Tras el vergonzoso y costoso fracaso operativo de Southwest Airlines, sus pilotos se acercan a una votación para autorizar la huelga.
El presidente del sindicato, Casey Murray, declaró que la Asociación de Pilotos de Southwest Airlines (SWAPA) lleva tres años luchando por conseguir un contrato que establezca salvaguardias para mantener las operaciones de la aerolínea en equilibrio y evitar la fatiga de los pilotos.
«En nuestra opinión, nuestro contrato debe proporcionar algunas salvaguardias para proteger a los pilotos de sí mismos», declaró Murray en un video de actualización publicado el 9 de enero en el sitio web de SWAPA.
El sindicato, que representa a 10,000 pilotos, ha presionado para que se incluya en el contrato un lenguaje que aborde las cuestiones de programación. Estos fueron algunos de los puntos débiles que provocaron el colapso de las operaciones de Southwest a finales de 2022.
Desde entonces, los líderes dijeron que la falta de progreso en la mesa de negociaciones y la falta de comunicación con SWAPA –durante y después del colapso– podrían forzar la mano del sindicato.
Una autorización de huelga sería el primer paso de un proceso de meses que la ley federal exige antes de cualquier paro laboral. Los sindicatos suelen utilizar las votaciones de autorización de huelga para impulsar las negociaciones contractuales.
Es posible que no se celebre tal votación.
«Esa es nuestra esperanza», dijo Murray, «[pero] sí preveo que ocurra». No precisó cuándo. Eso dependería principalmente de los próximos movimientos de la empresa, añadió.
The Epoch Times no recibió respuesta inmediata a un mensaje enviado el 16 de enero en busca de comentarios de Southwest. Varios otros sindicatos de la aerolínea también operan con contratos obsoletos. Sin embargo, Southwest anunció recientemente que había llegado a un acuerdo con los sindicatos que representan a 200 instructores de vuelo y 50 trabajadores de mantenimiento de instalaciones.
La suerte del sindicato está ligada a la aerolínea
Del 21 al 31 de diciembre, Southwest canceló 16,700 vuelos.
Las interrupciones provocaron una oleada de quejas de clientes, un par de investigaciones federales y dos demandas de clientes y accionistas.
La compañía calcula que el coste del desastre podría ascender a 825 millones de dólares.
La SWAPA quiere ser aliada de la compañía, según Murray y otros dirigentes, porque los pilotos dependen de la aerolínea para su subsistencia.
«No somos un sindicato nacional. Nos centramos exclusivamente en Southwest Airlines y queremos que tenga éxito», afirmó Murray.
Aun así, el sindicato tiene que salvaguardar también los intereses de sus afiliados. «Southwest nos da un cheque, pero SWAPA pone la cantidad», dijo.
Problemas de programación antes de la crisis
El sistema de programación de pilotos de la aerolínea ha sido un punto de discordia entre SWAPA y la compañía durante años. SWAPA afirma que sus advertencias no fueron escuchadas, lo que provocó la crisis de diciembre.
Mientras una fuerte tormenta se desplazaba por todo el país, trayendo nieve y temperaturas gélidas, las computadoras y el personal de programación de tripulaciones de Southwest se mostraron incapaces de procesar los cambios con la suficiente rapidez.
El caos se apoderó de Southwest, que perdió el rastro de sus empleados y la comunicación se interrumpió.
Los auxiliares de vuelo y los pilotos han declarado públicamente que las tripulaciones tuvieron que soportar largas horas de espera telefónica para informar de su paradero.
Durante años, antes del colapso, SWAPA envió mensajes a los ejecutivos y discutió las deficiencias operativas.
El sitio web del sindicato incluye varios ejemplos de estos mensajes desde 2022.
En abril de 2022, SWAPA envió una carta abierta al CEO Bob Jordan, diciendo: «Nuestros anticuados procesos de programación y tecnología simplemente no pueden manejar las complejidades de la red actual».
Luego, en diciembre, solo unas semanas antes del colapso, SWAPA llevó a cabo piquetes informativos en un «día del inversor» a lo largo de Wall Street en la ciudad de Nueva York.
En un comunicado de prensa se decía que el objetivo era llamar la atención de los inversores «sobre las continuas eficiencias operativas» que han afectado a Southwest.
Además, según el comunicado de prensa de los pilotos, «la necesidad de un nuevo contrato es imperativa, ya que los índices de fatiga de los pilotos siguen rondando máximos históricos».
«Los pilotos desean destacar —una vez más— la desviación de la compañía de sus valores fundamentales de cuidar a sus empleados y obligar a la compañía a negociar de buena fe y (en) el mejor interés de la aerolínea», dijo el sindicato en ese momento.
Las negociaciones comenzaron en 2020
Las conversaciones contractuales comenzaron en marzo de 2020, varios meses antes de que el contrato expirara el 31 de agosto de 2020. Según la ley federal, los contratos de los empleados de las aerolíneas no expiran; siguen en vigor y se convierten en «enmendables».
Tras una reciente sesión de negociaciones, SWAPA envió por correo electrónico una actualización a sus miembros el 14 de enero.
«Esta actualización no es una buena noticia. Es como si la crisis nunca hubiera ocurrido. La empresa sigue sin reconocer que el mal uso de nuestro contrato actual fue uno de los factores del caos operativo», decía la actualización. «Y lo que es peor, sigue sin haber interés en utilizar las soluciones de SWAPA para evitar que vuelva a ocurrir».
La planificación de horarios era el principal —y único— tema que SWAPA tenía en la agenda, decía la actualización, añadiendo: «Después del colapso, tuvimos que hablar de las normas de trabajo».
Para abordar las preocupaciones, los miembros del comité negociador dicen que se ofrecieron a trabajar temprano y quedarse hasta tarde todos los días, «pero nos encontramos con resistencia».
El sindicato dijo que los altos ejecutivos de Southwest han declarado en repetidas ocasiones que las negociaciones contractuales son arduas, por lo que los retrasos en llegar a un acuerdo son normales.
Sin embargo, el comité negociador, que representó a los pilotos durante la última ronda de conversaciones contractuales en 2016, no está de acuerdo.
«Esto no es normal. Después de tres años de negociaciones y tras el peor colapso de nuestra historia, la compañía sigue manteniendo a su sindicato a distancia y permite que su negociador principal paralice el progreso», dice la actualización de SWAPA. «Hemos proporcionado detalles adicionales a la junta de SWAPA y, basándonos en los acontecimientos de esta semana, nos han expresado que se ha acabado el tiempo».
Por lo tanto, podría avecinarse una votación de autorización de huelga.
El comité negociador de SWAPA tiene previsto reunirse de nuevo con la empresa y un mediador del 24 al 26 de enero en la zona de Woodlands, en Houston.
El mensaje concluía: «Nuestro equipo sigue estando disponible para reunirse con la compañía en cualquier momento».
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