En medio de la creciente protesta bipartidista por la violación de la soberanía estadounidense por parte de Beijing, un portavoz chino emitió una amenaza velada prometiendo que Beijing «salvaguardaría resueltamente sus derechos e intereses legítimos» por el derribo del Pentágono de un presunto globo espía chino.
El globo espía fue localizado por primera vez el 1 de febrero, flotando sobre Montana, donde merodeaba sobre áreas sensibles con silos que guardan las cabezas nucleares de Estados Unidos.
El descubrimiento del globo provocó una oleada de llamados por parte de los legisladores y otras personas para derribarlo hasta que finalmente el ejército estadounidense lo derribó el 4 de febrero frente a la costa de Carolina del Sur utilizando un único misil supersónico aire-aire AIM-9X detector de calor.
El Partido Comunista Chino (PCCh) criticó el ataque militar contra el objetivo, alegando que se trataba de una «aeronave civil» utilizada con fines meteorológicos y otros fines científicos y que se había desviado hacia el espacio aéreo estadounidense «de forma totalmente accidental».
Funcionarios estadounidenses rechazaron rotundamente tales afirmaciones, describiendo el globo como una aeronave de espionaje militar con un dispositivo colgando de la parte inferior del tamaño aproximado de un pequeño jet.
«Oportunidades únicas» para el contraespionaje
El general de la Fuerza Aérea, Glen VanHerck, comandante del Comando de Defensa Aeroespacial de Norteamérica (NORAD), declaró que el ejército y las agencias de inteligencia estadounidenses tomaron las «máximas precauciones» para evitar que la nave recogiera información de inteligencia.
VanHerck añadió que esperar algún tiempo antes de derribar el globo proporcionó «oportunidades únicas» para llevar a cabo actividades de contrainteligencia e indicó que la nave «no representaba una amenaza militar física».
La actitud de China en relación al globo espía se ha endurecido considerablemente tras una leve respuesta inicial el 3 de febrero, en la que Beijing describió la presencia del globo como un accidente y expresó su «pesar» por el hecho de que la aeronave entrara en el espacio aéreo estadounidense.
Pero ese tono cambió después de que el ejército estadounidense lo derribara a unas seis millas náuticas de la costa del océano Atlántico sobre aguas relativamente poco profundas que podrían ayudar en los esfuerzos por recuperar partes del equipo de vigilancia chino.
Más globos
El tono de la retórica de Beijing sobre el derribo del globo se endureció de la misma manera en que se ha enfrentado a Washington en cuestiones como las reclamaciones del PCCh sobre enormes extensiones del Mar de China Meridional y sus amenazas de «reunificar» Taiwán con China continental, por la fuerza si es necesario.
Se han avistado globos sospechosos de ser naves espía chinas sobre numerosos países. Beijing confirmó que un globo avistado sobre América Latina el pasado fin de semana también procedía de China.
La fuerza aérea colombiana se movilizó para vigilar el objeto, pero determinó que no suponía una amenaza para la seguridad nacional.
El Ministerio de Asuntos Exteriores de China confirmó el lunes que la nave que sobrevolaba Colombia era china y afirmó que había entrado accidentalmente en el espacio aéreo del país. Ning dijo en una rueda de prensa que el globo se había «desviado mucho» de su trayectoria debido a su «maniobrabilidad limitada» y que era de «naturaleza civil y se utilizaba para pruebas de vuelo».
Los medios de comunicación de Taiwán han informado de que misteriosos globos blancos habían sido avistados sobre la isla al menos tres veces en los últimos dos años.
Resolución para condenar a China por el globo espía
Este lunes los legisladores debatieron en el Congreso sobre una resolución bipartidista para denunciar a China por el globo espía.
«Yo creo que ustedes la podrían ver esta semana», dijo el presidente de la Cámara de Representantes, Kevin McCarthy (R-Calif.), a los periodistas el lunes, añadiendo que la resolución se centraría en China. «Creo que nuestra mayor fuerza es cuando hablamos con una sola voz a China».
Aunque los republicanos han criticado al gobierno de Biden por esperar días para derribar el globo, dijeron que la resolución debería ser de naturaleza bipartidista, sugiriendo que no buscarían culpar al presidente Joe Biden.
«Nosotros queremos que sea una resolución bipartidista sobre China, no sobre nosotros luchando entre nosotros», dijo el lunes a la prensa el representante Michael McCaul (R-Texas), presidente de la Comisión de Asuntos Exteriores de la Cámara de Representantes. «Es un asunto demasiado importante. Queremos ser fuertes juntos contra China en vez de tener nuestras peleas internas».
Los acontecimientos en torno al aparente globo espía han puesto de relieve la compleja y frágil naturaleza de la rivalidad entre Estados Unidos y China, que algunos temen que pueda derivar en una guerra abierta.
Paul Crespo, presidente del Center for American Defense Studies, afirmó que la trayectoria del globo derribado por el ejército estadounidense podría sugerir «absolutamente» que el régimen comunista chino estaba realizando un ensayo general para un ataque con armas montadas en globos.
Crespo advirtió que el régimen podría utilizar globos a gran altitud para llevar a cabo ataques de pulso electromagnético (EMP) contra bases e infraestructuras vitales de Estados Unidos.
«Aunque China ha probado misiles hipersónicos lanzados desde globos en el pasado, no es probable que utilice estos dirigibles», dijo Crespo a The Epoch Times en un correo electrónico.
«La mayor amenaza es enviar uno o más de estos globos de gran altitud sobre Estados Unidos con un pequeño dispositivo nuclear EMP».
Los EMP son ráfagas de energía electromagnética que interrumpen las comunicaciones y dañan los equipos electrónicos.
Con la contribución de Andrew Thornebrooke
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