Tras semanas de luchas entre demócratas sobre la suma y la viabilidad de pagar el presupuesto de 3,5 billones de dólares del senador Bernie Sanders (I-Vt.), el lunes el Comité de Medios y Arbitrios de la Cámara de Representantes dio a conocer información clave sobre su plan fiscal en el marco de la legislación. El plan fiscal cambiaría la actual tasa plana que pagan las corporaciones en impuestos por un esquema de impuestos progresivos, con tasas de hasta el 26,5 por ciento en el umbral más alto de ingresos, y aumentaría drásticamente las tasas impositivas progresivas para los individuos, los fideicomisos, las herencias y las ganancias de capital.
Algunos demócratas han expresado previamente su preocupación sobre cómo se financiaría el proyecto de ley.
El jueves, la representante Stephanie Murphy (D-Fla.), miembro del Comité de Medios y Arbitrios, expresó su preocupación por el proyecto de ley. Si bien dijo que apoyaba muchas de sus medidas, manifestó serias reservas sobre algunos aspectos de la legislación.
Murphy dijo que sentía que el proceso no se había tratado con la suficiente transparencia y señaló que los miembros del Comité de Medios y Arbitrios no habían recibido la mayoría de los apartados de la legislación. La deficiencia más preocupante para Murphy fue la falta de información sobre cómo pagaría el gobierno la legislación, y agregó: «No creo que podamos llevarlo a cabo completamente».
En otra situación de rechazo al proyecto, el senador Joe Manchin (D-W.Va.), luego de oponerse moderadamente a la propuesta presupuestaria durante meses, confirmó el 12 de septiembre que no votará a favor de la legislación. En el pasado, Manchin expresó preocupaciones similares a las de Murray, y recomendó que su partido hiciera una «pausa estratégica» para evaluar las consecuencias a largo plazo de la legislación, debido a que la deuda nacional y la inflación continúan disparándose.
En el más reciente anuncio público del comité, los planes específicos de los demócratas para pagar la legislación por fin se mostraron claramente.
Desde la introducción de la resolución en el Senado, los defensores demócratas del proyecto de ley les han asegurado a los escépticos que la legislación se pagaría por completo aumentando los impuestos a los ricos y a las corporaciones. La respuesta vino después de que los republicanos del Congreso usaran su mayoría, durante el mandato del presidente Donald Trump, para reducir significativamente estas tasas.
En 2017, los republicanos usaron el proceso de reconciliación, el mismo proceso a prueba de obstrucciones que los demócratas están usando ahora, para aprobar la Ley de Recorte de Impuestos. La legislación redujo la tasa impositiva corporativa de su anterior tasa fija del 35 por ciento a una tasa fija sustancialmente más baja del 21 por ciento. Los demócratas, enérgicamente opuestos a la legislación, han acusado a los republicanos por aumentar el déficit con el proyecto de ley. La presidente de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi (D-Calif.), lo denominó una «estafa fiscal republicana».
Ahora que los demócratas son mayoría, el partido está tratando de abandonar por completo la tasa impositiva corporativa fija y remplazarla por una tasa impositiva progresiva, el mismo esquema que utiliza el IRS para recaudar impuestos sobre la renta.
Específicamente, la propuesta de los demócratas establece la tasa en 18 por ciento sobre los primeros USD 400,000 de ingresos, 21 por ciento sobre ingresos hasta USD 5 millones y 26,5 por ciento sobre todos los ingresos después de USD 5 millones.
Aun así, estas tasas están por debajo del impuesto corporativo de tasa plana anterior del 35 por ciento, instaurado antes del recorte de impuestos de Trump. El presidente Joe Biden había propuesto previamente un impuesto fijo del 28 por ciento sobre los ingresos corporativos.
Cambios drásticos en las tasas progresivas del impuesto sobre la renta
La propuesta también aumentaría las tasas progresivas del impuesto sobre la renta. Desde su introducción, los demócratas han insistido en que, a pesar de su alcance y precio expansivos, el presupuesto no tendrá ningún efecto sobre el impuesto anual que pagan los hogares con ingresos inferiores a los 400,000 dólares. Bajo el esquema de ingresos, los demócratas solo cambiarían las tasas impositivas progresivas en los hogares con ingresos más altos; pero hay varios cambios notables en el esquema.
Primero, el proyecto de ley aumentaría la tasa impositiva progresiva máxima para todos los contribuyentes al 39,6 por ciento.
Con el régimen fiscal actual, los declarantes solteros pagan el 35 por ciento sobre los ingresos de entre 207,351 y 518,400 dólares. El plan de ingresos de los demócratas reduciría el umbral a un tipo del 39,6 por ciento para todos los ingresos superiores a 400,000 dólares. Los jefes de familia tienen actualmente la misma estructura, pero para estos declarantes el tipo progresivo aumentaría al 39,6 por ciento a partir de 425,000 dólares, en lugar de 400,000.
Para las parejas casadas que presentan una declaración conjunta, la estructura impositiva actual grava todos los ingresos entre 414,701 y 622,050 dólares a una tasa del 35 por ciento. El presupuesto demócrata reduciría drásticamente ese beneficio fiscal, gravando todos los ingresos familiares conjuntos por encima de los 450,000 dólares al 39,6 por ciento.
La legislación tendría uno de los efectos más sustanciales en las parejas casadas que presentan una declaración por separado. Actualmente, estas personas pagan una tasa del 35 por ciento sobre todos los ingresos entre los 207,351 y los 311,025 dólares. Según el presupuesto, ese umbral se reduciría a 225,000 dólares mientras que la tasa impositiva aumentaría al 39,6 por ciento sobre todos los ingresos por encima de ese umbral.
Cambios en el impuesto sobre el patrimonio y las ganancias de capital
Las herencias y fideicomisos con ingresos superiores a los 12,500 dólares también tributarían a la tasa del 39,6 por ciento. Actualmente, estos pagan el 15 por ciento en impuestos por ganancias entre los 2,600 y 13,150 dólares y el 20 por ciento sobre todos los ingresos más allá de este umbral. Según la propuesta, estas tasas impositivas se duplicarán o triplicarán.
Uno de los objetivos de los demócratas ha sido aumentar el impuesto sobre las ganancias de capital, que grava los ingresos procedentes de las acciones u otras inversiones.
Según la ley actual, el tope máximo del impuesto sobre las ganancias de capital es del 20 por ciento. Pero este tipo se aplica actualmente a los solteros que ganan más de 445,850 dólares, a los casados que declaran por separado y que ganan más de 250,800 dólares, a las cabezas de familia que ganan más de 473,750 dólares y a los casados que declaran conjuntamente más de 501,600 dólares.
El presupuesto de los demócratas aumentaría la tasa máxima de ganancias de capital al 25 por ciento.
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