DUBLÍN—Abogados internacionales instaron el miércoles a la FIFA a defender su propia política y examinar el historial de derechos humanos de Arabia Saudita antes de elegir al reino como anfitrión de la Copa Mundial varonil de 2034.
Un documento de 22 páginas fue entregado a la sede de la FIFA en Zurich en nombre de Mark Pieth y Stefan Wehrenberg de Suiza y del abogado británico Rodney Dixon. Ofrecieron trabajar con la FIFA en un plan de acción y seguimiento de Arabia Saudita por parte de expertos independientes.
Su documento pide a la FIFA que utilice su influencia ahora con Arabia Saudita para cumplir con los estándares internacionales de derechos humanos que la propia política del organismo mundial del fútbol desde 2017 ha exigido a los anfitriones del torneo.
«Es obvio que Arabia Saudita está muy por debajo de esos requisitos», afirma el documento. «Teniendo en cuenta esto, tal como están las cosas actualmente, la FIFA simplemente no puede permitirle adecuadamente albergar la Copa del Mundo de 2034».
Citan el historial de Arabia Saudita en materia de libertad de expresión y reunión, tratamiento de prisioneros y trabajadores migrantes, y leyes de tutela masculina que limitan las libertades personales de las mujeres.
Arabia Saudita ha dicho constantemente que está cambiando rápidamente como parte del programa Visión 2030 para modernizar la economía y la sociedad del reino impulsado por el príncipe heredero Mohammed bin Salman. Organizar más eventos deportivos y de entretenimiento es clave para que el programa sea menos dependiente de las riquezas petroleras.
Arabia Saudita es el único candidato para albergar la Copa del Mundo de 2034 en un proceso acelerado que la FIFA abrió en octubre pasado por sorpresa.
Al negociar un acuerdo para organizar conjuntamente tres continentes y seis países para el torneo de 2030, la FIFA efectivamente despejó el camino para que Arabia Saudita obtuviera la siguiente edición sin una candidatura rival.
La candidatura saudí debe presentarse formalmente en julio y será confirmada el 11 de diciembre en una votación online de las 211 federaciones miembros de la FIFA.
Los abogados quieren que la FIFA utilice la influencia que tiene ahora con el intento de cumplir con la propia política del organismo de fútbol redactada hace siete años por el profesor de la Universidad de Harvard, John Ruggie. Anteriormente dio forma a los principios rectores de las Naciones Unidas sobre empresas y derechos humanos.
«Démosle una oportunidad a la FIFA», dijo Pieth a The Associated Press en una entrevista telefónica. «La FIFA ha escrito un documento impresionante y me encantaría ver que la FIFA esté a la altura de sus estándares».
Pieth trabajó previamente con la FIFA entre 2011 y 2014 asesorando sobre reformas anticorrupción y de buen gobierno después de un escándalo de soborno en su elección presidencial celebrada seis meses después de que Rusia y Catar fueran elegidos como futuros anfitriones de la Copa del Mundo. Reformas claves como la limitación de mandatos para altos funcionarios están ahora en retirada en todo el fútbol y la FIFA se resistió totalmente a incluir personas ajenas e independientes a su comité gobernante.
Después de la controversia sobre la falta de escrutinio del anfitrión de la Copa Mundial de 2022, Catar —principalmente por el trato dado a los trabajadores inmigrantes necesarios para construir estadios y proyectos de infraestructura— la FIFA actuó hace siete años para incorporar evaluaciones de derechos humanos de los postores del torneo.
Desde 2017, un año después de que Gianni Infantino fuera elegido presidente de la FIFA tras amplias investigaciones sobre funcionarios corruptos del fútbol, ha establecido estrechos vínculos con Arabia Saudita y su príncipe heredero.
Pieth, Wehrenberg y Dixon dijeron que su documento para la FIFA fue escrito «en nombre de personas que sufren graves violaciones de sus derechos humanos y libertades básicos por parte de Arabia Saudita».
«Los autores de esta presentación están dispuestos a colaborar constructivamente con la FIFA para garantizar que, al menos, se cumplan estos requisitos mínimos», dijeron.
Se contactó a la FIFA para solicitar comentarios.
Las bases de candidatura para las Copas Mundiales de 2030 y 2034 comprometen a la FIFA a respetar los derechos humanos en «actividades relacionadas con la candidatura y la organización» de torneos, más que en la sociedad en general.
Pieth dijo a la AP que cualquier grupo de monitoreo de Arabia Saudita respaldado por la FIFA debe tener «independencia y expertos reales y creíbles». El documento enviado a la FIFA decía que debería incluir «miembros expertos de grupos de víctimas, ONG, agencias de la ONU, sindicatos internacionales y organizaciones de la sociedad civil».
La Comisión de Derechos Humanos saudí, respaldada por el Estado y cuyo líder se reunió con Infantino en Jeddah en diciembre durante el Mundial de Clubes, «no era una alternativa apropiada» a un grupo independiente, afirmó el periódico.
El trabajo de Ruggie con la FIFA incluyó una junta asesora de derechos humanos que se cerró después de entregar un informe programado a principios de 2021, eliminando un foro para supervisar a Catar a menos de dos años de la Copa del Mundo.
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