El Valle del Río Grande, en el sur de Texas, ha sido durante años el sector fronterizo más concurrido en cuanto a cruces de inmigrantes ilegales. Pero la semana pasada un repunte en las cifras hizo que la Patrulla Fronteriza detuviera a más de 20,000 inmigrantes ilegales en una semana.
«¡Es el momento más caluroso del verano y las detenciones se han disparado!», escribió en Twitter el 25 de julio el jefe de la Patrulla Fronteriza del sector, Brian Hastings.
Hastings dijo que el número de grupos grandes ha aumentado, con un récord de 298 en un grupo encontrado en La Grulla la semana pasada.
«Dentro de este grupo, un sujeto que presentaba síntomas relacionados con la COVID-19 fue trasladado al hospital. En el hospital, el migrante dio positivo en el test de COVID-19», dice un comunicado de prensa de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP).
Los grupos grandes más recientes se componen principalmente de ciudadanos de Guatemala, Honduras, El Salvador, Venezuela y Nicaragua, según la CBP.
Las instalaciones de procesamiento de la Patrulla Fronteriza en la región están de nuevo desbordadas y los inmigrantes ilegales están pasando la noche en autobuses fuera de las instalaciones debido al hacinamiento, según una fuente del Valle del Río Grande.
En el sector de Del Río, que se ha convertido en el segundo más concurrido en cuanto a detenciones de la Patrulla Fronteriza, los inmigrantes ilegales duermen a la intemperie entre el Río Grande y la valla fronteriza mientras la agencia se esfuerza por encontrar transporte y espacio para colocarlos.
En la mañana del 25 de julio, los agentes se ocupaban de unos 350 inmigrantes ilegales que habían cruzado en las últimas 18 horas, en su mayoría haitianos, pero también cubanos, colombianos y una pareja de Ghana.
Varios haitianos dijeron a The Epoch Times que habían llegado al otro lado del río a las 3 de la tarde del día anterior y que habían dormido al aire libre mientras esperaban el transporte. Una pareja de Ghana dijo que había cruzado a las 3 de la mañana y que había dormido en una zona cercana cubierta de árboles.
Mientras tanto, entre los dos sectores, en la ciudad de Laredo —donde se están enviando autobuses cargados de inmigrantes ilegales desde el Valle del Río Grande— los funcionarios han demandado a la Administración Biden para que detenga el transporte de más inmigrantes ilegales a la ciudad.
Los funcionarios de Laredo afirman en la demanda que recientemente se les informó de que la Patrulla Fronteriza tiene la intención de duplicar el número de inmigrantes ilegales que se traen a Laredo desde el Valle del Río Grande, pasando de unos 150 individuos a 300 por día.
En junio, la Patrulla Fronteriza había detenido a más de un millón de inmigrantes ilegales a lo largo de las casi 2000 millas de la frontera suroeste. Cada mes de este año ha registrado un aumento de las detenciones, sin que haya señales de que vaya a disminuir, ya que el enfoque del cuartel general es acelerar el procesamiento.
El jefe de la Patrulla Fronteriza, Raúl Ortiz, dijo a finales de junio que los agentes habían detectado, pero no capturado, a otros 250,000 inmigrantes ilegales en lo que va del año fiscal.
El Título 42 —que es la medida de emergencia de salud pública que permite a la Patrulla Fronteriza devolver rápidamente a México a algunos adultos solteros— se considera en gran medida el vestigio que queda del control fronterizo. Se espera que la medida se elimine de forma inminente y la Patrulla Fronteriza se está preparando para una afluencia aún mayor, ya que los adultos solteros tendrían que pasar por un proceso mucho más largo bajo el Título 8 de procedimientos de inmigración y probablemente muchos serán liberados en Estados Unidos.
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