La policía australiana de Perth avanza en la lucha contra la explotación sexual infantil con la disolución de una red de pedofilia que acosaba a adolescentes en las redes sociales. El 29 de agosto, anunciaron el arresto de 11 hombres relacionados con la operación, acusando a otros siete sospechosos de una serie de delitos relacionados.
La operación franja de tiempo (Operation Timing Belt) identificó con éxito a 140 adolescentes objetivo en toda la ciudad de Perth, según el Daily Mail. De ellos, 23 habían sufrido abusos sexuales, y algunos tenían solo 13 años.
Los sospechosos de dirigir la red de pedofilia tenían entre 18 y 41 años. Lograban su objetivo utilizando plataformas de redes sociales como Facebook e Instagram, explicó el sargento mayor en funciones Matt Daly, de la Fuerza de Policía de Australia Occidental, su objetivo era «en última instancia, tener contacto sexual con ellos».
La mayoría de los delitos fueron «comunicación no física», aclaró, «y a través de los teléfonos móviles».
La Operación Timing Belt fue lanzada en abril de 2020, por detectives del Escuadrón de Gestión de Delincuentes Sexuales del departamento de policía e implicó meses de vigilancia encubierta, informa Perth Now. La policía acumuló suficientes pruebas para acusar a los 18 delincuentes, el 29 de agosto. De los cargos, 135 comprendían delitos no sexuales, incluyendo cargos por drogas, allanamiento de morada y crueldad contra animales, mientras que 79 estaban relacionados con delitos sexuales.
La operación depredadora implicó la colaboración de sus líderes; la policía de Washington explicó que varios sospechosos «comparaban información» sobre sus víctimas y compartían sus objetivos entre sí. Se cree que al menos cuatro de los acusados tienen condenas anteriores por delitos sexuales con niños.
«Vienen de ‘Me gusta’ y de amigos de otros amigos, y son aceptados y luego comienzan a acosarlos», dijo el comisionado asistente de crímenes estatales, Brad Royce, añadiendo que la Operación Timing Belt demuestra cuán alerta deben estar los adolescentes y sus padres.
«No dejarías que un extraño entrara en su casa si golpeara la puerta de entrada al azar», continuó Royce; «de la misma manera, no deberías permitir que alguien acceda a su perfil en línea a menos que lo conozcas».
Las denuncias contra los 18 autores de la red de pedofilia se hicieron conjuntamente con el equipo informático incautado, obtenido durante las redadas policiales. Daly citó los teléfonos móviles y las redes de sociales como dos de los principales instrumentos de los depredadores sexuales en la actualidad, ya que cada uno de ellos les proporciona «nuevas formas de llegar a los jóvenes» para cometer delitos atroces.
«Estos son hombres adultos, en su mayoría, que no son mucho mayores [que los adolescentes]», se lamentó Royce, hablando de los 18 sospechosos. «Pero son lo suficientemente mayores como para saber más».
A pesar del éxito de la operación, la operación «Timing Belt » no está en absoluto completa.
La disolución de una gran red de pedófilos en la capital de Australia Occidental es una gran ayuda para la causa, pero los depredadores sexuales siguen en libertad. La policía de Australia Occidental mantiene la operación a flote, canalizando su experiencia para salvar a los menores más vulnerables de ser víctimas de abusos sexuales.
La noticia del desmantelamiento de la red llega solo días después de que una operación a gran escala, de sospecha de tráfico sexual, fue descubierta en el estado estadounidense de Georgia. Treinta y nueve niños desaparecidos fueron recuperados después de una misión de dos semanas, por los alguaciles de Estados Unidos; nueve sospechosos adultos se encuentran tras las rejas, enfrentando cargos de delincuencia sexual.
La Operación Not Forgotten (No olvidados), que abarca 20 condados de Atlanta, rescató 26 niños desaparecidos y localizó a otros 13, algunos de los cuales sufrían problemas médicos y de salud mental.
En un comunicado el 27 de agosto, Donald Washington, director del Servicio de Alguaciles de Estados Unidos, explicó: «Estos niños desaparecidos se consideraban como algunos de los casos de recuperación de mayor riesgo y más difíciles de la zona». «En mi opinión, un niño desaparecido vale miles para los fugitivos que salimos a buscar.
«El mensaje para los niños desaparecidos y sus familias es que nunca dejaremos de buscarlos», dijo.
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