WINDSOR, California — Una poderosa combinación de nieve y lluvia azotó a Estados Unidos el sábado, mientras una segunda oleada de mal tiempo amenaza con paralizar los viajes previos a Acción de Gracias. En California, donde las autoridades hallaron una víctima mortal en un vehículo sumergido por las inundaciones, el estado se prepara para enfrentar más precipitaciones, aún recuperándose de las inundaciones y deslizamientos de tierra causados por la tormenta previa. Mientras tanto, miles de residentes en el noroeste del Pacífico siguen sumidos en la oscuridad tras varios días sin suministro eléctrico.
Una advertencia de tormenta invernal en la Sierra Nevada de California rige hasta el martes, según la oficina del Servicio Meteorológico Nacional de Sacramento, con pronóstico de fuertes nevadas en las mayores altitudes y ráfagas de viento que podrían alcanzar los 55 mph. Se pronostica una nevada total de aproximadamente 4 pies, con las mayores acumulaciones para lunes y martes.
Los meteorólogos anticiparon que las regiones del Medio Oeste y los Grandes Lagos experimentarán lluvia y nieve el lunes, y la costa este será la más afectada durante Acción de Gracias y el Viernes Negro.
Un sistema de baja presión traerá lluvias al sureste el jueves temprano antes de dirigirse al noreste, donde las áreas desde Boston hasta Nueva York podrían experimentar lluvia y fuertes vientos. Algunas zonas del norte de New Hampshire, el norte de Maine y los Adirondacks podrían recibir nieve. Si el sistema se desplaza más hacia el interior, las previsiones indican menos nieve en las montañas y más lluvia.
«Ciclón bomba» mortal en la costa oeste
La tormenta alcanzó el noroeste del Pacífico a principios de esta semana, causando dos muertes y dejando sin electricidad a cientos de miles de personas, principalmente en el área de Seattle, antes de que sus fuertes vientos se desplazaran por el norte de California. El sistema llegó a la costa oeste el martes como un «ciclón bomba», fenómeno que ocurre cuando un ciclón se intensifica rápidamente. Desató vientos feroces que derribaron árboles sobre carreteras, vehículos y viviendas.
Santa Rosa, California, registró su período de tres días más lluvioso en la historia, con aproximadamente 12.5 pulgadas de lluvia hasta el viernes por la noche, según el Servicio Meteorológico Nacional del Área de la Bahía. El sábado, los viñedos en Windsor, a unas 10 millas al norte, quedaron inundados.
Al oeste, los equipos de rescate en Guerneville recuperaron un cuerpo dentro de un vehículo que flotaba en las aguas de la inundación alrededor de las 11:30 a.m. del sábado, según Rob Dillion, ayudante del sheriff del condado de Sonoma y portavoz. Se presume que el fallecido fue víctima de la tormenta, aunque aún no se realizó la autopsia.
Dominick Conti, un bombero voluntario de 19 años, y un amigo recorrieron el área de Santa Rosa el viernes ayudando a personas cuyos vehículos quedaron atrapados. Con su camioneta Dodge Ram 2006 y un conjunto de cuerdas, lograron rescatar al conductor de un sedán varado en el agua, a un camión atascado en un enorme lodazal y a un agricultor aislado en un camino de tierra.
Miles de personas siguen sin electricidad en Seattle
Aproximadamente 80,000 personas en el área de Seattle seguían sin electricidad tras el río atmosférico más potente de la temporada, una extensa columna de humedad que se forma sobre el océano y fluye sobre la tierra. Los equipos trabajaban para despejar las calles de cables caídos, ramas y otros escombros, mientras las ciudades abrían centros de calentamiento para que las personas que enfrentaban su cuarto día sin electricidad pudieran obtener comida caliente y cargar sus teléfonos móviles y otros dispositivos.
Katie Skipper recuperó el servicio eléctrico por la tarde en su casa de North Bend, a unas 30 millas al este de la ciudad en las estribaciones de las Cascadas, tras estar sin electricidad desde el martes. Según comentó, fue agotador tomar duchas frías, depender de una estufa de leña para calentarse y usar un generador para mantener el refrigerador funcionando, pero estas incomodidades no fueron nada en comparación con los daños que sufrieron otras personas, como la caída de árboles.
«Es realmente triste y aterrador», expresó.
El noreste recibe precipitaciones muy necesarias
Otra tormenta trajo lluvia a Nueva York y Nueva Jersey, donde en las últimas semanas se habían producido incendios forestales poco comunes, y fuertes nevadas al noreste de Pensilvania. Algunas zonas de Virginia Occidental estuvieron bajo advertencia de ventisca hasta el sábado por la mañana, con hasta 2 pies de nieve y fuertes vientos que hacían peligrosos los desplazamientos.
A pesar de los problemas, se esperaba que las precipitaciones ayuden a aliviar las condiciones de sequía tras un otoño excepcionalmente seco.
«No será suficiente para acabar con la sequía, pero definitivamente ayudará cuando todo esto se derrita», afirmó Bryan Greenblatt, meteorólogo del Servicio Meteorológico Nacional en Binghamton, Nueva York.
Cayó abundante nieve en el noreste de Pensilvania, incluidas las montañas Pocono. Las zonas más elevadas reportaron hasta 17 pulgadas, con menores acumulaciones en ciudades del valle como Scranton y Wilkes-Barre. Al menos de 80,000 clientes en 10 condados perdieron el servicio eléctrico, y el departamento de transporte estatal impuso restricciones de velocidad en algunas carreteras.
Partes de Virginia Occidental también experimentaron su primera nevada significativa de la temporada el viernes y la madrugada del sábado, con hasta 10 pulgadas en las zonas más altas de las montañas Allegheny. Algunas áreas estaban bajo advertencia de ventisca.
Las precipitaciones ayudaron a reducir la peor sequía del estado en al menos dos décadas. También significaron un impulso para los centros de esquí de Virginia Occidental que se preparan para abrir sus pistas en las próximas semanas.
Por Godofredo A. Vasquez y Olga R. Rodriguez.
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