Puede ser un proceso difícil e impredecible, navegar por la relación familiar entre una querida mascota y un bebé recién nacido. Pero para una familia del norte de California, no cabe duda de que su bullmastiff, de 3 años, cuidó a su hijo desde el principio.
Bonnie Michalek y su marido dieron la bienvenida a su «primer bebé», el Bullmastiff Brutus, un cachorro en 2016. El dulce cachorro se convirtió rápidamente en el mejor amigo de la pareja y en el ferviente protector de Bonnie, especialmente después de que Bonnie descubriera que estaba embarazada de su primer hijo.
«Definitivamente lo percibió antes de que yo lo supiera», se maravilló Bonnie, hablando con The Dodo.
Bonnie recordó cómo Brutus se negaba a dormir en su jaula en las noches en las que su marido trabajaba y la futura mamá estaba sola en casa. «Mirando atrás pensé que solo estaba siendo un malcriado», reflexionó Bonnie, «pero en realidad estaba tratando de protegerme».
La pareja tenía muy pocas dudas sobre cómo se comportaría Brutus una vez que el bebé naciera. «Siempre le han gustado los niños», explicó Bonnie. «Cada vez que oye a los niños reírse afuera se emociona».
Bruto estaba tan emocionado, de hecho, que no dudó en saludar al bebé Kayden con una cariñosa lamida en la cara la primera vez que sus padres trajeron al bebé a casa en enero de 2018; fue amor a primera vista». Brutus pasó por alto a mi marido para conocer a Kayden», recordó Bonnie. «Inmediatamente quiso darle besos y acurrucarse con él».
Desde ese momento, las adorables interacciones de Brutus y Kayden fueron inmortalizadas en Instagram para que los 15,000 seguidores de la familia las disfruten.
Un gesto en particular convenció a Bonnie y a su marido de que su recién nacido y su fiel cachorro estaban destinados a convertirse en mejores amigos. Siempre que Kayden lloraba, Brutus buscaba su juguete favorito para consolarlo.
«Es el único juguete que no se romperá en cinco minutos», comentó Bonnie, hablando con The Dodo de la suave pelota amarilla que Brutus eligió para calmar al bebé Kayden.
«Toma, hermano, puedes quedarte con mi bola de felpa», escribió Bonnie junto a una foto de la dulce interacción en Instagram, añadiendo, «nota al pie: cada vez que Kayden llora, Brutus encuentra su bola de felpa e intenta llevársela a K. Es tan dulce».
La acción bondadosa de Brutus mostró cuán profundo era su amor por su nuevo hermanito; desde ese momento, llevar la suave pelota amarilla a Kayden se convirtió en la respuesta de Brutus cada vez que escuchaba al bebé, comenzar a llorar.
Los padres de Kayden no fueron los únicos que encontraron el gesto del dulce perro conmovedor. «Eso tocó mi corazón, más allá de lo adorable», comentó una persona en internet. «Preciosos bebés, ambos. Gracias por compartir esto, me han alegrado la semana».
«Ustedes son los bendecidos», escribió otro, «y pueden ver el amor y las sonrisas y el comportamiento orgulloso de su hermoso perro».
Según American Kennel Club, los bullmastiffs son típicamente afectuosos, leales y valientes. Describiendo la raza como «criaturas dóciles y confiables», el AKC dice que los bullmastiffs son usualmente intrépidos en el trabajo y dóciles en el hogar; este último describe a Brutus en pocas palabras.
Después de ver a sus «dos chicos» llevarse tan bien, los Michaleks comenzaron a planear su tradición veraniega de visitar su cabaña y disfrutar de largas caminatas bajo el sol del verano.
Después de que el leal perro asumiera su nuevo rol protector como un pato en el agua, parece que Kayden tiene un amigo de por vida en el «hermano mayor» Brutus.
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