Una pareja de Florida que estuvo a bordo del crucero Grand Princess, donde 21 personas dieron positivo en las pruebas de coronavirus, demandó al operador del barco por un millón de dólares, alegando que la compañía actuó de manera negligente al no proteger a los pasajeros del riesgo de contraer el virus.
Ronald y Eva Weissberger, residentes del condado de Broward, presentaron el lunes una demanda contra Princess Cruise Lines, alegando que la falta de procedimientos de detección del coronavirus COVID-19 por parte de la compañía y el hecho de no advertir adecuadamente a los pasajeros sobre la posible exposición al virus, habrían expuesto a la pareja a un «riesgo real de lesiones físicas inmediatas».
El Grand Princess, que transportaba a unas 3500 personas, quedó anclado frente a la costa de San Francisco desde el 4 de marzo, después que las autoridades sanitarias se enteraron de que algunos pasajeros habían desarrollado síntomas parecidos a los de la gripe y que los huéspedes de un crucero anterior, a bordo del mismo barco, habían dado positivo en las pruebas de coronavirus. Al menos 21 personas -19 miembros de la tripulación y dos pasajeros- fueron diagnosticadas con el virus.
El barco comenzó a desembarcar a los pasajeros para transportarlos a estaciones de cuarentena u hospitales después de llegar al puerto de Oakland el lunes.
En su demanda (pdf) presentada en la Corte de Distrito de Estados Unidos en Los Ángeles, la pareja alegó que la compañía de cruceros sabía que al menos dos de sus pasajeros que desembarcaron de un viaje anterior en San Francisco, el 21 de febrero, tenían síntomas de coronavirus, pero aún así tomaron la decisión de continuar navegando en el siguiente viaje. Luego dijeron que los pasajeros del viaje anterior fueron informados de la posible exposición al virus a través de un correo electrónico enviado por la compañía el 25 de febrero.
La pareja también alegó que el barco no tenía un protocolo de detección adecuado para minimizar el riesgo de exposición a la enfermedad. La pareja dijo que antes de embarcar en el Grand Princess el 21 de febrero, a los pasajeros «simplemente se les pidió que rellenaran un trozo de papel confirmando que no estaban enfermos».
La pareja señaló que la negligencia de la nave les ha causado angustia y trauma emocional por el temor a desarrollar síntomas del virus, que ha cobrado la vida de miles de personas en todo el mundo.
«La demandada Princess optó por colocar los beneficios por encima de la seguridad de sus pasajeros, la tripulación y el público en general para seguir operando como de costumbre, a pesar de su conocimiento del riesgo real de lesiones para los demandantes, que son personas mayores, con afecciones médicas subyacentes», según la demanda.
Princess Cruises emitió una declaración a The Epoch Times afirmando que «Princess ha sido sensible a las dificultades que el brote de COVID-19 ha causado a nuestros huéspedes y tripulación. Nuestra respuesta a lo largo de este proceso se ha centrado en el bienestar de nuestros huéspedes y la tripulación dentro de los parámetros que nos han sido encomendados por las agencias gubernamentales involucradas y la evolución de la comprensión médica de esta nueva enfermedad».
«No se nos ha notificado ninguna demanda relacionada con este asunto, y no comentaremos ningún litigio pendiente», añadió la declaración.
Actualmente hay 27 muertes en Estados Unidos por coronavirus y 763 casos confirmados hasta el 10 de marzo, según los registros de datos de la Universidad Johns Hopkins.
El Departamento de Estado ha advertido a los viajeros, en particular a los que tienen problemas de salud subyacentes, que no viajen en crucero. Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) han señalado que existe un mayor riesgo de infección de coronavirus en los cruceros.
«Los CDC señalan que los adultos mayores y los viajeros con problemas de salud subyacentes deben evitar situaciones que los pongan en mayor riesgo de padecer enfermedades más graves. Esto implica evitar los lugares concurridos, evitar los viajes no esenciales como los largos viajes en avión y, especialmente, evitar embarcarse en cruceros», comunicó el Departamento de Estado.
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