Los agentes del orden público de California emitieron citaciones a personas que miraban el atardecer o que pasaban el tiempo cerca de una playa al norte de San Diego, la última medida enérgica contra las personas que violan las órdenes de quedarse en casa en todo el país en medio de la pandemia del COVID-19.
Los oficiales de California arrestaron a una persona que practicaba paddleboard y multaron a un surfista mientras las autoridades de Pensilvania le dieron a una mujer una multa de 200 dólares por conducir mientras las autoridades trataban de combatir el COVID-19, una enfermedad procedente de China causada por el virus del PCCh (Partido Comunista Chino), comúnmente conocido como el nuevo coronavirus.
Los oficiales de Encinitas, a unas 25 millas (40.23 km) de San Diego, emitieron multas a 22 personas que estaban haciendo cosas como ver el atardecer o hacer picnics, dijo el Departamento del Sheriff de San Diego en un tuit ahora borrado.
La oficina dijo que la gente «puede transmitir fácilmente el coronavirus sin saberlo, creando un efecto de bola de nieve».
«Quedándose en casa, puede salvar vidas», añadió. «Las órdenes de salud pública no fueron creadas para seguir cuando convienen».
Los infractores se enfrentan a seis meses de prisión y una multa de hasta 1000 dólares.
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El gobernador de California, Gavin Newsom, dijo el mes pasado que ordenaba a los residentes que se quedaran en casa excepto para hacer viajes esenciales. Aunque se permite salir a hacer ejercicio, algunos municipios se han vuelto cada vez más estrictos en cuanto a bloquear a la gente en las playas y otras áreas públicas.
Un gran grupo de alguaciles y detectives de San Diego salieron entre las 5 p.m. y la medianoche en las ciudades y alrededores de Encinitas, Solana Beach y Del Mar, dijo la oficina en un comunicado.
«Aunque agradecemos al público en general su continua cooperación, hay algunos que eligen ignorar intencionalmente las órdenes y se congregan en grupos de diez o más en parques, estacionamientos, playas, lugares considerados no esenciales, u otros espacios públicos», declaró.
La teniente Amber Baggs dijo en un video publicado en Twitter que los agentes no están «tratando de ser mezquinos o de ejercer una autoridad innecesaria; estamos tratando con una crisis en este momento».
Aunque los oficiales, en los días posteriores a que Newsom anunciara la orden el mes pasado, dieron advertencias y orientación a los miembros del público, ahora han pasado a la aplicación de la ley.
Hay más alguaciles en la calle como nunca antes, según la oficina del sheriff. La oficina ha pedido repetidamente a la gente que se ponga en contacto con las autoridades si ven a personas que violan la orden de Newsom u otras órdenes, como empleados de gasolineras que no llevan máscaras faciales. Eso sería una violación de la reciente orden de salud pública del condado que obliga que algunos empleados usen mascarillas mientras están en el trabajo.
Se cree que el virus del PCCh se propaga principalmente de persona a persona entre aquellos que están en contacto cercano (dentro de un radio de 6 pies o 1.8 metros) a través de gotitas respiratorias producidas cuando una persona infectada tose, estornuda o habla, según los funcionarios de salud.
Entre las medidas de distanciamiento social destinadas a frenar la propagación del virus se incluye que las personas que se mantengan a seis pies de distancia de las personas que no viven con ellas.
Otras formas de evitar contraer el virus incluyen lavarse las manos con frecuencia, usar una mascarilla y guantes cuando se sale, y limpiar regularmente las superficies y objetos como los picaportes de las puertas.
Hasta el domingo por la noche, California tenía 13,438 casos confirmados de COVID-19. Cerca de 2400 personas han sido hospitalizadas, 1040 están en unidades de cuidados intensivos y 319 personas han muerto.
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