El 29 de agosto, el fiscal general de Texas, Ken Paxton, presentó una demanda contra la ciudad de Dallas y la Feria Estatal de Texas por la nueva política de la feria que prohíbe llevar armas de fuego en el recinto ferial.
La Feria Estatal de Texas anunció el 8 de agosto que prohibiría a los asistentes llevar armas de fuego y de cualquier otro tipo en el recinto ferial Fair Park de Dallas, de 112 hectáreas.
La prohibición incluye tanto las armas de fuego ocultas como las de porte libre «en cualquier lugar del recinto ferial». La política actualizada no se aplica a los agentes de la paz elegidos, nombrados o empleados, dijo la organización sin ánimo de lucro.
En su demanda, Paxton dijo que la organización opera la Feria Anual del Estado de Texas en Fair Park en virtud del contrato de arrendamiento con la ciudad de Dallas, que «establece expresamente que el acuerdo se rige e interpreta de conformidad con las leyes y decisiones judiciales del estado de Texas».
Paxton argumentó que la administradora municipal interina, Kimberly Bizor Tolbert, actuó «sin autoridad legal o estatutaria» al permitir que la Feria Estatal de Texas impidiera a la gente llevar armas de mano a la propiedad de la ciudad.
Solicitó que la corte concediera una medida cautelar para impedir que la ciudad o la organización aplicaran la «exclusión ilícita de armas de fuego» en el recinto ferial. Paxton también solicitó una indemnización de hasta 250,000 dólares.
«Las municipalidades no pueden anular la ley estatal ni pueden evitar la rendición de cuentas mediante la contratación de funciones oficiales a terceros nominalmente», dijo el fiscal general en un comunicado.
«Ni la ciudad de Dallas ni la Feria Estatal de Texas pueden infringir el derecho de los texanos a la autodefensa».
La demanda afirmaba que la prohibición de armas constituía una infracción de los derechos legales de los texanos, señalando que la legislación estatal permite a los propietarios de armas llevar armas de fuego en propiedades gubernamentales a menos que la ley establezca explícitamente una prohibición.
El gobierno de la ciudad de Dallas respondió diciendo que no estaba de acuerdo con las acusaciones, y añadió que «la ciudad no participó en el anuncio de la Feria Estatal de Texas de su política reforzada sobre armas».
«La Feria Estatal de Texas es un evento privado operado y controlado por una entidad privada sin ánimo de lucro y no por la ciudad», dijo la ciudad en un comunicado.
Paxton había advertido anteriormente a la ciudad que la prohibición de armas viola la ley estatal, específicamente la Sección 411.209(a) del Código de Gobierno de Texas, y dio a la ciudad un aviso de 15 días para revertir la prohibición en Fair Park.
El cambio de política se produjo después de que un hombre abriera fuego en la feria el año pasado, hiriendo a tres personas, que sufrieron heridas que no pusieron en peligro su vida.
Más de 70 legisladores republicanos del estado firmaron una petición el 12 de agosto oponiéndose a la prohibición de armas de la Feria Estatal de Texas, argumentando que las zonas libres de armas son imanes para el crimen.
La Feria Estatal de Texas no había respondido a la solicitud de comentarios de The Epoch Times momento de la publicación de este artículo.
Con información de Katabella Roberts y The Associated Press
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