El ataque expansivo del régimen chino contra el grupo de fe, Falun Gong, muestra que Beijing percibe la libertad como una amenaza para su control totalitario, según el representante Chris Smith (R-N.J.).
El legislador también pidió al Congreso que castigue al régimen comunista por la sustracción forzada de órganos de prisioneros de conciencia, incluidos los practicantes de Falun Gong, práctica que describió como la encarnación del «salvajismo inhumano».
Smith hizo estas declaraciones en un comunicado días antes del 23º aniversario de un llamamiento pacífico de los practicantes de Falun Gong en Beijing el 25 de abril de 1999, cuando unos 10,000 practicantes se reunieron en la sede del Partido Comunista Chino en busca de un entorno que les permitiera practicar su fe sin interferencias ni acoso del Estado.
El llamamiento se produjo tres meses antes de que el régimen chino iniciara una amplia campaña de persecución contra esta práctica espiritual, que aún persiste en la actualidad.
“La brutal respuesta del Partido Comunista Chino a los manifestantes pacíficos de Falun Gong el 25 de abril de 1999 subraya la amarga verdad de que las libertades democráticas fueron una amenaza percibida por el gobierno chino en ese momento y siguen siendo una amenaza percibida ahora, con el régimen comunista haciendo todo lo posible por reprimir a los miembros de Falun Gong en China todos los días», dijo el congresista en una declaración del 22 de abril a NTD, medio afiliado a The Epoch Times.
«Incluso algo tan inocente como sentarse en una posición de loto representa una afrenta para los señores totalitarios de la China contemporánea», agregó.
Smith se refería a una meditación sentada que forma parte de los cinco ejercicios de meditación de Falun Gong, también conocido como Falun Dafa, que también consiste en enseñanzas morales enfocadas en los valores fundamentales de verdad, benevolencia y tolerancia.
La disciplina espiritual, que se hizo pública en el noreste de China en 1992, creció hasta convertirse en la en la práctica más numerosa y de mayor crecimiento en China en 1999. Sin embargo, el entonces líder chino Jiang Zemin, sintiéndose amenazado por su popularidad, lanzó en julio una campaña masiva de persecución contra la práctica y sus practicantes.
Desde 1999, millones de practicantes de Falun Gong han sido recluidos dentro de prisiones, campos de trabajos forzados y otras instalaciones en China, según estimaciones del Centro de Información de Falun Dafa.
«Hoy en día, los practicantes de Falun Gong siguen siendo arrestados, encarcelados, torturados y sometidos a la más cruel de las muertes—incluyendo vivisecciones en vivo para sustraer sus órganos para venderlos en el mercado médico—simplemente porque creen en los derechos humanos básicos y en las libertades fundamentales de religión, expresión y reunión», dijo Smith.
“Admiramos su valentía y compromiso frente a tal opresión”, agregó.
El legislador se refería a la sustracción forzada de órganos por parte del régimen chino a los practicantes de Falun Dafa detenidos, una práctica que un tribunal independiente concluyó en 2019 que había ocurrido durante años en una escala sustancial y que continúa persistiendo. La espeluznante práctica consiste en matar a los practicantes encarcelados para obtener sus órganos y abastecer el lucrativo mercado de trasplantes del país.
Smith presentó anteriormente una legislación para sancionar a los funcionarios involucrados en la sustracción forzada de órganos e instó a sus colegas a apoyar el proyecto de ley.
“El Congreso debe actuar ahora para aprobar mi legislación destinada a combatir la trata de personas y la sustracción de órganos y penalizar a los países que practican o toleran tal salvajismo inhumano», dijo Smith.
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