Comentario
La naturaleza, según Aristóteles, aborrece el vacío.
El viejo Estagirita, escribiendo en su «Física», estaba pensando en cómo funciona el universo físico.
Pero una idea afín puede encontrarse en muchos que más tarde se dieron cuenta de que lo que podríamos llamar realidad política y social funciona según una economía similar.
Los lectores de «Gargantúa y Pantagruel» de Rabelais encontrarán un «horror vacui» social evidente a lo largo de esos libros.
He pensado en esa realidad al contemplar la amistosa reunión entre dos de los principales déspotas del mundo, el chino Xi Jinping y el ruso Vladimir Putin.
El principal punto del orden del día era la guerra de Ucrania, que Putin inició hace un año y que Xi parece estar apoyando tanto material como moralmente.
En medio de numerosas fotografías sonrientes, Xi elogió el «fuerte liderazgo» de su «querido amigo» Putin, al mismo tiempo que ofrecía un «plan de paz» de 12 puntos que exigía un alto el fuego inmediato sin concesiones por parte de Rusia.
Vlad sonrió y dijo que había estudiado el plan, al que elogió por seguir los «principios de equidad».
Por lo que sé, el presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, aún no se ha pronunciado sobre la «Posición de China sobre el arreglo político de la crisis ucraniana», pero no puede estar contento con un plan de paz que, en esencia, rectifica la absorción por Rusia de varias partes de Ucrania, al mismo tiempo que da a Putin un respiro en la lucha para recuperar el aliento y rearmarse.
Zelenski tendrá la oportunidad de dar a conocer su punto de vista próximamente, cuando él y Xi mantengan su conversación programada.
Algunos observadores creen que podría aceptar algo parecido al plan chino.
Ucrania ha perdido hasta ahora unos 120,000 hombres, menos que Rusia, pero proporcionalmente mucho más.
Además, la guerra se ha desarrollado íntegramente en suelo ucraniano.
Las infraestructuras ucranianas se han visto gravemente afectadas.
Todo el mundo espera que Ucrania monte algún tipo de contraofensiva en primavera —que comenzó el 20 de marzo— pero pocos observadores creen que Ucrania pueda prevalecer sin una ayuda masiva de Occidente.
¿Llegará esa ayuda?
Las opiniones difieren.
Yo lo dudo.
Lo que significa que no debería sorprendernos que Zelenski esté abierto a las propuestas de Xi.
Como señala el comentarista «Spengler», Estados Unidos y sus aliados se han visto sorprendidos por las recientes aperturas de China, no sólo en Rusia y Ucrania, sino también: «Nadie en Occidente preveía que China fuera a mediar entre Arabia Saudí e Irán».
¿No era ese tipo de cosas, esas iniciativas internacionales de alto riesgo, competencia de Estados Unidos?
Desde el final de la Segunda Guerra Mundial, casi siempre lo eran.
Pero el centro de gravedad se ha ido desplazando.
Una y otra vez, bajo la presidencia de Joe Biden, Washington ha estado desaparecido en combate.
Lo que comenzó con la humillación del secretario de Estado Antony Blinken por sus homólogos chinos en Anchorage a principios del mandato de Biden se ha ido acelerando en los últimos meses, a medida que Beijing se limita a ignorar a Washington en pos de sus propios objetivos económicos y militares.
«Aunque Washington ha desestimado el plan de paz de China para Ucrania», escribe Spengler, «Zelenski no lo ha hecho».
Según el plan de China, escribe Spengler, «Rusia se quedaría con el mar de Azov y la mayor parte del Donbás, un acuerdo que podría ser forzado en Ucrania a medida que se queda sin mano de obra y municiones».
Es demasiado pronto para decir con mucha seguridad lo que ocurrirá en Ucrania.
Pero sospecho que Spengler tiene razón en que el conflicto allí es una prueba de cambios importantes en el Zeitgeist, el clima de opinión sobre las principales realidades de la política del poder.
«La guerra de Ucrania», escribe Spengler, «ha puesto en marcha un realineamiento global, incluyendo el acuerdo China-Irán-Saudí. Viendo los errores garrafales de Estados Unidos en Ucrania, los saudíes han llegado a la conclusión de que Estados Unidos no pondrá botas sobre el terreno en Oriente Medio y están buscando otros amigos».
«Otros amigos». La gente, y los Estados, los buscan cuando sus viejos amigos se muestran poco fiables.
Es como reacciona la gente cuando se enfrenta a un vacío.
Ese sonido de succión que se oye por todas partes estos días es la prueba de la irresponsabilidad estadounidense y, en consecuencia, del aventurerismo chino.
Es un sonido desagradable y admonitorio cuyas advertencias ignoramos por nuestra cuenta y riesgo.
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Las opiniones expresadas en este artículo son propias del autor y no necesariamente reflejan las opiniones de The Epoch Times
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