En Texas, 70 millas al norte de la frontera entre Estados Unidos y México, una oficina rural del sheriff dedica más del 85% de su tiempo a cuestiones relacionadas con la frontera.
A menudo es para buscar a inmigrantes ilegales que han llamado al 911 y están perdidos, deshidratados o heridos mientras caminan por terrenos de ranchos privados en un intento de eludir un puesto de control en la carretera que opera la Patrulla Fronteriza.
Otras veces es para encontrar un cadáver.
En lo que va de año, se han recuperado 79 cadáveres en las 944 millas cuadradas del condado de Brooks, dijo el sheriff Benny Martinez a The Nation Speaks de The Epoch Times.
El año pasado, la oficina del sheriff recuperó 119 cuerpos, lo que supuso un récord. En 2020, se recuperaron 34 cuerpos.
Martinez calcula que por cada cadáver que encuentran, hay entre 5 y 10 más que nunca se recuperan.
«He hablado con muchas madres por teléfono, o han estado aquí en mi oficina, llorando por sus seres queridos que se han perdido durante 10, 15 años», dijo Martinez, un demócrata.
«Nuestro terreno es realmente arenoso. Estamos a unos 100 pies sobre el nivel del mar. Así que una vez que la arena empieza a cubrir ese cuerpo, y ese cuerpo empieza a ser destrozado por el cerdo salvaje, por el coyote… la única vez que se recupera es cuando están moviendo el ganado y revuelven el suelo… [y] un cráneo aparecería, o algo así. Aparecen partes del cuerpo. Así es como vamos a descubrir que algo estuvo allí por un tiempo. Quiero decir, ¿qué tiene de compasivo eso?».
Los meses de mayor actividad son los de verano, ya que la mayoría de la gente muere por una combinación de deshidratación e hipertermia. El agua escasea, no es difícil perderse y los contrabandistas dejan atrás a los inmigrantes ilegales si son lentos o están heridos.
El ayudante del sheriff del condado de Brooks, Don White, ofrece su tiempo para buscar heridos y muertos. La mayoría de las veces, dice, encuentra a hombres de entre 19 y 40 años, procedentes de México, Guatemala, Honduras o El Salvador.
Pero solo un 30% de los cuerpos que encuentra tienen identificación, ya que alguien les ha quitado sus pertenencias, dice.
Los extranjeros ilegales que intentan evadir la Patrulla Fronteriza son conocidos como «fugas». Son los que tienen antecedentes penales o no tienen forma de entrar legalmente en Estados Unidos.
Los agentes fronterizos registran al menos 40,000 fugas cada mes a lo largo de la frontera suroeste, según datos inéditos obtenidos por The Epoch Times.
«Estas personas tienen antecedentes; tienen antecedentes penales», dijo Martinez. «Tenemos nuestros propios delincuentes aquí, no necesitamos añadir más. Así que el hecho es que necesitamos saber quiénes son. Y ellos [el gobierno federal] no quieren hacerlo. Solo quieren dejar entrar a todo el mundo. No podemos hacer eso».
«El hecho es que la frontera no es segura. Y [está] el tema de la seguridad nacional de todos estos delincuentes con delitos agravados que se están filtrando a través de esta maleza».
El Proyecto Migrantes Desaparecidos, que forma parte de la Organización Internacional para las Migraciones de las Naciones Unidas, comenzó en 2014 para documentar las muertes y desapariciones de migrantes en la región.
Desde 2014, el proyecto ha registrado más de 2980 extranjeros que murieron tratando de cruzar la frontera entre México y Estados Unidos.
«En las últimas dos décadas, el cruce fronterizo entre México y Estados Unidos se ha convertido en el sitio de una grave crisis de derechos humanos, donde miles de personas han desaparecido y perdido la vida durante la migración», señala su página web.
La mayoría de las muertes registradas son por ahogamiento cuando los migrantes intentan entrar ilegalmente en Estados Unidos vadeando el Río Grande.
Las duras condiciones ambientales y los accidentes de vehículos también son importantes a la hora de clasificar la causa de la muerte.
«La causa de la muerte es desconocida en más de un tercio de los casos registrados», afirma el sitio web. «Trágicamente, los restos de muchas personas nunca se recuperan y sus muertes permanecen invisibles».
El gobierno de Biden ha roto una política de larga data de dar a conocer el número de inmigrantes ilegales que mueren al cruzar a Estados Unidos, o poco después.
La Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP, por sus siglas) publicó en su sitio web el número de muertes de inmigrantes a lo largo de la frontera sur desde el año fiscal 1998 hasta el año fiscal 2020, pero no se han publicado cifras desde que la Administración Biden se hizo cargo de la agencia.
Los datos anteriores de la CBP muestran que 247 inmigrantes ilegales murieron cerca de la frontera durante el año fiscal 2020, mientras que 300 murieron en el año fiscal 2019.
Algunos reportes sugieren que el número de muertes para el año fiscal 2022 se acerca a las 800.
The Epoch Times ha hecho múltiples solicitudes al CBP para los datos que faltan de los años fiscales 2021 y 2022, incluyendo una solicitud de Libertad de Información. Hasta la fecha, la agencia no ha proporcionado esa información.
Más muertes, dijo Martinez, son evitables «asegurando la frontera».
Dijo que los ayudantes tardan un mínimo de tres a cuatro horas en recuperar un cuerpo, lo que a menudo deja al condado poco vigilado durante ese tiempo.
Los ganaderos locales también han denunciado la destrucción de vallas, el robo de tractores y el incendio de tierras por parte de los inmigrantes ilegales.
«Hemos tenido más de 50,000 acres quemados por culpa de estos inmigrantes que se pierden o lo que sea. Crean fuego para hacerse notar, así que vamos a buscarlos», dijo Martínez.
Dijo que los inmigrantes ilegales suelen venir de países que reciben ayuda de Estados Unidos.
«Diferentes países están recibiendo fondos de Estados Unidos. Entonces, ¿por qué no los hacemos responsables por la financiación que están recibiendo?», dijo.
«A mí me piden cuentas. Todas las entidades policiales que reciben financiación del gobierno federal tienen que rendir cuentas».
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