Comentario
La reciente visita a Corea del Sur del secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, y del secretario de Defensa, Lloyd Austin, durante el Diálogo de Seguridad «2+2» del Quad, sacó a relucir la cuestión de la amenaza nuclear norcoreana. El hecho de que la nueva administración estadounidense vuelva al juego manipulado por el Partido Comunista Chino (PCCh) hace más de cuatro años, o abandone por completo al PCCh y se enfrente a Corea del Norte en solitario, implicará la estrategia global de Estados Unidos frente al PCCh a la hora de decidir cómo resolver eficazmente la crisis nuclear norcoreana.
Blinken dijo en la conferencia de prensa conjunta de Estados Unidos y Corea del Sur que la Administración Biden «planea completar una revisión de la política hacia Corea del Norte en las próximas semanas en estrecha coordinación y consulta con la República de Corea, con Japón, con otros socios clave, incluyendo la revisión de las opciones de presión y el potencial de la diplomacia futura».
Esto es prácticamente decir que la nueva administración no tiene estrategias efectivas específicamente para la desnuclearización de la Península de Corea, al igual que no hay estrategias para detener la coerción del PCCh. El comportamiento de Corea del Norte demostró su reconocimiento de este hecho.
Unas horas antes del diálogo «2+2», el 18 de marzo Choe Son Hui, primer viceministra de Asuntos Exteriores de Pyongyang, hizo una declaración en la que afirmaba que Corea del Norte había recibido múltiples correos electrónicos y llamadas telefónicas de la Administración Biden en febrero. Lo describió como un «truco barato».
El 16 de marzo, Kim Yo Jong, la poderosa hermana del líder norcoreano Kim Jong Un, advirtió en un comunicado: «Si [Estados Unidos] quiere dormir en paz durante los próximos cuatro años, será mejor que se abstenga de causar un escándalo en su primer paso».
Esta advertencia se produjo después de que la secretaria de prensa de la Casa Blanca, Jen Psaki, dijera que la administración había tendido la mano a Corea del Norte a través de «una serie de canales, como siempre hemos tenido, por los que podemos tender la mano. Pero, hasta la fecha, no hemos recibido ninguna respuesta».
Aunque Kim Jong Un no felicitó a Biden por su toma de posesión, Corea del Norte puede observar primero la actitud de la nueva administración y también puede comunicarse con Estados Unidos. Mejorar las relaciones con Estados Unidos es la mayor aspiración diplomática de Corea del Norte. Estados Unidos extendió una rama de olivo, pero Corea del Norte la rechazó e incluso la criticó deliberadamente. Lógicamente, no era razonable. Al parecer, la sombra del PCCh volvió a aparecer.
El PCCh tuvo que esforzarse mucho para reanudar finalmente la comunicación con Estados Unidos en Alaska. ¿De qué más tiene que preocuparse Corea del Norte? Trump dio una vez a Kim Jong Un la oportunidad de reunirse directamente, y Corea del Norte también demostró que no estaba dispuesta a ser un peón del PCCh. Esto se consideró un gran avance en la diplomacia. Desde entonces, Corea del Norte se ha contenido. Trump mantuvo al PCCh al margen y resolvió la cuestión norcoreana por sí solo. Trump rompió la fuerza dual entre China y Corea del Norte, y también contraatacó enérgicamente al PCCh y se desvinculó del régimen del PCCh. Viendo esto, Corea del Norte fue sabia al no destacarse junto al PCCh, y en consecuencia, la crisis nuclear de Corea del Norte se enfrió significativamente.
Tras la toma de posesión de Biden, Corea del Norte podría haber seguido observando, y la iniciativa de diálogo de la nueva administración estadounidense es también una buena oportunidad. ¿Por qué Corea del Norte está dispuesta a volver a ser el peón del PCCh? Probablemente esté directamente relacionado con la política de Biden sobre China.
Cuidado con las consecuencias del viejo camino
Aunque Biden definió al PCCh como el «competidor más serio», detuvo el proceso de desvinculación de Trump del régimen del PCCh y continuó invirtiendo las tácticas pasadas de Trump. Por el momento, Corea del Norte no pudo ver los pasos dados por el nuevo gobierno de Estados Unidos para contrarrestar enérgicamente al PCCh. Cuando Corea del Norte ve que Estados Unidos vuelve a recurrir al PCCh para la cuestión de Corea del Norte, las posibilidades de que Corea del Norte coopere directamente con Estados Unidos se vuelven escasas. En consecuencia, todo vuelve al viejo camino, y Corea del Norte tendrá que acercarse al PCCh.
La sesión informativa de Psaki confirmó el juicio de Corea del Norte. Cuando se le preguntó sobre la reunión entre Estados Unidos y China en Anchorage qué espera de China en cuanto a su respuesta a Corea del Norte, dijo: «Cuando discutimos la seguridad en la región, ciertamente las amenazas de Corea del Norte son parte de eso y obviamente eso será parte de la discusión con los chinos».
En una conferencia de prensa conjunta tras las conversaciones 2+2 entre Estados Unidos y Corea del Sur, Blinken dijo también que «China tiene un papel fundamental que desempeñar a la hora de trabajar para convencer a Corea del Norte de que busque la desnuclearización (…) Y creo que tiene un interés compartido en asegurarse de que hacemos algo con respecto al programa nuclear de Corea del Norte y al cada vez más peligroso programa de misiles balísticos». Blinken espera que «China utilice esa influencia de forma efectiva para trabajar en la desnuclearización de Corea del Norte».
El gobierno de Estados Unidos ha dejado claro que no tiene intención de desvincularse del PCCh en la cuestión de Corea del Norte. En otras palabras, Estados Unidos permitirá que el PCCh manipule a Corea del Norte, lo que empuja a este país hacia el lado del PCCh. Al ver que la posibilidad de cooperar solo con Estados Unidos se ha esfumado, Corea del Norte solo se acercará de nuevo al PCCh y mostrará una postura dura contra Estados Unidos junto con el PCCh.
El gobierno surcoreano también es consciente de ello. El ministro de Asuntos Exteriores de Corea del Sur, Chung Eui-yong, respondió a la política de Corea del Norte en la conferencia conjunta, diciendo: «Ahora el acuerdo de Singapur, desde la perspectiva del gobierno coreano, es una confirmación de los principios fundamentales para (…) resolver las relaciones entre Estados Unidos y Corea del Norte, estableciendo la paz en la península de Corea y la desnuclearización».
Corea del Sur esperaba que la Administración de Biden continuara con la eficaz estrategia de Trump. Corea del Sur sabe que Corea del Norte no puede ser verdaderamente amistosa con Corea del Sur. La inversión y la asistencia de Corea del Sur a Corea del Norte solo pueden hacer que el pueblo norcoreano aprecie a Corea del Sur. La enorme brecha entre Corea del Norte y Corea del Sur también romperá las mentiras propagandísticas de la familia Kim. Kim Jong Un no se mostrará de ninguna manera amistoso con Corea del Sur. Esta es la causa principal de las relaciones frías y calientes entre Corea del Norte y Corea del Sur durante muchos años. Cuando Kim Jong Un tenía escasez de alimentos, fingía cooperar, pero inmediatamente daba un giro de 180 grados después de obtener beneficios; el gobierno surcoreano solo puede seguir proporcionando ayuda a Corea del Norte para reducir el riesgo de guerra. Después de todo, no pueden ver cómo sus compatriotas siguen sufriendo de hambre.
Por supuesto, Corea del Sur sabe que el PCCh está entre bastidores, pero el riesgo de guerra es demasiado real. Si Corea del Norte bombardeara ciudades densamente pobladas como Seúl, habría muchas víctimas inocentes. Al mismo tiempo, Corea del Sur no puede desprenderse fácilmente del mercado chino. Si Estados Unidos puede abandonar al PCCh, comunicarse directamente con Corea del Norte y resolver el problema en solitario, Corea del Sur lo agradecerá, naturalmente. Esta debería ser la mayor oportunidad para la paz en la Península de Corea.
No creo que Corea del Sur espere que la nueva administración estadounidense destruya el régimen comunista chino. Dado que el problema de fondo no puede resolverse, Corea del Sur solo puede esperar que Estados Unidos mantenga a Corea del Norte fuera del alcance del PCCh. Dado que la nueva administración estadounidense ha reanudado los contactos con el PCCh, Corea del Sur naturalmente no se atreverá a avanzar.
Son necesarias acciones anticomunistas aún más fuertes
En ambas reuniones con Japón y Corea del Sur, se condenó al PCCh por su comportamiento «agresivo y autoritario«, y Blinken invitó a los aliados de Estados Unidos a un «compromiso conjunto de seguridad». Pero Blinken también subrayó que el PCCh puede desempeñar un papel en la persuasión de Corea del Norte para la desnuclearización con su «tremenda influencia», lo que equivale a dejar que un vándalo discipline a un vándalo más joven. Los gánsteres del PCCh se preparan para instigar a los gánsteres norcoreanos a crear problemas a cambio de fichas de negociación con Estados Unidos, pero Estados Unidos tomó la iniciativa de dar las fichas de negociación al PCCh.
Políticas similares hacia Corea del Norte por parte del equipo del expresidente Barack Obama resultaron ineficaces. Por ello, Trump cambió de estrategia e ignoró por completo al PCCh, una táctica que resultó eficaz. Ahora que la cuestión de Corea del Norte ha vuelto a las manos de Biden, éste parece continuar con su vieja rutina de cooperación con el PCCh. Está destinado a caer en la doble trampa de China y Corea del Norte.
Si Estados Unidos pretende unir a sus aliados contra el régimen comunista chino, necesita mostrar movimientos más poderosos. Los aliados están pendientes de Estados Unidos. Si Estados Unidos coopera con el PCCh en la cuestión norcoreana, ¿qué pueden hacer Corea del Sur y Japón?
Estados Unidos tiene que dejar de lado al PCCh, enfrentarse solo a Corea del Norte y liberar a este país del control del PCCh. Solo entonces podrá resolverse la crisis nuclear norcoreana. Por supuesto, Estados Unidos aún debe adoptar un enfoque doble. Luchar contra el régimen comunista chino para que sus aliados estén más dispuestos a cooperar con Estados Unidos, y para que Corea del Norte esté más dispuesta a mantenerse fuera del control del PCCh y a apoyarse más en Estados Unidos.
Si Estados Unidos consigue destruir de verdad el régimen comunista chino, no solo eliminará por completo la mayor amenaza para la seguridad, sino que también se resolverá la cuestión norcoreana y desaparecerán los males del vándalo y de su homólogo más joven.
La voluntad de Estados Unidos de acabar con las fuerzas duales de China y Corea del Norte debería ser también un paso clave en la estrategia del Indo-Pacífico.
Zhong Yuan es un investigador centrado en el sistema político de China, el proceso de democratización del país, la situación de los derechos humanos y la vida de los ciudadanos chinos. Comenzó a escribir columnas para la edición en chino de The Epoch Times en 2020.
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Las opiniones expresadas en este artículo son propias del autor y no necesariamente reflejan las opiniones de The Epoch Times
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