo el gobierno demócrata que ser desalojado del poder en su propio partido», declaró a The Epoch Times en una entrevista el 3 de abril.
En febrero, el líder de la mayoría en el Senado, el demócrata Chuck Schumer, acusó a los «republicanos MAGA» de contribuir a la falta de unidad del Partido Republicano, una expresión de preocupación difícil de tomar al pie de la letra, pero totalmente acorde con una estrategia de cuña.
Por ahora, el apoyo a Trump entre los republicanos parece ir en aumento, si nos atenemos a las últimas encuestas sobre la próxima contienda de 2024.
El resultado: Los discursos de Biden siguen apuntando a los «republicanos MAGA».
En un discurso del 15 de marzo, opinó que los «republicanos MAGA» son «diferentes».
«Este no es el Partido Republicano de tu padre», añadió Biden.
MAGA y el «extremismo»
Las conversaciones sobre el «extremismo» de los republicanos MAGA también se han intensificado.
La respuesta de la Casa Blanca del 27 de marzo a la reciente propuesta presupuestaria de los republicanos afirma que es producto no sólo de los «republicanos MAGA», sino de los «republicanos congresistas MAGA extremistas».
En un comunicado de prensa del 24 de marzo, el líder de la minoría en la Cámara de Representantes, Hakeem Jeffries (D-N.Y.), se refirió a los «republicanos MAGA extremistas» no menos de 13 veces.
«Los republicanos MAGA extremistas quieren prohibir los libros sobre el Holocausto. Prohibir libros sobre el Holocausto. Los republicanos MAGA extremistas quieren prohibir libros sobre Martin Luther King Jr. Los republicanos MAGA extremistas quieren prohibir libros sobre el viaje LGBTQ en los Estados Unidos de América», dijo Jeffries.
«La mayoría de la gente no ve a todos estos republicanos como extremistas», dijo el estratega anónimo del GOP a The Epoch Times.
«Esta ideología no debería hablar por todo el partido, pero con todo el ruido causado por figuras como Lauren Boebert, Matt Gaetz, Marjorie Taylor Greene y, por supuesto, el expresidente Trump, es particularmente preocupante que el extremismo MAGA se convierta en la voz abrumadora del Partido Republicano», dijo Carlucci, estratega demócrata.
«El uso de la palabra ‘extremista’ sigue sirviendo como un eficaz insulto contra los candidatos republicanos», dijo Cuff.
«Extremismo», dijo, es una «palabra desencadenante de la seguridad nacional».
Cuff relacionó esa retórica con el discurso «Dark Brandon» de Biden del 1 de septiembre de 2022, en el que pronunció unas palabras con un telón de fondo rojo sangre mientras estaba flanqueado por marines estadounidenses.
«Donald Trump y los republicanos MAGA representan un extremismo que amenaza los cimientos de nuestra república», dijo Biden en su discurso de ese día.
«Lo vinculó [el extremismo] con la etiqueta MAGA para conectarlo con el presidente Trump y su movimiento MAGA», dijo Cuff.
Señaló que siguió a las acciones de la administración sobre los padres manifestantes en las juntas escolares y un memorando del FBI dirigido a la «ideología católica radical-tradicionalista».
«Las palabras se eligen con mucho cuidado», dijo Cuff.
El exrepublicano neocon Kristol fue, en todo caso, un adelantado en lo que se refiere al supuesto «extremismo» entre sus oponentes.
«Si el término ‘republicanos MAGA’ funciona, bien. Pero ¿no sería más fácil simplemente llamarlos extremistas? ¿Por qué la complicación de ‘MAGA’?», preguntó en un tuit del 1 de julio de 2022, en respuesta a un artículo de Politico sobre el uso por parte de los demócratas de la etiqueta «republicanos MAGA» en sus mensajes de mitad de periodo.
El cebo MAGA en la boleta
El «cebo MAGA» también tiene seguidores en los escalones inferiores del Partido Demócrata.
Durante su infructuosa campaña para la reelección como alcaldesa de Chicago, Lori Lightfoot acusó a su oponente Paul Vallas de tener «costumbres republicanas MAGA».
Incluso más cerca del terreno, miembros del Caucus de Reforma Progresista del Ayuntamiento de Chicago, que incluye a numerosos socialistas abiertos, se refirieron en términos mordaces al respaldo de Vallas por parte de lo que llamaron «republicanos MAGA».
Los medios de comunicación hegemónicos —incluso los de fuera de Estados Unidos— también están repitiendo la retórica de los «republicanos MAGA extremistas» que han emitido los principales demócratas.
Un artículo sobre política estadounidense publicado el 4 de marzo en el diario británico The Guardian afirmaba que uno de los discursos de Trump en la Conferencia de Acción Política Conservadora (CPAC, por sus siglas en inglés) iba dirigido a los «republicanos MAGA».
Un análisis de noviembre de 2022 en el Washington Post se preguntaba: «¿Pueden los republicanos MAGA aprender a amar de nuevo la democracia?».
En enero de este año, Jennifer Rubin —como Kristol, una neoconservadora de la era Bush II que se distanció de la derecha tras la elección de Trump— opinaba en el Washington Post que los republicanos han abrazado las formas de los «republicanos MAGA extremistas» en los meses posteriores a su mediocre actuación en las elecciones de mitad de periodo.
Comienza el contraataque
Los republicanos de la Cámara de Representantes a los que se dirige el lenguaje de «extremismo», «semifascismo» y más han contraatacado.
«Se dirigen a nosotros como extremistas MAGA, republicanos MAGA extremistas, y me gustaría hacer sólo una aclaración: es Ultra MAGA. Eso es lo que preferimos», dijo la representante Lauren Boebert (R-Colo.) en el Congreso hace varias semanas.
Hace apenas unos días, el representante Matt Gaetz (R-Fla.) acusó a Biden de «funcionalmente presentar falsa información» sobre la acusación de Trump al «decir que los republicanos MAGA extremistas eran peligrosos».
«Es el gobierno de Biden el que estamos investigando actualmente por sobrealimentar la noción de extremismo violento doméstico», dijo en una entrevista con Laura Ingraham en Fox News.
El fundador de SpaceX y director ejecutiv de Twitter, Elon Musk, también ha cuestionado la retórica de Biden.
En un tuit del 27 de marzo, el presidente atribuyó la oposición a una política que apoya a los «republicanos MAGA extremistas de la Cámara de Representantes».
«¿Es exacto referirse a los que hacen la propuesta como ‘MAGA extremistas’?», escribió Musk en respuesta.
Etiquetó a la cuenta «Community Notes» del sitio, que a menudo corrige y añade contexto a los posteos de Twitter.
Carlucci cree que la aparente resonancia de la retórica de los «republicanos MAGA extremistas» de los demócratas debería servir como una llamada de atención para los republicanos.
«Las elecciones de mitad de periodo nos dicen que los votantes independientes están hartos de la ideología MAGA y que el Partido Republicano debería recuperar su narrativa de su lado extremistas», dijo Carlucci.
Cuff cree que el lenguaje insinúa una campaña más amplia de represión por parte de la izquierda.
«En última instancia, el objetivo es tratar a toda la base republicana como extremistas domésticos, vigilarlos y censurarlos extralegalmente, e infundir el miedo masivo al arresto y la represión [a la que muchos republicanos prominentes, incluido el expresidente Trump, ya han sido sometidos]», dijo Cuff.
Una cosa parece clara: la retórica extrema, incluidas las acusaciones de extremismo, desencadena una reacción.
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