La policía israelí detuvo a tres sospechosos el sábado por el lanzamiento de dos bengalas contra la residencia privada del primer ministro Benjamin Netanyahu.
Nadie resultó herido por las bengalas, que fueron lanzadas contra el domicilio de Netanyahu en la ciudad costera de Cesarea, en el norte del país. El primer ministro y su familia se encontraban fuera en el momento del incidente.
Según la policía, las bengalas cayeron en el jardín de la propiedad.
Según los medios de comunicación locales, la Corte de Primera Instancia de Rishon Lezion emitió el domingo una orden judicial para impedir la publicación de cualquier detalle de la investigación o de las identidades de los sospechosos durante 30 días. Los informes identificaban a los sospechosos como miembros destacados del movimiento de protesta antigubernamental en Israel.
Netanyahu se ha enfrentado tanto al apoyo como a las críticas de ciudadanos y residentes israelíes por los fallos de seguridad e inteligencia de Israel que condujeron a la masacre mortal de Hamás el 7 de octubre de 2023, así como por la gestión de su gobierno de las posteriores negociaciones con Hamás sobre los rehenes. Antes del 7 de octubre, también había continuas diferencias políticas y protestas en el país por las reformas de la Corte Suprema llevadas a cabo por Netanyahu.
La policía dijo que interrogó a los sospechosos conjuntamente con la agencia de seguridad interna israelí, Shin Bet.
El presidente israelí Isaac Herzog condenó el incidente e instó a que no se produzca «una escalada de la violencia en la esfera pública». Dijo que había hablado con el jefe del Shin Bet, Ronen Bar, quien describió el incidente como «una peligrosa escalada» de acciones violentas que las fuerzas del orden «no tolerarán» y tratarán «con la máxima severidad».
Bar señaló que «disparar bengalas contra la residencia del primer ministro es un incidente muy grave que dista mucho de ser una protesta legítima».
El ministro israelí de Comunicaciones, Shlomo Karhi, pidió el despido de la fiscal general de Israel y la culpó de hacer incitaciones contra el gobierno. La fiscal general Gali Baharav-Miara ha estado en el punto de mira desde septiembre, cuando los ministros del gobierno la acusaron de ser excesivamente indulgente con los activistas anti-Netanyahu, alegando que su inacción está acercando a Israel «a pasos agigantados a una catástrofe: Al asesinato del primer ministro».
A pesar de que la policía y el Shin Bet pidieron que los sospechosos permanecieran detenidos 12 días por el incidente, la Corte de Magistrados ordenó que permanecieran detenidos cinco días.
El ministro de Defensa israelí, Israel Katz, dijo el domingo que el incidente cruzó «todas las líneas rojas».
«No es posible que el primer ministro de Israel, que está amenazado por Irán y sus apoderados que intentan asesinarlo, sea objeto de las mismas amenazas desde casa», dijo en la plataforma de redes sociales X.
El miembro de la oposición Benny Gantz, presidente de Lapid y Unidad Nacional, dijo sobre el incidente: «Esto no es una protesta, es terrorismo».
«Aunque estoy en profundo desacuerdo con Netanyahu y a menudo lo critico… Netanyahu no es un asesino y no es un enemigo. Hay que manifestarse contra él y contra el gobierno sólo de acuerdo con la ley», dijo en X. »Ésta es la postura de la mayoría absoluta de quienes se oponen a este gobierno. Y es la única postura correcta».
El mes pasado, Hezbolá atacó la casa del primer ministro con un dron, lo que ocurrió también cuando Netanyahu y su familia no estaban allí.
No hubo una reivindicación inmediata de la autoría del incidente del sábado.
Con información de Reuters
Únase a nuestro canal de Telegram para recibir las últimas noticias al instante haciendo click aquí
Cómo puede usted ayudarnos a seguir informando
¿Por qué necesitamos su ayuda para financiar nuestra cobertura informativa en Estados Unidos y en todo el mundo? Porque somos una organización de noticias independiente, libre de la influencia de cualquier gobierno, corporación o partido político. Desde el día que empezamos, hemos enfrentado presiones para silenciarnos, sobre todo del Partido Comunista Chino. Pero no nos doblegaremos. Dependemos de su generosa contribución para seguir ejerciendo un periodismo tradicional. Juntos, podemos seguir difundiendo la verdad.
