El PCCh usa el turismo como herramienta de presión, según el Presidente de Palaos

Por Catherine Yang
16 de agosto de 2024 5:51 PM Actualizado: 16 de agosto de 2024 5:51 PM

El presidente de Palaos, Surangel Whipps Jr., declaró el 15 de agosto que el Partido Comunista Chino (PCCh) cumplió su amenaza de reducir el turismo a la isla de Oceanía, después de que él hablara abiertamente de un ciberataque chino y se negara a cortar relaciones con Taiwán.

El PCCh ha ejercido presión sobre otras naciones insulares del Pacífico en los últimos años. En 2022, Beijing presentó un plan para asociarse con 10 países en un amplio acuerdo económico y de seguridad. Sin embargo, las naciones rechazaron el acuerdo.

El turismo no es más que una de las palancas económicas de Beijing para presionar a estas islas. Whipps contó que cuando se presentó a las elecciones de 2020, un embajador chino le dijo lo fácil que les resultaría traer un millón de turistas a Palaos si Whipps cambiaba su postura sobre China y Taiwán.

“No necesitamos un millón de turistas”, le dijo a The Associated Press. “No siempre se trata de cuánto dinero recibimos”.

El PCCh parece haber hecho ahora lo contrario. En mayo, Whipps reveló por primera vez un ciberataque a Palaos en el que se robaron 20,000 documentos gubernamentales y culpó al régimen chino. Ese mismo mes, se denegó el visado a representantes de Palaos para entrar en Macao con motivo de una conferencia del sector turístico.

Whipps repitió las afirmaciones a pesar de la presión del PCCh y en junio dijo en una conferencia de prensa en Tokio que el ataque procedía de “algún lugar de Malasia con rastros de China”. Ese mes, funcionarios del PCCh emitieron declaraciones en las que advertían a los turistas sobre cuestiones de seguridad al visitar Palaos.

“Esa sigue siendo la propuesta”, afirmó. “Dicen: ‘¿Por qué os torturáis? Únanse a nosotros y el cielo será el límite’”.

Confirmó que el turismo procedente de China ha descendido este año. Whipps dijo que, en cambio, Palaos ha estrechado lazos con países cercanos como Taiwán, Japón y Australia, una nación que ahora tiene un vuelo sin escalas de Brisbane a Palaos.

“Siempre hemos creído que debemos ser amigos de todos y enemigos de ninguno”, afirmó Whipps. “Nuestra relación [con] Taiwán no debería ser cuestionada por nadie”.

Whipps añadió que estamos en año electoral, y las voces a favor de Beijing crecen de cara a la votación de noviembre. Sin embargo, no cree que China o Taiwán sean un tema importante para la plataforma. El predecesor de Whipps, Thomas Remengesau Jr., también se resistió a los intentos del PCCh de influir en su cargo, y Whipps cree que el líder que le suceda tampoco debilitará los lazos con Taiwán.

Aceptar la ayuda de Beijing no sería un asunto menor: la región es escenario de una rivalidad cada vez mayor entre Estados Unidos y China, ya que el PCCh trata de ampliar su influencia y control más allá de sus fronteras.

Varias naciones insulares de la región, conocidas a veces como la “Segunda Cadena Insular”, forman una zona estratégica que daría ventaja a China o a Estados Unidos en un conflicto con Taiwán o Filipinas. De estas naciones, sólo Palau, Nauru, Tuvalu y las Islas Marshall reconocen a Taiwán.

El año pasado, Estados Unidos firmó un acuerdo de ayuda con las Islas Marshall, Palaos y los Estados Federados de Micronesia, reforzando sus lazos regionales.

David Panuelo, expresidente de los Estados Federados de Micronesia, también denunció los intentos de los funcionarios del PCCh de espiar e influir en su país y advirtió a las naciones vecinas que no firmen el acuerdo de 2022 con China.

Con información de Associated Press


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