El Pentágono anunció el 23 de agosto que había llevado a cabo ataques aéreos en Siria dirigidos contra las milicias respaldadas por Irán para “proteger a las fuerzas estadounidenses” en dicha zona del Medio Oriente.
Las autoridades dijeron que los ataques aéreos de precisión del martes fueron ordenados por el presidente Joe Biden y se llevaron a cabo en Deir ez-Zor, una provincia estratégica que limita con Irak y contiene campos petroleros.
Fueron necesarios para “defender y proteger a las fuerzas estadounidenses de ataques como los ocurridos el 15 de agosto contra el personal estadounidense por parte de grupos respaldados por Irán”, dijo el Comando Central de Estados Unidos a través de una declaración.
En los ataques se vieron varios drones no identificados supuestamente lanzados por milicias respaldadas por Irán, que apuntaban a la guarnición de al-Tanf Garrison, la que está situada al sur de Siria cerca de la triple frontera con Jordania e Irak, utilizada por las fuerzas estadounidenses. En ese momento, el Comando Central de EE. UU. dijo que el asalto había causado “cero bajas y ningún daño”.
“Loa ataques de Estados Unidos estaban dirigidos contra instalaciones con infraestructura específica, utilizadas por grupos afiliados al Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Islámica de Irán”, dijo el martes el Comando Central de Estados Unidos.
“Estados Unidos tomó medidas deliberadas y proporcionadas con la intención de limitar el riesgo de una escalada y minimizar el riesgo de víctimas”, añadió la declaración. “El presidente dio la dirección de estos ataques en conformidad con su autoridad del Artículo II para proteger y defender al personal estadounidense interrumpiendo o disuadiendo los ataques de grupos respaldados por Irán”.
El Comando Central de EE. UU. no indicó si hubo víctimas por los ataques aéreos.
«Proteger y defender a nuestra gente»
La declaración agregó que Estados Unidos “no busca el conflicto, pero continuará tomando las medidas necesarias para proteger y defender a nuestro pueblo” y que las fuerzas estadounidenses “permanecen en Siria para asegurar la permanente derrota del ISIS”.
El coronel Joe Buccino, portavoz del Comando Central de EE. UU., dijo a CNN que las fuerzas estadounidenses habían atacado a un grupo de búnkeres en el ataque aéreo del martes, los que se utilizan para almacenar municiones y también para el apoyo logístico de grupos respaldados por Irán en Siria.
Las fuerzas estadounidenses habían pasado cientos de horas realizando un seguimiento y una vigilancia exhaustiva de 13 búnkeres que se encuentran en el mismo complejo en el este de Siria y que el ataque tenía la intención de alcanzar a 11 de ellos, ya que no estaba claro si había personas dentro de los otros dos búnkeres, dijo Buccino.
Finalmente, las fuerzas militares llevaron a cabo ataques en nueve de los búnkeres porque había un pequeño grupo de personas cerca, añadió el portavoz señalando que las fuerzas tenían como objetivo destruir los búnkeres y que no se reportaron muertes según una evaluación inicial del ataque.
Deir ez-Zor está controlado por grupos de milicianos respaldados por Irán y fuerzas sirias, los que han sido blanco de aviones de combate israelíes en ataques anteriores.
Las fuerzas estadounidenses se desplegaron por primera vez en Siria en 2015 durante la campaña de la administración Obama contra ISIS respaldando a las fuerzas aliadas, un grupo liderado por kurdos llamado Fuerzas Democráticas Sirias, en su lucha contra el grupo terrorista. Hay alrededor de 900 soldados estadounidenses en Siria, la mayoría de ellos ubicados en el este.
Los ataques aéreos se produjeron mientras Washington decía que estaba estudiando un borrador de un acuerdo propuesto por la Unión Europea para volver al anterior acuerdo nuclear con Irán, de 2015.
Estados Unidos se retiró del acuerdo nuclear de 2015 bajo la presidencia de Donald Trump, sin embargo Biden espera que Irán vuelva al acuerdo en un esfuerzo por evitar que el país refuerce su programa nuclear.
Con información de Associated Press y Reuters
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