Opinión
Los «guerreros lobo» de China podrían verse obligados a cambiar su comportamiento. Xi Jinping pronunció recientemente un discurso ante los altos funcionarios del Partido Comunista Chino (PCCh), en el que les pidió que crearan una imagen de una «China creíble, amable y respetable», según un informe de Xinhua, un medio estatal.
Xi les dijo a los funcionarios que «controlen su tono diplomático, sean modestos, humildes y más amigables con otras naciones».
“Es necesario hacer amigos, unirse y ganarse a la mayoría, y expandir constantemente el círculo de amigos [en lo que respecta a] la opinión pública internacional”, dijo Xi.
Hace unos días, tres senadores estadounidenses visitaron Taiwán y llegaron a Taipei en un avión militar estadounidense, en lugar de un jet privado. El Ministerio de Defensa de China criticó la visita y el uso de aviones militares y exigió que Estados Unidos maneje con cautela el problema de Taiwán. Comparado con los comentarios hechos por funcionarios del PCCh en medio de conflictos recientes con Estados Unidos, este tono es mucho más suave.
Ahora que Estados Unidos está actuando realmente para combatir la creciente influencia del PCCh, la presión puede ser demasiada para el régimen chino. Hay una serie de razones que podrían explicar por qué Xi le está ordenando al Partido Comunista Chino que baje el tono de su enfoque agresivo en el trato con otras naciones. Veámoslo desde una perspectiva geopolítica.
¿De qué lado está Rusia?
Rusia es un factor clave dentro de la estrategia geopolítica del PCCh que busca el incremento y sostenimiento de su poder global. Estados Unidos y China son conscientes del poder de Rusia como tercer jugador en medio de las crecientes tensiones entre Washington y Beijing.
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, y el presidente de Rusia, Vladimir Putin, se reunirán en un hotel en Ginebra el 16 de junio, una reunión que pone muy nervioso al PCCh. La relación del PCCh con Rusia es un factor clave en la capacidad del régimen chino para mantener la presión contra Estados Unidos.
El presidente de la Agencia de Noticias Xinhua le pidió a Putin, el 4 de junio, que hablara sobre las relaciones entre China y Rusia en el Foro Económico Internacional de San Petersburgo. Putin respondió que la relación entre las dos naciones es muy buena y destacó el reciente contrato de suministro de 270,000 millones de dólares entre el gigante petrolero ruso Rosneft y la firma estatal china CNPC, dicho contrato se extiende por 25 años. En sus comentarios, Putin calificó el acuerdo petrolero como algo «sin precedentes».
Los medios estatales del PCCh se aprovecharon rápidamente de los elogios de Putin al acuerdo petrolero e informaron que el líder ruso dijo que el vínculo entre las dos naciones es «el mejor en la historia de las relaciones chino-rusas». En junio, Xinhua publicó numerosos artículos exaltando la fuerza y la unidad de los lazos amistosos entre China y Rusia.
Muchos de los principales académicos chinos publicaron recientemente declaraciones que glorificaban la amistad entre China y Rusia.
«China y Rusia deben trabajar juntos para mantener la estabilidad regional», dijo Sun Zhuangzhi, un experto en las relaciones chino-rusas de la Academia China de Ciencias Sociales, en un artículo del Global Times.
Xie Fuzhan, decano de la Academia China de Ciencias Sociales, también habló sobre el tema en una conferencia internacional. «China y Rusia, como países responsables, se adhieren a las ideas de desarrollo pacífico y están decididos a formar un orden mundial justo».
Sin embargo, los líderes rusos han mostrado moderación al hablar públicamente sobre las relaciones con China. Al igual que Putin, el tono del ministro de relaciones exteriores de Rusia, Sergey Lavrov, sobre las relaciones entre China y Rusia no confirma externamente una alianza cercana con el PCCh.
Si bien los líderes rusos han enfatizado la cooperación en economía y comercio, y la prevención de pandemias, se abstienen de discutir las relaciones estratégicas y la promoción de alianzas entre China y Rusia.
El hecho es que China y Rusia realmente trabajan juntos para promover sus respectivos intereses nacionales.
Después de que Rusia anexara Crimea en 2014, el país fue sancionado conjuntamente por Estados Unidos y los países occidentales. En respuesta, Rusia tomó la iniciativa de fortalecer su alianza con China esperando ofrecer una amenaza a las naciones occidentales y disminuyendo la presión de las sanciones económicas occidentales.
A principios de junio de 2019, China y Rusia firmaron una declaración conjunta sobre la asociación estratégica integral de cooperación entre los dos países.
Es un hecho que Rusia y China tienen una historia reciente de formación de alianzas estratégicas contra naciones occidentales. En ese caso, ¿por qué Rusia se abstuvo de anunciar abiertamente una alianza con China?
A medida que crece la rivalidad entre China y Estados Unidos, Rusia se beneficiará de su posición en el medio. Una asociación clara con China aislaría a Rusia de los beneficios de Estados Unidos. Una asociación clara con Estados Unidos aislaría a Rusia de los beneficios chinos.
El gobierno ruso tiene un historial de actuar sin piedad para conseguir lo que quiere, y el PCCh lo sabe. Durante la Segunda Guerra Mundial, la Unión Soviética y Polonia crearon un tratado de alianza. Cuando Alemania atacó Polonia, la Unión Soviética envió tropas y los polacos creían que los soviéticos acudirían en su ayuda. En cambio, los soviéticos aprovecharon la oportunidad para ocupar la mitad de Polonia. Muchos polacos se rindieron a la Rusia soviética para evitar ser capturados por la Alemania nazi.
Durante la Segunda Guerra Mundial, la Unión Soviética también estaba preocupada por un ataque japonés, por lo que desplegó una gran cantidad de tropas en el Lejano Oriente. Para disuadir a Japón, la Unión Soviética proporcionó grandes cantidades de ayuda a la República de China, apoyando la resistencia de Chiang Kai-shek a Japón.
Sin embargo, en 1941, la Unión Soviética firmó un tratado de paz con Japón, permitiendo la ocupación japonesa de las tres provincias orientales de China. La Unión Soviética cesó de inmediato todo apoyo a la China precomunista, un acto que enfureció a Chiang Kai-shek.
De la mano de Putin, Rusia sabe que una postura vaga entre China y Estados Unidos redunda en su propio interés, un hecho que ha despertado la ansiedad del PCCh por su seguridad geopolítica.
La lealtad cambiante de Corea del Sur
El presidente de Corea del Sur, Moon Jae-in, se reunió recientemente con el presidente Biden. Después de su reunión, Estados Unidos y Corea del Sur emitieron una declaración conjunta que aborda puntos clave con respecto a los intereses geopolíticos de China.
En el comunicado, Moon sorprendió a muchos al estar de acuerdo en que Corea del Sur trabajaría con Estados Unidos en «la paz y la estabilidad en el Estrecho de Taiwán».
Después de que Moon llegó al poder en 2017, la política exterior de Corea del Sur cambió buscando equilibrar la relación con China y con Estados Unidos, confiando en Estados Unidos para la protección militar y en China para el desarrollo económico.
Bajo el mandato de Moon, la relación entre Corea del Sur y Japón se agrió enormemente. La cooperación militar a tres bandas entre Estados Unidos, Japón y Corea del Sur, de hecho, cesó.
La relación entre Estados Unidos y Corea del Sur también se enfrió mucho. Moon optó por la política de los «Tres No» del PCCh: no participar en el sistema de defensa antimisiles de Estados Unidos; ningún despliegue adicional del sistema «THAAD«; y no unirse a la alianza militar de la República de Corea-Estados Unidos-Japón. A través de su diplomacia con Corea del Sur, el PCCh rompió efectivamente el triángulo de seguridad entre Estados Unidos y Asia Oriental.
La importancia de Corea del Sur radica en su papel dentro del Triángulo de hierro Estados Unidos-Japón-Corea en la estrategia del Pacífico Occidental de Estados Unidos.
Para contener efectivamente a China y responder al problema nuclear de Corea del Norte, Washington está dando prioridad a restablecer la cooperación entre Corea del Sur, Japón y Estados Unidos.
Después de que Biden y Moon se reunieran a fines de mayo, la Casa Blanca emitió un comunicado reafirmando la cooperación de seguridad trilateral entre Corea del Sur, Japón y Estados Unidos.
¿Por qué Corea del Sur buscó la reconciliación con Estados Unidos y aceptó la negociación trilateral? La razón principal es que Estados Unidos está rediseñando su mapa económico, dividiendo la cadena de suministro global en industrias de gama baja y alta.
Estados Unidos está decidido a desvincular la cadena de suministro de tecnología de alta gama de China, y esto se refleja en la Ley de Innovación y Competitividad recientemente aprobada. El desacoplamiento completo de la tecnología avanzada equivale a la reorganización de la cadena de suministro mundial de alta tecnología.
Los nuevos planes para una cadena de suministro estadounidense actualizada han incluido a Europa, India, Japón y Taiwán. En particular, los planes dejan fuera a Corea del Sur debido a su creciente relación con China.
Sin acceso a la cadena de suministro de tecnología de Estados Unidos, la economía de Corea del Sur sufriría.
Antes de la década de 1960, la economía de Corea del Sur giraba en torno a la agricultura y la ganadería. El giro de Corea del Sur hacia las exportaciones de tecnología y la fabricación impulsó su crecimiento económico astronómico desde la década de 1960 hasta la de 1980, estableciéndola como una de las principales economías mundiales. En la década de 1980, superó a otras economías mundiales prometedoras como Brasil, la economía más fuerte de América Latina. El crecimiento de Brasil fue impulsado por la exportación de tecnología al mercado estadounidense.
Corea del Sur ahora sirve como modelo para las naciones que exportan tecnología, específicamente maquinaria eléctrica. En 2019, el país exportó USD 85,200 millones en circuitos integrados.
Estados Unidos y Japón siguen siendo dos de sus principales socios de exportación, justo después de China. Si se excluye a Corea del Sur de los desarrollos del comercio de tecnología con Estados Unidos y sus aliados, podría perder su posición como exportador líder de tecnología. El futuro crecimiento económico de Corea del Sur ciertamente sufriría inmensamente. Por eso Moon visitó a Biden en Estados Unidos.
Poco después de la reunión, Moon y Biden emitieron una declaración conjunta en la que anunciaban su cooperación conjunta en temas como la protección al Estrecho de Taiwán y al Mar de China Meridional, el mantenimiento del sistema THAAD y el fin de las Directrices de alcance de misiles balísticos de Corea del Sur firmadas en 1979, que levantarían el límite de 497 millas en el alcance de los misiles surcoreanos. Es por eso que Corea del Sur está dispuesta a llevar a cabo negociaciones de seguridad tripartitas con Estados Unidos y Japón.
Uno de los mayores logros diplomáticos del PCCh fue eliminar con éxito la participación de Corea del Sur en el Triángulo de hierro de Estados Unidos, Japón y Corea. Pero con los recientes acontecimientos, este logro clave se esfumó.
En los últimos años, China ha llenado de tensión sus relaciones diplomáticas con India, Australia, Canadá, Gran Bretaña y la Unión Europea. Solo queda Rusia, pero China no puede garantizar la confianza de Putin. Corea del Sur ahora también ha anunciado su cooperación con Estados Unidos. Este es el contexto geopolítico para que Beijing cambie su enfoque de política exterior.
Puede que ya sea demasiado tarde para que los «guerreros lobo» retrocedan.
Alexander Liao es columnista y periodista de investigación sobre asuntos internacionales de Estados Unidos, China y el sudeste asiático. Ha publicado una gran cantidad de reportajes, comentarios y programas en periódicos y revistas financieras chinas en Estados Unidos y Hong Kong.
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Las opiniones expresadas en este artículo son propias del autor y no necesariamente reflejan las opiniones de The Epoch Times
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