UVALDE, Texas —Steve Mena, propietario de una barbería en el centro de Uvalde, Texas, estaba a punto de cortar el pelo a Jacob Albarado cuando las esposas de ambos se pusieron en contacto con ellos para informarles que había un tirador activo en la escuela primaria local.
«Al mismo tiempo que él recibió un mensaje de texto, yo recibí una llamada de mi esposa, porque ambos tenemos hijos allí», dijo Mena a The Epoch Times, siete días después de la tragedia del tiroteo masivo que se cobró 21 vidas en la escuela primaria Robb.
«Así que reaccionamos al mismo tiempo», dijo Mena. Albarado, un agente de la Patrulla Fronteriza, le dijo a Mena que estaba desarmado porque estaba fuera de servicio.
«Le dije: ‘Bueno, no tengo una pistola, pero tengo una escopeta'», dijo Mena.
Pudieron oír los disparos al salir de la barbería Official Cuts de Mena, a una milla de la escuela. La esposa de Albarado, maestra de cuarto grado en la escuela primaria Robb, había enviado un mensaje de texto: «Hay un tirador activo. Ayuda. Te amo».
Mientras conducía hacia la escuela, Mena intentaba asimilarlo todo.
«Pensaba en mi interior, esto no puede ser real. No en Uvalde», dijo.
«Siempre se oye hablar de estas cosas que suceden en todas partes, ya sabes, y no pensé que podría suceder en Uvalde porque todo el mundo está muy cerca de los demás. Este lugar es muy pequeño. Este es el último lugar donde lo esperaría».
Los dos hombres llegaron a la escuela más o menos al mismo tiempo, y Mena le dio a Albarado su escopeta de bombeo Remington 870, que guarda en su camioneta, y algunas municiones.
Albarado tomó el arma y se dirigió directamente hacia el colegio, mientras que Mena rodeó el perímetro de seguridad en dirección a la funeraria, donde los niños estaban siendo evacuados.
Fue entonces cuando vio a su hija de 10 años salir del colegio.
«Cuando la vi entrar por la ventana, se me saltaron las lágrimas», dijo Mena. «Fue muy emotivo porque no sabía qué pensar. Así que cuando la vi salir y correr hacia la funeraria, pensé: ‘Oh, gracias a Dios'».
Su sobrino iba justo detrás de ella.
«Les di un abrazo y les dije que los quería», dijo Mena. Luego, tuvo que dejarlos ir con sus compañeros al Centro Cívico: aún no había visto a su hijo de 8 años.
«Esperé a mi hijo, y esos 20 o 30 minutos que pasaron fueron insoportables», dijo. Finalmente, se enteró de que los niños de segundo grado, incluido su hijo, ya habían sido evacuados al Centro Cívico.
«Estoy muy agradecido. Pero al mismo tiempo, seguimos lamentándolo por los padres que perdieron a sus seres queridos. Es trágico en todos los sentidos. Así que estamos rezando por todos [y] haciendo todo lo que podemos para apoyarlos».
Albarado no llegó a utilizar la escopeta: su colega de la unidad táctica de la Patrulla Fronteriza disparó mortalmente al sospechoso Salvador Ramos.
Mena dijo que hay mucha ira en la comunidad sobre la respuesta de la policía después de que se reveló que Ramos permaneció dentro de la escuela durante aproximadamente una hora antes de que le dispararan fatalmente.
Un funcionario del Departamento de Seguridad Pública de Texas (DPS) dijo que el jefe de policía del distrito escolar de Uvalde tomó la «decisión equivocada» de no enfrentarse a Ramos antes.
«Se tomó una decisión en la escena —yo no estaba allí— de que se trataba de una situación de sujeto atrincherado, había tiempo para recuperar las llaves y esperar a que un equipo táctico con el equipo se adelantara y abriera la puerta y se enfrentara al sujeto», dijo el director del DPS Steve McCraw el 27 de mayo.
Mena dijo que para los vecinos es difícil entender la respuesta de la policía.
«No sé qué decir. No hubo contacto, y todavía había niños en riesgo», dijo. «¿Cuántas vidas se podrían haber salvado? Ese va a ser uno de los mayores problemas para esta gente».
Mena dijo que comenzó a llevar la escopeta en su camioneta después de que los disturbios comenzaran en el verano de 2020 y que viajaba con frecuencia a San Antonio.
«Proteger a mi familia es realmente la razón por la que la llevo. No es solo para proteger a mi familia, sino a cualquiera que esté en peligro», dijo.
«No voy a quedarme ahí y dejar que le pase algo a alguien inocente y no responder».
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