El Secretario de Transporte, Pete Buttigieg, quien estuvo ayudando a la administración Biden a imponer los vehículos eléctricos (VE) a los reacios estadounidenses obstinadamente apegados a los fiables carros y camiones de gasolina y diésel, admitió tener problemas con su propio VE.
Buttigieg, uno de los principales impulsores de la adopción generalizada de los vehículos eléctricos por parte de la administración Biden, admitió en una entrevista reciente con el Wall Street Journal que tuvo problemas para encontrar estaciones de recarga fiables para los vehículos eléctricos durante sus desplazamientos.
«Definitivamente tuvimos esa experiencia», dijo Buttigieg al WSJ, refiriéndose a los intentos de cargar su vehículo eléctrico pero al comprobar que las estaciones de carga no funcionaban. «De hecho, lo tuvimos hace sólo unos días en un parque de la ciudad».
«Imagínese lo que supondría no poder estar seguro de que al entrar en una gasolinera va a poder cargar gasolina», añadió.
Su admisión se produjo mientras la agencia federal que dirige anunciaba una financiación de 100 millones de dólares para estaciones de recarga de vehículos eléctricos.
«Se trata de garantizar que el acceso a la recarga sea tan fiable como lo es hoy el acceso al combustible para los carros de gasolina, y sabemos que no es sólo una cuestión de cantidad, sino también de calidad», declaró Buttigieg a WSJ.
Los 100 millones de dólares se destinarán a reparar y sustituir las estaciones de recarga de vehículos eléctricos existentes pero no operativas, según un comunicado de prensa del Departamento de Transporte (DOT).
«Esta financiación representa el último paso hacia la construcción de una red de recarga cómoda, asequible y fiable que llegue a todos los rincones de nuestro país», declaró Buttigieg en un comunicado.
La fiabilidad de las estaciones de recarga de vehículos eléctricos es un problema en Estados Unidos, y no sólo por el hecho de que el comunicado de prensa del Departamento de Transporte esté salpicado de varias permutaciones de la palabra «fiable».
Los datos del Localizador de Estaciones del Centro de Datos de Combustibles Alternativos (AFDC) del DOT, que identifica las estaciones de recarga temporalmente fuera de servicio, muestran que de los casi 152,000 puertos públicos de recarga, 6261 estaban temporalmente fuera de servicio el 11 de septiembre.
Esta última iniciativa para impulsar el VE forma parte del Programa Nacional de Infraestructuras para Vehículos Eléctricos (NEVI), un plan de 5000 millones de dólares creado por la Ley Bipartidista de Infraestructuras para ayudar a los estados a construir sus infraestructuras de recarga de VE.
La Administración Federal de Carreteras, que administra el programa NEVI, estima que los 100 millones de dólares anunciados por el Departamento de Transporte cubrirán probablemente los costos de reparación o sustitución de todos los proyectos subvencionables.
«Cargar el vehículo eléctrico debería ser tan fácil y cómodo como llenar el depósito de gasolina, y esta inversión hará que nuestra red de recarga de VE sea más fiable, y punto», declaró en un comunicado el Administrador Federal de Carreteras, Shailen Bhatt.
Ansiedad por la autonomía
Una de las principales preocupaciones de los estadounidenses que se plantean cambiar a un VE es la ansiedad por la autonomía, es decir, el miedo a conducir un VE y quedarse sin batería sin poder encontrar un puerto de carga y acabar tirado en la calle.
Según un estudio reciente de la Asociación Americana del Automóvil (AAA), la autonomía de un VE puede reducirse hasta una cuarta parte cuando el vehículo lleva cargas pesadas.
«La ansiedad por la autonomía sigue siendo una de las principales razones por las que los consumidores dudan en cambiar los vehículos de gasolina por los eléctricos», declaró Adrienne Woodland, portavoz de la AAA.
Otro estudio reciente (pdf) de la consultora Ernst & Young —en colaboración con el organismo europeo de la industria energética Eurelectric— concluye que la ansiedad por la autonomía es la segunda preocupación más citada a la hora de pasarse al VE, mientras que la falta de estaciones públicas de recarga ocupa el primer lugar.
El estudio apunta a una necesidad estimada de 68,9 millones de cargadores en Estados Unidos y Canadá de aquí a 2035 para apoyar el ritmo de transformación del VE.
El Presidente Joe Biden se fijó el objetivo de que en 2030 el 50 por ciento de los vehículos nuevos sean VE o híbridos enchufables.
En apoyo de este objetivo, la Agencia de Protección del Medio Ambiente de EE.UU. (EPA) presentó en abril una propuesta para el plan de reducción de emisiones de vehículos más agresivo hasta la fecha, que exige recortes del 13 por ciento de la contaminación media anual y una reducción del 56 por ciento de las emisiones medias previstas del parque respecto a los requisitos de 2026.
Pero mientras el gobierno de Biden sigue adelante con la transición hacia el VE, parece haberse enfriado el entusiasmo de los conductores estadounidenses por hacer el cambio.
“En declive”
Una encuesta realizada el 18 de agosto por J.D. Power revela que la satisfacción de los propietarios con la recarga de los VE «está en declive».
«La recarga pública puede ser difícil, ya que los puntos de recarga abarrotados prolongan los tiempos de espera, y los frecuentes periodos de inactividad pueden hacer que sea difícil encontrar un punto de recarga que funcione».
Según la encuesta, la satisfacción de los propietarios de vehículos eléctricos con los tiempos de recarga de nivel 2 descendió hasta los 455 puntos (de un total de 1000 posibles), mientras que la satisfacción con los cargadores rápidos de corriente continua cayó 30 puntos, hasta los 588. Estos descensos se suman a la insatisfacción general con la recarga pública de vehículos eléctricos, que ya alcanzó su nivel más bajo desde que comenzó la encuesta en 2021.
«Las puntuaciones de satisfacción decrecientes para la carga pública deberían preocupar a los fabricantes de automóviles y, más ampliamente, a las partes interesadas en la carga pública», dijo Brent Gruber, director ejecutivo de la práctica de EV en J.D. Power, en un comunicado.
El estratega geopolítico Peter Zeihan descartó la posibilidad de que los vehículos eléctricos se generalicen en los próximos 10 años, alegando limitaciones en los materiales y problemas no resueltos en la cadena de suministro.
«El litio procede de un solo lugar y se procesa en China. Así que construir una infraestructura de procesamiento alternativa… y, por cierto, también tenemos que invadir Rusia… solo para obtener los materiales necesarios para fabricar vehículos eléctricos a gran escala es irrisorio para la próxima década», afirmó durante un evento en septiembre del 2022.
«Necesitamos una nueva serie de avances tecnológicos en la ciencia de los materiales antes de que eso sea posible», añadió.
Con información de Naveen Athrapully.
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