HEREFORD, Arizona. El presidente de la Cámara de Representantes, Kevin McCarthy (R-Calif.), dijo que la administración Biden debe rendir cuentas por permitir el empeoramiento de la crisis del fentanilo que está matando a 300 estadounidenses por día, el equivalente a un accidente aéreo todos los días.
En su primera visita como presidente de la Cámara a la frontera sur de Arizona el 16 de febrero, McCarthy dijo que era su sexta visita a la frontera entre Estados Unidos y México como legislador republicano, y que no será la última.
Y aunque los republicanos han tenido el control de la Cámara durante menos de dos meses, McCarthy dijo que el partido ha hecho más para abordar la crisis del fentanilo y la inmigración ilegal que lo que ha hecho la administración Biden en los últimos dos años.
“Les prometo esto: La nueva mayoría en el Congreso va a luchar para solucionar este problema. Los demócratas ya no podrán ignorar el problema y actuar como si no estuviera sucediendo. Tendremos audiencias en la frontera”, dijo McCarthy en una conferencia de prensa en el muro fronterizo ubicado dentro del Sector Tucson de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de EE.UU. en el condado de Cochise, Arizona.
La delegación del Congreso incluyó a los representantes Juan Ciscomani (R-Ariz.), Lori Chavez-DeRemer (R-Ore.), Jen Kiggans (R-Va.) y Derrick Van Orden (R-Wis.).
Los cuatro legisladores representan distritos afectados por la crisis del fentanilo.
“He estado diciendo desde hace algún tiempo que esto ya no es un problema fronterizo o estatal. Cada estado se ha convertido en un estado fronterizo con la crisis del fentanilo. Está impactando de diferentes maneras”, dijo Ciscomani.
McCarthy dijo que la política fronteriza fallida de Biden permite que el cártel de la droga de Sinaloa crezca y prospere, enviando a miles de personas vestidas de camuflaje a través de la frontera que llevan mochilas llenas de fentanilo letal.
Podría decirse que el cártel es el empleador más grande de ciudadanos estadounidenses en el condado contratados para contrabandear drogas y personas a través de la frontera, dijo.
“¿Por qué esta región ha pasado de tener 66,000 personas a 250,000? ¿Por qué todos usan trajes de camuflaje y alfombras en los pies [para evitar ser detectados]? ¿Por qué estamos atrapando tanto fentanilo? Lo único que cambió fue la administración y las políticas de la administración”, dijo McCarthy.
“¿Por qué está pasando eso? El día que el presidente Biden prestó juramento, cuando miras los huecos en el muro [fronterizo], ¿por qué están ahí? ¿Por qué estas luces no funcionan? Porque tenemos un nuevo presidente [quien] dijo que lo detuviéramos [la construcción del muro]. Pagamos para que se levantara el metal, pero lo está almacenado lejos”.
El sheriff del condado de Cochise, Robert Watkins, dijo que muchos residentes sufren ahora de fatiga fronteriza.
“La gente en las comunidades fronterizas está cansada. Todos aquí tienen [trastorno de estrés postraumático] por los contrabandistas que conducen a través de sus comunidades a 100 millas por hora. Eso no es una exageración. Algo tiene que suceder”.
Watkins le dijo a The Epoch Times que los cárteles se acercan a los posibles ciudadanos estadounidenses con ofertas de efectivo utilizando plataformas de redes sociales populares como Snapchat e Instagram.
En algunos casos, es posible ganar USD 12,000 en seis horas traficando personas al país, dijo Watkins.
“Tenemos 1500 transacciones [ilegales] cada mes. Aparte del gobierno de Estados Unidos, ese es el mayor empleador en el condado de Cochise”.
Dijo que las empresas de redes sociales están al tanto de la actividad delictiva, pero se niegan a hacer algo al respecto.
“Tenemos un problema fundamental. Pero el problema lo crea esta administración”, dijo McCarthy.
Encuentro con líderes locales
Más temprano ese día, la delegación discutió la crisis fronteriza con los alcaldes del condado y las fuerzas del orden antes de hacer recorridos aéreos y terrestres por el muro fronterizo.
«¿Por qué estoy aquí? No solo para apoyar a mis colegas”, dijo Chávez-DeRemer. “Ahora somos los creadores de soluciones en Washington, D.C.”.
Como exalcaldesa de Happy Valley, Oregón, durante ocho años, Chávez-DeRemer dijo que los funcionarios locales habían perdido la esperanza por la crisis del fentanilo, que inundó su comunidad con suficiente fentanilo para matar a 4.5 millones de personas, más que la población de Oregón.
“Si hubieras podido escuchar sus voces. Están temblando. Han perdido la esperanza. Por favor, no se rindan, estamos con ustedes”, dijo Chávez-DeRemer. “Estamos aquí para marcar la diferencia”.
Kiggans dijo que la administración Biden “no está enfocada en la fuerza” con respecto a la crisis fronteriza y de fentanilo.
“Está enfocado en la debilidad. Y nuestros enemigos están mirando. Me preocupa que nuestros enemigos ya no nos teman. Vemos una frontera débil que invita a los inmigrantes ilegales a cruzar, y está poniendo en riesgo a nuestras familias”.
«No están recibiendo la ayuda que necesitan de la administración Biden. Las políticas de la administración Biden han invitado a esta crisis», dijo Van Orden.
Van Orden dijo que hubo 4.6 millones de detenciones desde que Biden asumió el cargo en enero de 2021 y 1.2 millones de “fugas”, además, casi 6 millones de entradas ilegales.
“Esa es toda la población de Wisconsin interceptada o ingresando ilegalmente al país desde que Joe Biden asumió el cargo. Es insostenible e inaceptable”, dijo Van Orden.
El ranchero de cuarta generación, John Ladd, proporcionó el espacio de reunión para la delegación del Congreso. El rancho ha estado en su familia durante 120 años, abarca 16,000 acres y 10.5 millas a lo largo del muro fronterizo.
“El problema es que, durante los últimos 30 años, nuestros derechos de propiedad han sido arrebatados debido a la inmigración ilegal”, le dijo Ladd a The Epoch Times.
Ladd dijo que hasta 14 cuerpos de inmigrantes ilegales han aparecido en su propiedad, aunque no tiene planes de abandonarla a pesar de los peligros de la ganadería.
“No me he rendido. Es la mejor oportunidad que tenemos para controlar la frontera”, dijo Ladd. “Es una violación a la seguridad nacional”.
“Estados Unidos lo entiende. Pero será mejor que despierten y apoyen a este grupo de congresistas. No sé qué más decirte”.
McCarthy prometió audiencias bipartidistas en el Congreso y leyes para resolver la crisis de la frontera y el fentanilo.
“Lo más triste de todo esto es que el gobierno mexicano no sabe qué ciudadanos se van del país. El gobierno estadounidense no sabe quién viene a nuestro país”, dijo McCarthy.
“Pero hay una entidad que conoce ambas cosas: El Cartel de Sinaloa. Saben quién cruza y quién entra. También saben lo que hay en las mochilas: Las drogas que matan a los estadounidenses”.
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