WASHINGTON —La presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi (D-Calif.), dijo el 18 de febrero que la protección de los derechos humanos en China tiene que ver con promover los valores estadounidenses, así como con la defensa de la seguridad nacional y la economía de Estados Unidos.
«Llevo más de 30 años trabajando por los derechos humanos en China, desde la plaza de Tiananmen. Es realmente importante que el mundo sepa que los derechos humanos forman parte de nuestro sistema de valores», dijo Pelosi durante una rueda de prensa en respuesta a una pregunta de The Epoch Times.
Una mejor protección de los derechos humanos en todo el mundo también tiene que ver con «nuestra seguridad nacional, tiene que ver con nuestro ejército y nuestra fuerza. Se trata de nuestra economía», dijo. «No podemos sacrificar una por la otra».
«Aplaudo a la administración por honrar nuestros valores. La forma en que lo hagamos, es simplemente valorar la justicia», dijo la presidenta de la Cámara de Representantes cuando se le preguntó sobre qué políticas debería aplicar la nueva administración para cambiar las prácticas de derechos humanos de Beijing.
«[No importa] la forma que adopte, yo esperaría que cambiara algún comportamiento en China con respecto a Hong Kong, el Tíbet y los uigures».
El presidente Joe Biden advirtió que Beijing se enfrentaría a «repercusiones» por sus abusos contra los derechos humanos, durante un foro ciudadano en Wisconsin el 16 de febrero. Dijo que Estados Unidos reafirmaría su papel de defensor de los derechos humanos en las Naciones Unidas y otros organismos.
Sin embargo, Biden fue criticado por decir que «culturalmente, hay normas diferentes en cada país» cuando se le preguntó por la represión de Beijing contra los musulmanes uigures en la lejana región occidental de Xinjiang.
El 19 de enero, el entonces secretario de Estado Mike Pompeo calificó la persecución del régimen chino contra los uigures de genocidio y «crímenes de lesa humanidad». La Administración de Biden ha estado de acuerdo con la designación.
Durante su audiencia de confirmación el mes pasado, el secretario de Estado Antony Blinken respaldó la determinación de su predecesor de que China está cometiendo un genocidio en Xinjiang.
La represión de los uigures por parte de Beijing, perpetrada a través de su red de campos de internamiento y su sistema de vigilancia masiva, ha suscitado la condena internacional. Según estimaciones del gobierno estadounidense, más de un millón de uigures y otros grupos minoritarios musulmanes están detenidos sin cargos en los campos de internamiento de Xinjiang.
La Administración Trump impuso sanciones a entidades y personas responsables de atrocidades en la región. También impuso una prohibición a todos los productos de algodón y tomate de Xinjiang por las prácticas de trabajo forzado.
«Designar la atrocidad de China en Xinjiang como genocidio no es poca cosa. La nueva administración está de acuerdo con nosotros, y eso es muy tranquilizador», dijo Miles Yu, exasesor principal de política china de Pompeo, al programa «American Thought Leaders» de The Epoch Times.
Según Yu, esta designación es significativa porque requiere que la nueva administración formule una amplia gama de políticas tanto internacionales como nacionales para presionar al régimen genocida.
Pelosi dijo que estaba «orgullosa» de la designación de genocidio, ya que envía un fuerte mensaje al Partido Comunista Chino (PCCh). También es una «fuerte declaración» para las personas que han sido detenidas y perseguidas por el PCCh sin ningún cargo, dijo.
«Es importante que nos pronunciemos para que esas personas sepan que no están olvidadas».
Pelosi también dijo que la protección de los derechos humanos en China es una cuestión bipartidista, y señaló que muchos legisladores republicanos, como el representante Chris Smith (R-N.J.) y el representante retirado Frank Wolf (R-Va.), «han sido excelentes en materia de derechos humanos en todo el mundo».
«Han asumido riesgos, han ido a campos de trabajo penitenciario para recoger pruebas para que pudiéramos presentar nuestro caso aquí».
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