La presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi (D-Calif.), dijo el jueves que no ha proporcionado al Comité del 6 de enero de la Cámara, dominado por los demócratas, ninguna información sobre el papel que ella desempeñó el día y los días previos a la manifestación «Stop the Steal» del 6 de enero, incluso cuando un pequeño grupo de republicanos sigue exigiendo respuestas a la presidenta.
El Comité del 6 de enero se creó con una votación mayoritariamente partidista, y solo dos miembros de la bancada del Partido Republicano en la Cámara —los representantes Liz Cheney (R-Wyo.) y Adam Kinzinger (R-Ill.)— forman parte del comité, ya que el resto son demócratas.
Desde su creación, la comisión se ha enfrentado a críticas persistentes por su comportamiento excesivamente partidista.
El propósito nominal de la comisión es descubrir la verdad sobre lo que ocurrió durante el mitin del 6 de enero en el Capitolio, y ha utilizado su autodeclarado poder de citación para incautar registros telefónicos y de texto de antiguos funcionarios de Trump, de presentadores de Fox News e incluso de una Universidad Chapman de centro derecha, en todos los casos sin una orden judicial.
El comité no ha llevado a cabo ningún plan para recabar información de la presidenta Pelosi, quien, según varias noticias, desempeñó un papel decisivo en dejar el Capitolio sin defensas adecuadas, a pesar de las repetidas peticiones del jefe de la policía del Capitolio de que trajera a los guardias nacionales.
Durante una teleconferencia realizada el 6 de enero de 2022 con periodistas, los representantes Elise Stefanik (R-N.Y.), Jim Jordan (R-Ohio) y otros legisladores del Partido Republicano hablaron sobre el comité.
«Este comité de farsa partidista no se centra en responder a las preguntas más importantes de por qué el Capitolio no estaba preparado ese día y cómo podemos asegurar que esto no vuelva a ocurrir», dijo Stefanik.
«El pueblo estadounidense merece saber lo que los principales medios de comunicación se niegan a cubrir: el hecho de que la única oficina que está fuera de los límites de esta falsa investigación partidista es la oficina de la presidenta Pelosi».
El jueves, Pelosi confirmó que no había dado ninguna información al comité, aunque una serie de preguntas sobre su participación siguen sin respuesta.
Durante una conferencia de prensa semanal, le preguntaron a Pelosi si había proporcionado algún documento o testimonio al comité.
«No», respondió rápidamente Pelosi, y añadió: «Me mantengo lo más alejada posible del comité. Si me lo pidieran, lo haría», insistió Pelosi, «pero no lo he hecho; estaba en el estrado [durante el mitin del 6 de enero] y luego fui arrastrada».
Los republicanos tienen una teoría diferente de por qué Pelosi se ha mantenido alejada de la comisión partidista.
La comisión del 6 de enero, dijo Stefanik, «es un arma política, y se utiliza para encubrir los fracasos de Nancy Pelosi».
El más notable de estos fracasos, dicen los críticos del Partido Republicano, es el papel que Pelosi y sus designados tuvieron en la preparación del Capitolio antes del evento.
El representante Rodney Davis (R-Ill.), miembro republicano de mayor rango en el Comité de Administración de la Cámara de Representantes, que supervisa la seguridad del Capitolio, detalló algunos de estos errores en una carta fechada el 3 de enero dirigida a Pelosi.
Según el exjefe de la policía del Capitolio de EE. UU., Steven Sund, éste pidió que se trajeran a varios guardias nacionales para garantizar que el mitin se desarrollara sin problemas. Sund afirma que el sargento de armas designado por Pelosi, Paul Irving, rechazó la petición, citando preocupaciones sobre la «óptica» de traer personal de la Guardia a la ciudad.
En otra ocasión, cuando Sund preguntó sobre la posibilidad de traer a la Guardia Nacional, Irving habría dicho que «tenía que hacerlo pasar por la cadena de mando».
Sund acabaría siendo obligado por Pelosi a dimitir tras el fallo de seguridad del 6 de enero, a pesar de sus esfuerzos por dejar el Capitolio mejor preparado.
Davis escribió que «las afirmaciones del jefe Sund ponen de relieve la importancia de entender qué instrucciones, si es que las hubo, recibió el señor Irving con respecto a los preparativos y la respuesta a la violencia del 6 de enero».
Según Davis y Stefanik, los representantes del Partido Republicano han intentado varias veces acceder a los documentos de Irving sobre el 6 de enero, pero se les ha negado dicho acceso.
Durante una aparición en Fox News, el líder del Partido Republicano, Kevin McCarthy (R-Calif.), habló de cómo tratará el Partido Republicano el 6 de enero si recupera la mayoría.
«La carta de Rodney Davis es correcta», dijo McCarthy. «Cuando se observa lo que ha hecho Nancy Pelosi, ella ha politizado este proceso, [al] no llegar a las dos preguntas principales: ¿Por qué el Capitolio estaba tan mal preparado ese día, y cómo nos aseguramos de que nada como esto vuelva a suceder?»
«Lo que Rodney pide aquí es la comunicación entre el sargento de armas y la presidenta. Y, he aquí, que la presidenta dice: ‘Eso no saldrá a la luz'».
«[Pelosi] está negando la información que puede llevarnos a la respuesta».
Aunque Pelosi y su personal fueron informados por la policía del Capitolio de que era posible una ruptura del orden, McCarthy dijo: «Nunca se nos advirtió en el lado republicano de que esto [que ocurría] era siquiera posible».
«Hay muchas preguntas aquí (…) que necesitan ser respondidas», dijo McCarthy.
Se espera ampliamente que los republicanos recuperen la Cámara este año después de cuatro años de control por parte de los demócratas; si se cumplen estas expectativas, Pelosi podría verse sometida a las mismas tácticas que el comité dirigido por los demócratas ha utilizado contra Trump y sus aliados.
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