Tras semanas de debate sobre el uso obligatorio de mascarillas en los escolares, como medida de mitigación del COVID-19, la secretaria de Sanidad en funciones de Pensilvania, Alison Beam, ha emitido una orden por la que se exige el uso de mascarillas en el interior de los edificios escolares de K-12, los programas de aprendizaje temprano y las guarderías.
La orden, anunciada el martes, entra en vigencia el 7 de septiembre y se aplica a todas las personas que acuden a los edificios educativos, estén vacunadas o no.
Los estudiantes pasaron la mayor parte del último año escolar recibiendo clases virtuales. Cuando regresaron a clases, usaban mascarillas debido a una orden del Departamento de Salud que pedía el uso generalizado de mascarillas.
Esa orden universal se levantó cuando la vacuna estuvo disponible y las personas empezaron a vacunarse masivamente.
Los niños tienen menos probabilidades de contraer COVID-19. Las vacunas ahora están disponibles para cualquier persona de 12 años en adelante.
El gobernador Tom Wolf, un demócrata, dijo originalmente que cualquier decreto futuro para el uso obligatorio de mascarillas se promulgaría solo a nivel local. Pero luego, la semana pasada, pidió a los líderes de la legislatura, liderada por los republicanos de Pensilvania, que volvieran a convocar a la legislatura y aprobaran un decreto para exigirle a todas las escuelas y centros de cuidado infantil que obliguen a los niños a usar mascarillas.
El presidente pro tempore del Senado, Jake Corman, y el presidente de la Cámara de Representantes, Bryan Cutler, rechazaron esa petición, pero recordaron que vacunarse es una buena forma de estar protegido contra el virus.
«Mi oficina ha recibido una avalancha de mensajes de padres que le han pedido a la administración que proteja a todos los niños exigiendo el uso de mascarillas en las escuelas», dijo Wolf en una conferencia de prensa con los departamentos de Salud, Servicios Humanos y Educación. «La ciencia es clara. La variante delta es altamente transmisible y peligrosa para los no vacunados, muchos de los cuales son niños demasiado pequeños para recibir la vacuna. Exigir mascarillas en las escuelas mantendrá a nuestros estudiantes más seguros en las aulas, donde todos queremos que estén».
Wolf consideró que no podía dejar la decisión del uso de mascarillas en manos de los consejos escolares.
«Prefería que los consejos escolares locales tomaran esta decisión. Desgraciadamente, una agresiva campaña nacional está difundiendo información errónea sobre el uso de mascarillas y presionando e intimidando a los distritos escolares para que rechacen las políticas para el uso de mascarillas que mantendrán a los niños seguros y en las escuelas», dijo Wolf. «A medida que vemos que los casos entre los niños aumentan en Pensilvania y en todo el país, esto es especialmente peligroso y desafiante mientras buscamos mantener a los niños en la escuela y mantener un ambiente de aprendizaje seguro y saludable».
Datos perdidos
Los senadores republicanos han pedido datos a los funcionarios del Departamento de Salud que muestren cuántos de los hospitalizados han sido vacunados. En una carta a Wolf, dijeron que entienden que la mayoría de los hospitalizados con COVID en Pensilvania no están vacunados.
Esas cifras no se proporcionaron en el comunicado de prensa del martes.
“La realidad en la que vivimos ahora es muy diferente a la de hace un mes”, dijo la secretaria de salud interina, Alison Beam, en un comunicado. “Con el aumento de la cantidad de casos, la situación ha llegado al punto en que necesitamos tomar esta acción para proteger a nuestros niños, maestros y personal. La ciencia es clara. Si queremos mantener nuestras escuelas abiertas, mantener el aprendizaje en las aulas y permitir que continúen los deportes y otras actividades, el enmascaramiento aumenta significativamente nuestras posibilidades de hacerlo”.
Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) y la Academia Estadounidense de Pediatría recomiendan el uso generalizado de mascarillas en las escuelas.
La variante delta es más contagiosa que la cepa original del virus, y representa más del 92 por ciento de los casos actuales de COVID-19 en Pensilvania, dijo el Departamento de Salud en un comunicado de prensa. Desde julio, cuando las escuelas comenzaron a discutir los planes de salud y seguridad, el número de casos de COVID-19 de Pensilvania ha aumentado de menos de 300 por día a más de 3000 por día. Los casos entre los niños en edad escolar aumentaron en más de 11,000 en el último mes, y en más de 79,000 desde enero de 2021 hasta agosto de 2021.
El gobierno de Wolf sigue instando a los habitantes de Pensilvania, que reúnen los requisitos, para que se vacunen.
Beam firmó la orden bajo la autoridad que le proporciona la Ley de Prevención y Control de Enfermedades, según un comunicado de prensa.
La orden se aplica a todos los que se encuentran en el interior de las escuelas públicas K-12, incluidas las escuelas autónomas físicas, las escuelas privadas y vinculadas a religiones, los centros profesionales y técnicos y las unidades intermedias. La orden también se aplica a los programas de aprendizaje temprano y a los proveedores de cuidado infantil para niños de 2 años en adelante, según lo recomendado por los CDC.
La orden no se aplica a los deportes escolares ni a las actividades al aire libre.
El incumplimiento de la orden puede someter a una persona a sanciones en virtud de la Ley de Control y Prevención de Enfermedades de 1955 y a enfrentar la adjudicación de responsabilidades, según el comunicado de prensa.
El líder de la mayoría de la Cámara de Representantes de Pensilvania, Kerry Benninghoff, un republicano, emitió una declaración sobre el decreto: “Después de meses de decirles a los residentes de Pensilvania que las órdenes de mitigación son cosa del pasado, la administración Wolf una vez más volvió a faltar a su palabra y emitió otro mandato estatal, mal aconsejado, que priva a las comunidades de Pensilvania del control local y de la autodeterminación de las comunidades en las decisiones de salud pública. Desafortunadamente, la administración ha hecho oídos sordos al pueblo de Pensilvania que aprobó dos enmiendas constitucionales, en mayo, para que las cosas empiecen a funcionar de manera diferente en este estado. Los republicanos de la Cámara están listos para seguir adelante con el objetivo de las enmiendas y ya están en el proceso de analizar seriamente los posibles cambios legislativos que abordan el uso indebido de la ley actual por parte de esta administración”.
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