Opinión
Durante las principales reuniones políticas anuales de China, las «Dos sesiones» de una semana de duración que concluyeron el 11 de marzo, el líder chino Xi Jinping hizo nuevos ajustes para centralizar el poder, lo que generó una preocupación generalizada en el país y en el extranjero.
¿Por qué Xi sigue centralizando el poder y cómo lo hace? ¿Cuál será el resultado? Exploremos este tema.
Centralización del poder de Xi
Desde que Xi se convirtió en jefe del Partido Comunista Chino (PCCh) en noviembre de 2012, ha dado al menos nueve pasos importantes para controlar al partido y al ejército.
En primer lugar, Xi ocupa simultáneamente los tres puestos más altos—secretario general del Comité Central del PCCh, presidente del estado y presidente de la Comisión Militar Central (CMC).
En segundo lugar, Xi es el jefe de una docena de comités y comisiones. Algunos de estos títulos incluyen presidente del Consejo de Seguridad Nacional, director de la Comisión Central de Asuntos Económicos y Financieros, director de la Comisión Central de Asuntos del Ciberespacio, director de la Comisión Central de Asuntos Exteriores.
En tercer lugar, Xi ha establecido su posición «central» a través de campañas anticorrupción. La nomenclatura implica que Xi ha fomentado el poder consolidado y es considerado un líder supremo.
El título de «centro» también se le dio a los exlíderes del PCCh Jiang Zemin y Deng Xiaoping. Jiang continúa teniendo influencia sobre temas importantes en los asuntos internos y externos del PCCh.
Desde enero de 2013, Xi ha lanzado campañas anticorrupción contra los «tigres» o funcionarios de alto nivel a quienes consideraba una amenaza para su gobierno. La mayoría de los altos funcionarios que fueron depurados eran leales a Jiang Zemin, incluido Zhou Yongkang, exmiembro del Comité Permanente del Buró Político del PCCh y secretario de la Comisión Central de Asuntos Políticos y Jurídicos. En octubre de 2016, Xi finalmente se convirtió en el «centro» del liderazgo del PCCh.
Cuarto, la Constitución fue enmendada para permitir que Xi permanezca en el poder de por vida. El 11 de marzo de 2018, la legislatura títere de China, la Asamblea Popular Nacional (APN), aprobó la eliminación del límite de dos mandatos para el liderazgo.
En quinto lugar, el 27 de octubre de 2017, el Politburó (el principal órgano de toma de decisiones de China) decidió que los altos funcionarios deben informar de su trabajo por escrito al Comité Central del Partido y al secretario General Xi todos los años.
En sexto lugar, cuando Xi llegó al poder, hizo hincapié en el liderazgo del PCCh y revisó la Constitución en consecuencia. En octubre de 2017, se incluyó en la Constitución la frase «El Partido ejerce el liderazgo general en todas las áreas de actividad en cada parte del país». En marzo de 2018, se agregó a la Constitución otra frase, «El liderazgo del PCCh es la característica más esencial del socialismo con características chinas».
En octubre de 2019, se publicó el libro de Xi «Sobre la adherencia al liderazgo del partido en todo el trabajo», que contiene 70 contribuciones de Xi desde noviembre de 2012 hasta julio de 2019.
En séptimo lugar, Xi revisó la Ley Orgánica (Ley que rige todos los niveles de los tribunales de China) de la Asamblea Popular Nacional (APN).
El 11 de marzo, la cuarta reunión de la XIII Asamblea Popular Nacional del PCCh adoptó un proyecto de enmienda a la Ley Orgánica. La Ley Orgánica revisada autoriza al Comité Permanente de la APN a nombrar y destituir al viceprimer Ministro y consejeros de Estado del Consejo de Estado, al vicepresidente de la Comisión Militar Central (CMC) y a los miembros de la CMC cuando la APN no esté en sesión. Este es el primer cambio en 39 años desde que la ley fue reescrita y aprobada en 1982.
Esta enmienda permite a Xi, a través de su camarilla Li Zhanshu (miembro del Politburó), reemplazar a los funcionarios que ocupan estos puestos, centralizando aún más el poder del Consejo de Estado y la CMC en sus propias manos.
Ocho, las «dos ratificaciones» del PCCh se establecieron como las disciplinas políticas más importantes. La frase significa defender firmemente la posición central del secretario general, Xi Jinping, tanto en el Comité Central del Partido como en el Partido en su conjunto, y defender firmemente la autoridad del Comité Central del Partido y su liderazgo unificado y centralizado.
Las «dos ratificaciones» se incluyeron en el «Reglamento disciplinario del Partido Comunista Chino», que se revisó en 2018. Desde entonces, muchos altos funcionarios del PCCh han sido investigados y castigados por violar gravemente las «dos ratificaciones».
Qiushi, la revista teórica oficial del PCCh, publicó un artículo el 15 de julio de 2020 y declaró: “Para adherirse y fortalecer el liderazgo general del Partido, lo primero es lograr ‘las dos ratificaciones’”, lo cuales son “la disciplina política y la norma política más importante».
El artículo también decía: «Las ‘dos ratificaciones’ tienen una connotación [sic] y requisitos claros, que son mantener la posición central del secretario General Xi Jinping, que es el centro y nadie más».
Noveno, no se ha designado sucesor.
En el pasado, el PCCh tenía la práctica de designar un sucesor. Sin embargo, en los ocho años transcurridos desde que Xi asumió el poder, él no ha designado un sucesor. Aunque ha habido varias especulaciones sobre el sucesor de Xi, ninguno de los candidatos potenciales ha demostrado ser verdadero. El 5 de marzo, CNN citó a Steven Tsang, director del Instituto SOAS China, diciendo: «Sabemos exactamente quién es el sucesor de Xi Jinping, está aún más claro que nunca (…) Xi Jinping».
A través de los nueve principales pasos mencionados anteriormente, la centralización del poder de Xi se ha convertido en la segunda luego de la del exdictador del PCCh, Mao Zedong.
Razones para la continua centralización del poder de Xi
Hay cuatro razones principales por las que Xi ha estado consolidando su poder.
Primero, hay un estado profundo en el PCCh.
Antes de que Xi llegara al poder, Hu Jintao fue el secretario general del PCCh durante diez años. Durante su mandato, el PCCh tuvo un estado profundo encabezado por Jiang Zemin y su secuaz clave, el exvicepresidente chino Zeng Qinghong, a través de las facciones de Jiang y Zeng teniendo una gran influencia en todos los niveles de gobierno e instituciones. Hu Jintao era solo un títere para Jiang y no tenía su propia red política. Incluso su mayordomo de Zhongnanhai, Ling Jihua, el entonces director de la Oficina General del Comité Central, era leal a Jiang y Zeng. Las órdenes de Hu ni siquiera podían salir de Zhongnanhai, donde se encuentra la sede del PCCh.
Xi tampoco tenía sus propios contactos o protegidos antes de llegar al poder. En ese momento, si Xi no hubiera mantenido un perfil bajo y no hubiera obedecido a Jiang y Zeng, no habría podido convertirse en el jefe del PCCh. Luego de que Xi llegó al poder, lanzó una campaña anticorrupción contra los «tigres» para arrebatar el poder a Jiang y Zeng. Muchos miembros de la facción de Jiang fueron arrestados. Sin embargo, antes del XIX Congreso Nacional del PCCh, Xi pensó que había logrado tomar el poder, por lo que se comprometió con Jiang y Zeng y no los arrestó. Con Jiang y Zeng todavía en libertad, el estado profundo de la facción de Jiang ha estado tratando de sacar a Xi del poder.
En segundo lugar, Xi busca un tercer mandato en el XX Congreso Nacional del PCCh.
Para 2022, Xi habrá cumplido dos mandatos consecutivos como secretario General del Comité Central del PCCh.
El XX Congreso Nacional del PCCh se llevará a cabo el próximo año, y el Comité Central del PCCh, su Buró Político, el Comité Permanente del Buró Político, el secretario General del Comité Central del PCCh y el presidente de la Comisión Militar Central del PCCh serán reelegido.
El XX Congreso Nacional decidirá la distribución del personal de la XIV Asamblea Popular Nacional (APN), el gobierno central, el Tribunal Popular Supremo y la Fiscalía Popular Suprema en 2023. Para entonces, el presidente, la APN, el Consejo de Estado, el Tribunal Supremo y la Fiscalía Suprema serán reelegidos.
El Partido Comunista Chino ha estado en el poder durante 71 años y ha llevado el culto al poder al extremo, donde el poder significa fama, riqueza y mujeres hermosas. Bajo el sistema del PCCh, si se pierde el poder o se fracasa en la lucha por el poder, puede convertirse en un prisionero o incluso ser ejecutado.
Para los funcionarios del PCCh, el poder y el beneficio personal, e incluso la vida y la muerte, están estrechamente relacionados. ¿Quién subirá al poder y quién dimitirá en el XX Congreso Nacional del PCCh? Es probable que tenga lugar una nueva ronda de luchas internas entre funcionarios de alto nivel del PCCh.
Una de las razones más importantes para que Xi consolide el poder es salir vencedor en esta lucha política y ganar un tercer mandato en el XX Congreso Nacional.
En tercer lugar, Xi carece de sensación de seguridad y teme ajustar cuentas pasadas.
Bajo Xi, siete de los altos funcionarios militares y políticos del presidio de Beijing han sido reemplazados, cuatro de los cuales fueron comandantes y tres comisarios políticos. ¡Esto demuestra que Xi no confiaba en nadie!
El 5 de marzo de 2016, Xinjiang Wujie News publicó una carta abierta de una fuente anónima, que exigía la renuncia de Xi y amenazaba a su familia.
Cuarto, se acerca el final del PCCh.
A fines de la década de 1980 y principios de la de 1990, tras el colapso de los regímenes comunistas en la Unión Soviética y los países de Europa del Este, el PCCh se enfrentó a una enorme crisis existencial.
El 20 de julio de 1999, Jiang Zemin lanzó una importante campaña de persecución contra los practicantes de la práctica espiritual Falun Gong. Desde entonces, el PCCh comenzó a seguir adelante hacia una corrupción total y completa.
Cuando Xi llegó al poder en noviembre de 2012, heredó los problemas del PCCh que se habían acumulado durante las últimas décadas. Para 2020, el virus del PCCh, comúnmente conocido como el nuevo coronavirus y que causa la enfermedad COVID-19, se había extendido desde Wuhan al resto del mundo debido al encubrimiento de la epidemia por parte del PCCh—el PCCh se hundió en una crisis global sin precedentes. El PCCh se ha reducido al partido político más corrupto del mundo y no hay forma de salvarlo.
El PCCh ya tiene una enfermedad terminal irremediable y su inminente desaparición es evidente. Xi no puede pensar en una única solución milagrosa para salvar al PCCh de su inevitable destrucción. Entonces, tiene que seguir girando hacia el socialismo y el comunismo, aprender de Mao Zedong, regresar a la “Revolución Cultural” y seguir consolidando el poder una y otra vez.
La constante centralización del poder de Xi Jinping puede allanar el camino para su tercer mandato en el XX Congreso Nacional del PCCh. Sin embargo, si está a cargo de todo, está destinado a fracasar en sus deberes. El poder absoluto de controlar todo está destinado a conducir a la corrupción absoluta. La centralización de Mao y la centralización de Stalin provocaron desastres sin precedentes; es extremadamente peligroso para Xi seguir el camino de Mao y Stalin.
Wang Youqun se graduó con un doctorado en derecho de la Universidad Renmin de China. Trabajó como redactor para Wei Jianxing (1931-2015), miembro del Comité Permanente del Politburó del PCCh de 1997 a 2002.
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Las opiniones expresadas en este artículo son propias del autor y no necesariamente reflejan las opiniones de The Epoch Times
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