Después de treinta y dos años, el régimen comunista chino sigue tratando de reprimir el recuerdo de la sangrienta masacre del 4 de junio, censurando todas sus menciones, deteniendo a los disidentes que se expresan públicamente y manteniendo a las generaciones más jóvenes sin saber lo que realmente ocurrió aquella noche.
Gran parte del mundo conoce la verdad de que el líder del régimen comunista envió tropas para reprimir a los estudiantes que pedían por una sociedad más abierta y protestaban en la plaza Tiananmen, el centro de la capital, Beijing, el 4 de junio de 1989, lo que provocó la muerte de miles de jóvenes chinos. Hoy, en el territorio controlado por el Partido Comunista Chino (PCCh), la censura continúa.
Chen Siming, que posteó una foto conmemorando el sangriento suceso, fue sancionado el 31 de mayo con una detención administrativa de 15 días de parte de las autoridades de la ciudad de Zhuzhou, en la provincia sureña de Hunan.
Durante años, Chen persistió en conmemorar la masacre de 1989 en la plaza Tiananmen. En 2018, fue detenido por sacar fotos en un parque el 4 de junio, donde había un tanque de fondo.
«Me han detenido cuatro veces desde 2017, tres por conmemorar el 4 de junio», dijo Chen en un tuit del 30 de mayo. «Pero yo sigo queriendo conmemorar el día más importante de la historia contemporánea, lo cual es una responsabilidad ciudadana».
Huang Xiaomin, partidario del movimiento prodemocrático liderado por los estudiantes, está detenido por «buscar peleas y provocar problemas», dijo su hija el 29 de mayo, refiriéndose a una acusación frecuente utilizada por el PCCh para silenciar a los críticos, informó previamente el blog Weiquanwang.
El amigo de Huang, de apellido Xie, dijo en una entrevista a The Epoch Times que las autoridades locales llamaron por teléfono a Huang mientras tomaba el té con él, el 28 de mayo.
A su vez otro de los disidentes declarados, Yang Shaozheng, desapareció en el suroeste de China. Su esposa perdió el contacto con él desde hace más de dos semanas, declaró su amigo Yang Zili a NTD, el 31 de mayo.
El exprofesor de economía, Yang Shaozheng, que fue despedido por criticar al PCCh en 2018, fue citado por las autoridades en varias ocasiones, dijo Yang Zili, un amigo y compañero activista. Su esposa cree que Yang probablemente fue detenido por las autoridades, agregó el amigo.
Otro activista de la provincia suroccidental de Sichuan dijo a The Epoch Times que la policía se presentó en su casa el jueves, advirtiéndole que debía guardar silencio el 4 de junio y el 1 de julio, día del aniversario del PCCh. Un activista de Beijing, que también prefiere no revelar su nombre, dijo a The Epoch Times que las autoridades locales le informaron de que debía viajar a otras ciudades el 4 de junio y el 1 de julio.
Jóvenes despreocupados
La continua censura reprime las referencias de Tiananmen en la red de Internet en China y las borra de los libros de historia de los estudiantes, incluido el nombre del entonces máximo dirigente del régimen, Zhao Ziyang.
Muchos jóvenes chinos crecieron sin conocer el brutal acontecimiento de hace 32 años, ya que los profesores temen tocar temas sensibles marcados por el PCCh. Los medios de comunicación controlados por el Estado no están autorizados a informar sobre ello. Cuando los periodistas occidentales le preguntaron a un portavoz del ministerio de Asuntos Exteriores, solo lo describió como un «disturbio político».
Un profesor de secundaria de la provincia de Hunan, apellidado Huang, admitió que los jóvenes de China continental, bajo la omnipresente censura de la información, se han vuelto indiferentes.
«La generación joven limita su atención al dinero, el buen vino, los platos sabrosos y la diversión. Ellos son complacientes en Douyin usando el teléfono», dijo Huang en una entrevista a Radio Free Asia. Douyin es una popular plataforma de redes sociales, la aplicación asociada a TikTok en China.
«En cuanto a la igualdad y la justicia, ellos no tienen esas ideas. Ellos solo quieren disfrutar», dijo Huang.
El creciente movimiento hacia el descanso de los jóvenes chinos —una actitud descuidada hacia el trabajo, la carrera, el matrimonio, las amistades, la crianza de los hijos y el consumismo— se ha convertido en un dolor de cabeza para las autoridades.
Con información de Yi Ru y Hong Ning.
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