Los fiscales del llamado caso de «pago por silencio» presentaron documentos judiciales el martes alegando que el expresidente Donald Trump violó la orden de silencio del juez al hacer comentarios sobre testigos potenciales y probables involucrados en el juicio.
Hace varias semanas, el juez Juan Merchan impuso la orden de silencio al presidente Trump, escribiendo que no puede hacer comentarios públicos sobre testigos como el exabogado Michael Cohen o la intérprete para adultos Stephanie Clifford, también conocida como Stormy Daniels.
«Esta Corte debería amonestar de nuevo al acusado para que cumpla con sus obligaciones bajo la orden, y, por último, esta corte debería advertir al acusado de qué futuras violaciones de las restricciones de este Corte sobre sus declaraciones extrajudiciales pueden ser castigadas no solo con multas adicionales, sino también con un período de encarcelamiento de hasta treinta días», escribieron el martes los fiscales a las órdenes del fiscal general demócrata de Manhattan, Alvin Bragg.
Ellos argumentaron que es «absolutamente crítico que el acusado detenga inmediatamente cualquier conducta que pueda violar las estrechas restricciones de la orden del 1 de abril para proteger la integridad del juicio en curso», agregaron los fiscales, según la presentación judicial.
El 45º presidente debe ser multado con 1000 dólares por la violación, escribieron los fiscales. El juez Merchan programó una audiencia sobre la moción para el 23 de abril, es decir, dentro de una semana.
La moción judicial se produjo después de que un fiscal de Bragg, Joshua Steinglass, hiciera referencia a un posteo reciente de Trump en Truth Social en el que el expresidente llamó al Sr. Cohen y la Sra. Clifford «dos sleazebags» (bolsas de mala calidad). El expresidente se ha quejado de que al Sr. Cohen y a la Sra. Clifford, ambos testigos clave de la acusación, se les permite criticarlo en los medios de comunicación mientras que él tiene que permanecer en silencio.
A principios de abril, el juez Merchan amplió una orden de silencio contra el expresidente después de que él posteara en las redes sociales mensajes criticando a la hija del juez como una operaria del Partido Demócrata y sugiriendo que es evidencia de que el juez no le dará un juicio justo.
Los abogados del expresidente argumentaron que la orden de silencio es un freno inconstitucional a los derechos de libertad de expresión del presunto candidato republicano mientras hace campaña para la presidencia y lucha contra cargos penales.
«Los daños a la Primera Enmienda derivados de esta orden son irreparables», dijo el abogado del Sr. Trump, Emil Bove, en una audiencia de emergencia la semana pasada en una Corte de apelaciones. El Sr. Bove también argumentó que el presidente Trump no debería ser sometido a una orden de silencio mientras los críticos lo atacan rutinariamente.
El Sr. Bove argumentó la semana pasada que la orden restringe inconstitucionalmente las críticas del presidente Trump sobre el caso, junto con su capacidad para hablar con el público votante y su derecho a oír de él.
En respuesta, Steven Wu, el jefe de la corte apelaciones de la oficina del fiscal del distrito de Manhattan, contrarrestó que hay un «interés público en proteger la integridad del juicio».
«De lo que estamos hablando aquí es del historial incontestable del acusado de hacer comentarios incendiarios y denigrantes» sobre personas implicadas en el caso, dijo el Sr. Wu. «Esto no es un debate político. Son insultos».
El Sr. Wu afirmó que los fiscales ya han tenido problemas para conseguir que algunos testigos declaren «porque saben lo que sus nombres en la prensa pueden provocar». El Sr. Wu no identificó a los testigos, pero señaló que entre ellos había personas que testificarían sobre las prácticas de mantenimiento de registros.
Antes del segundo día de su juicio, el expresidente volvió a criticar al juez Merchan, diciendo en Truth Social que debería levantarse la orden de silencio y que el caso debería haberse desestimado hace tiempo. En declaraciones a los periodistas, antes de entrar en la sala de la corte de Manhattan, el presidente Trump dijo que debería estar haciendo campaña en lugares como Pensilvania y Florida, en lugar de verse obligado a sentarse en un tribunal todo el día.
El primer día del juicio, el juez Merchan advirtió directamente al presidente Trump de que, si no se presentaba en la corte, podría enfrentarse a la posibilidad de ser detenido y encarcelado. Sus abogados pidieron al juez varios días libres, entre ellos permitir al expresidente asista a una vista a la Corte Suprema y a la graduación de bachillerato de su hijo Barron.
El caso criminal de Nueva York involucra acusaciones de que el expresidente falsificó los registros de su compañía para ocultar la naturaleza de los pagos al Sr. Cohen, quien dijo que lo ayudó a enterrar historias negativas durante su campaña de 2016. Las actividades del Sr. Cohen incluyen el pago de USD 130,000 para suprimir las afirmaciones de un encuentro sexual extramatrimonial con el presidente Trump años antes, que el expresidente ha negado.
El año pasado, el expresidente se declaró inocente de 34 cargos de delito grave y también negó las afirmaciones de la Sra. Clifford. Sus abogados sostienen que los pagos durante las elecciones de 2016 al Sr. Cohen, que cumplió condena en una prisión federal por una serie de cargos, fueron gastos legítimos.
A partir del martes por la mañana, varias docenas de posibles miembros del jurado en el caso fueron despedidos por el juez. Muchos de ellos dijeron que serían incapaces de permanecer imparciales en la prestación de una decisión.
Se espera que el juicio dure unas ocho semanas. Algunos analistas han dicho que el proceso de selección del jurado podría durar hasta dos semanas.
Con informacón de The Associated Press.
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