El vicepresidente Mike Pence insistió el lunes que la contienda presidencial no terminará hasta que todos los votos legales hayan sido escrutados, y que la Administración Trump continuará presentando demandas legales por los comicios en disputa.
En un tuit, Pence dijo que le dijo a su equipo que «no se ha terminado hasta que se termine… ¡y esto no ha terminado!», añadiendo que el presidente Donald Trump «nunca ha dejado de luchar por nosotros ¡y vamos a seguir luchando hasta que cada voto legal sea contado!»
Los comentarios de Pence —su primera declaración pública desde que muchos medios declararon al nominado demócrata Joe Biden como presidente electo— evocan la perspectiva expresada por otros miembros de la Administración Trump de que algunos de los votos emitidos en las elecciones de 2020 son probablemente ilegítimos y hasta que se hayan resuelto todas las disputas legales, declarar un ganador es demasiado precipitado.
Biden ha declarado la victoria en las elecciones presidenciales, y el sábado una serie de medios le declararon ganador, empezando a referirse a él como presidente electo, un título que el exvicepresidente ha adoptado en su perfil de Twitter.
Trump ha alegado fraude electoral y ha dicho que cualquier declaración de victoria es prematura. Su campaña ha anunciado una serie de demandas legales.
«El simple hecho es que estas elecciones están lejos de haber terminado», dijo Trump en un comunicado. «Joe Biden no ha sido certificado como ganador de ningún estado, y mucho menos de ninguno de los estados altamente disputados que se dirigen a los recuentos obligatorios, o estados donde nuestra campaña tiene demandas legales válidas y legítimas que podrían determinar el ganador final».
«Los votos legales deciden quién es el presidente, no los medios de comunicación», añadió Trump.
The Epoch Times no declarará ganador a ningún candidato hasta que todas las disputas legales sean resueltas.
La declaración de victoria de Biden provocó el rechazo de Trump, quien alegó en un comunicado que algunos medios de comunicación están tratando de restar importancia a las denuncias de irregularidades electorales con el fin de cimentar prematuramente una victoria de Biden.
«Todos sabemos por qué Joe Biden se apresura a hacerse pasar falsamente por el ganador, y por qué sus aliados mediáticos se esfuerzan tanto por ayudarlo: no quieren que la verdad sea expuesta,» dijo Trump.
«El pueblo estadounidense tiene derecho a unas elecciones honestas: eso significa contar todas las boletas legales, y no contar ninguna boleta ilegal. Esta es la única manera de asegurar que el público tenga plena confianza en nuestras elecciones», dijo Trump.
Los comentarios de Pence también destacan la amplia diferencia de actitud entre republicanos y demócratas hacia las elecciones. Los republicanos están presionando para acabar con el fraude electoral invalidando algunas boletas, mientras que los demócratas insisten en que el nivel de fraude es insignificante y recalcan el mensaje de que cada voto cuenta.
La base de datos de la Fundación Heritage sobre fraude electoral contiene 1298 casos probados de fraude electoral a lo largo de décadas, aunque señala que «no es una lista exhaustiva o completa» que no recoge los casos denunciados que no se investigan o procesan. El Brennan Center for Justice, en un informe sobre el fraude electoral (pdf), «encontró tasas de incidentes entre el 0.003 y el 0.025 por ciento», caracterizando sus hallazgos como una «diminuta tasa de incidentes de fraude de suplantación de la personalidad del votante».
El líder de la Mayoría del Senado Mitch McConnell (R-Ky.) fue uno de los republicanos que apoyó las demandas legales de Trump, diciendo el 9 de noviembre desde el hemiciclo del Senado que «el presidente Trump está 100 por ciento en su derecho de investigar las acusaciones de irregularidades y sopesar sus opciones legales».
«Tenemos las herramientas e instituciones que necesitamos para abordar cualquier preocupación», añadió McConnell. «El presidente tiene todo el derecho a investigar las acusaciones y a solicitar recuentos bajo la ley».
Las declaraciones de McConnell se produjeron después de que se informara de que el fiscal general William Barr ha autorizado a los fiscales federales de todo el país a «procesar las acusaciones sustanciales» de irregularidades en la votación, al tiempo que les insta a evitar «las acusaciones engañosas, especulativas, extravagantes o descabelladas», según un memorando firmado por Barr.
The Epoch Times aún no ha recibido una respuesta del Departamento de Justicia para una solicitud de comentarios.
«Les autorizo a procesar las alegaciones sustanciales de irregularidades en la votación y el escrutinio de votos antes de la certificación de las elecciones en sus jurisdicciones en ciertos casos», escribió Barr en el memorando. El fiscal general añadió que «tales investigaciones y revisiones pueden llevarse a cabo si hay alegaciones claras y aparentemente creíbles de irregularidades que, de ser ciertas, podrían potencialmente impactar el resultado de unas elecciones federales en un estado individual».
Al mismo tiempo, instó a los fiscales a «tener mucho cuidado y criterio al abordar las denuncias de irregularidades en la votación y el escrutinio de los votos», y añadió que, «si bien las denuncias graves deben manejarse con mucho cuidado, las afirmaciones engañosas, especulativas, extravagantes o descabelladas no deben servir de base para iniciar investigaciones federales».
Barr también señaló que el memorando no sugiere que el Departamento de Justicia haya llegado a la conclusión de que las irregularidades en la votación han repercutido al resultado de las elecciones en el pasado.
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