Más un centenar de inmigrantes hondureños salieron este viernes desde el terminal de San Pedro Sula, al norte de Honduras, en una nueva caravana con la intención de llegar Estados Unidos.
Entre los nuevos movilizados están algunos que fueron deportados por las autoridades de México tras salir de la ciudad hondureña hace dos semanas.
«Sabemos que al llegar a México tendremos problemas, pero vamos a buscar una ruta por la que podamos movernos y a ver hasta dónde podemos llegar», dijo a la agencia Efe uno de los inmigrantes que se identificó como Mario, quien reconoció que estaba partiendo por segunda vez.
Hace dos semanas salió una caravana de miles de personas desde la central de autobuses interurbanos de San Pedro Sula, al norte de Honduras y rompió la vallas fronterizas para entrar a Guatemala y tras cruzar ilegalmente la frontera de México la Guardia Nacional actuó para frenar el avance. Luego las autoridades de migración procedieron a detener y deportar a los indocumentados.
Las autoridades migratorias de México dijeron que entre el 18 y 30 de enero fueron deportados unos 2500 hondureños, según Efe.
Mario, de 26 años y originario de San Pedro Sula, dijo que fue detenido en México con centenares de sus compatriotas después de que la semana pasada cruzaron el río Suchiate, limítrofe con Guatemala.
«Nosotros (tres) llegamos deportados ayer, pero mañana nos vamos de nuevo», dijo a la agencia de noticias otro de los inmigrantes, de 17 años, mientras esperaba que siguieran llegando más inmigrantes a la central de autobuses interurbanos de San Pedro Sula.
Otro de los jóvenes viajeros, José Luis, indicó que es la tercera vez que intenta llegar a Estados Unidos. En el segundo intento que hizo la semana pasada no pudo pasar de Villahermosa, México, de donde fue deportado el miércoles junto con otros inmigrantes con los que este viernes piensa irse por tercera vez.
La primera vez que se fue pudo llegar hace dos años hasta Piedras Negras, México, donde estuvo 21 días hasta que fue capturado y luego deportado.
Al igual que la primera caravana, el nuevo grupo se comenzó a concentrar en las primeras horas del jueves 30 de enero en la terminal de autobuses de San Pedro Sula. Sus integrantes, en su mayoría jóvenes, partieron en la madrugada de hoy tras dormir en las áreas verdes y al aire libre.
Según Efe, algunos pidieron dinero para el viaje y afirmaron que llegaron deportados el miércoles y el jueves por vía aérea y terrestre desde México.
La segunda caravana espera llegar hoy mismo hasta la frontera con Guatemala en Agua Caliente, dependiendo de las facilidades que tengan en la carretera, aunque no se sabe si cruzarán hasta Guatemala o lo harán mañana.
Ruta del Diablo
Luis Villagrán, el coordinador del Centro de Dignificación Humana, una asociación que provee apoyo a migrantes en México, dijo que una caravana partirá este fin de semana de El Salvador con el objetivo de llegar a Estados Unidos a través de la conocida ruta del diablo, un conocido tren que parte en México desde Chiapas hasta el centro del país, luego hacia Michoacán y después rumbo a Jalisco. La caravana de Honduras podría seguir la misma ruta.
Los inmigrantes que hablaron con Efe en San Pedro Sula, indicaron que no existe en ellos la preocupación de las nuevas medidas que ha adoptado el gobierno de Estados Unidos para frenar la migración de centroamericanos.
La mayoría de los viajeros dijo que pedirá asilo pero para cumplir con los criterios, los solicitantes deben demostrar que son, o serán, perseguidos por su propio gobierno basándose en uno de varios factores, como ser raza, religión y opinión política.
Las nuevas políticas del Gobierno de Trump han hecho que el número de familias centroamericanas que entran a Estados Unidos ilegalmente ha caído en picada desde que alcanzó un máximo en mayo de 2019, cuando más de 84,000 de ellas fueron detenidas por la Patrulla Fronteriza. Para noviembre de 2019, el número se redujo a 9000.
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