Porosa frontera sur de EEUU sirve de poco para frenar que inmigrantes deportados crucen de nuevo

Por Charlotte Cuthbertson
08 de julio de 2019 9:42 AM Actualizado: 11 de julio de 2019 3:40 PM

TECUN UMAN, Guatemala – Boris, un migrante que se negó a dar su apellido fue entrevistado sobre su situación mientras estaba esperando en la frontera de Guatemala y México a que su madre le transfiriera dinero desde California.

Tenía cuatro quetzales (54 centavos de dólar), y el dinero extra no llegaría hasta la mañana siguiente, por lo que se quedó sin la tarifa de 10 quetzales ($ 1.35) para atravesar el río Suchiate a México.

El hombre salvadoreño de 38 años acababa de ser deportado a su país natal, pero inmediatamente reinició el viaje hacia el norte.

Boris dijo que el 25 de junio «estaba casi en Tijuana» y lo deportaron, pero agregó que «iba a intentar una vez más» ingresar a Estados Unidos ilegalmente”.

El migrante explicó que fue deportado de Estados Unidos el 4 de febrero después de ser detenido por Inmigración y Control de Aduanas (ICE) mientras estaba trabajando en un restaurante de California.

«Me quedé trabajando un poco en mi país para ganar un par de dólares y luego intenté regresar, y me deportaron de México», añadió.

El salvadoreño Boris en Tecun Uman, Guatemala, tratando de regresar a los Estados Unidos después de ser deportado, el 25 de junio de 2019. (Charlotte Cuthbertson /La Gran Época)

Boris dijo que cuando estuvo en Estados Unidos vivió con su madre en el condado de Ventura, California. La mujer trabaja limpiando casas para ganarse la vida y se encuentra en situación legal en el país.

Señaló que si regresa sin ser detectado, buscará un trabajo en jardinería o construcción, ya que no le preocupa ser deportado de Estados Unidos de nuevo.

«No estoy preocupado por eso. Solo tendré más cuidado con el trabajo”, dijo el salvadoreño.

El presidente Donald Trump amenazó recientemente con aumentar las deportaciones de inmigrantes ilegales.

“Después del 4 de julio, mucha gente será traída de regreso. Por lo tanto, las personas que vengan pueden estar aquí por un corto tiempo, pero volverán a sus países», dijo Trump mientras firmaba un proyecto de ley en la Oficina Oval el 1 de julio.

A instancias de los Demócratas, Trump otorgó a las deportaciones un indulto de dos semanas después de anunciar el 17 de junio que ICE comenzaría a deportar a «millones» de extranjeros ilegales a quienes ya se les había ordenado que abandonaran el país.

20 años en Idaho

El hondureño Juan Méndez, otro migrante, ya había llegado a México y estaba esperando en Tapachula sus documentos legales del Instituto Nacional de Migración de México cuando fue entrevistado.

Méndez contó que cruzó ilegalmente a Estados Unidos en 1999 y fue deportado hacía dos meses después de vivir en Idaho durante 20 años. Su esposa originaria de México es ciudadana estadounidense y junto a ella tiene dos hijos, de 7 y 18 meses.

Explicó que fue deportado después de ser detenido por conducir sin licencia. ICE lo estaba esperando en la estación de policía y ahora no puede regresar a los Estados Unidos por 20 años.

El hondureño Juan Méndez, quien fue deportado de los Estados Unidos hace dos meses, está esperando afuera de un centro de procesamiento de visas en Tapachula, México, el 24 de junio de 2019. (Charlotte Cuthbertson / La Gran Época)

Dada la situación contó que se iba a quedar en México y conseguir un trabajo, para que su familia pueda visitarlo, pero la atracción de ir a Estados Unidos puede ser más fuerte una vez que se acerque.

Agentes de la Patrulla Fronteriza han detenido a miles de extranjeros ilegales que regresan al país luego de ser deportados, muchos de los cuales tienen condenas penales.

Más de 19.000 criminales

La Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP) ha arrestado a más de 19.000 delincuentes condenados desde principios de 2019, según datos publicados por ICE el 1 de julio.

En el mes de junio, la CBP emitió comunicados de prensa sobre 10 delincuentes condenados que intentaban volver a ingresar a Estados Unidos.

Según la ley, los delincuentes convictos que vuelven a ingresar a Estados Unidos después de la deportación, enfrentan una sentencia máxima de hasta 20 años de prisión.

El 1 de junio, un ciudadano mexicano fue arrestado por agentes de la Patrulla Fronteriza de San Diego. El hombre de 41 años tenía varias condenas anteriores, incluso por abuso sexual agravado de un niño en el estado de Utah en el año 2000. De acuerdo al informe de CBP, había sido previamente deportado en enero de 2001.

Al día siguiente, el 2 de junio, en el mismo sector, otro ciudadano mexicano de 33 años fue arrestado. Los registros mostraron que había sido declarado culpable de tener relaciones sexuales con un menor en Los Ángeles en 2004. El hombre había sido sentenciado a 27 días de cárcel y luego deportado a México en abril de 2005.

En otro caso fronterizo del 4 de junio, un asesino convicto de México, Mario Sagasta Rodríguez, de 59 años, fue arrestado luego de ingresar ilegalmente a California. Previamente había cumplido más de 30 años en prisión por el asesinato y fue deportado en febrero de 2017.

Luego el 19 de abril fue arrestado un agresor infantil por agentes de Yuma, también después de ingresar ilegalmente a Estados Unidos con un grupo de unidades familiares. Fue identificado como Juan Rojas Rodríguez, de 41 años, un ciudadano mexicano deportado anteriormente, declarado culpable de tener relaciones sexuales con un menor de 14 años en California en 1996. Había sido deportado por última vez en 2008.

Al día siguiente, el 20 de junio, en El Paso, agentes de la Patrulla Fronteriza arrestaron a un agresor sexual previamente deportado cuando intentaba entrar ilegalmente. Fue identificado como Juan Carlos Bustamante-Pena, de 30 años, quien pasó dos años en una institución correccional juvenil de Colorado por un delito grave de asalto sexual en 2005. Fue deportado en enero de 2009 y luego arrestado de nuevo cuatro años después por reingreso ilegal.

Un agente del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas detiene a un inmigrante ilegal en Los Ángeles el 14 de octubre de 2015. (John Moore/Getty Images)

El mismo día agentes de la Patrulla Fronteriza de Eagle Pass arrestaron al ciudadano mexicano de 45 años identificado como Pedro Tiempo-García. Los registros indicaron que había sido arrestado en 2001 en Rocksprings por asesinato. Posteriormente fue condenado por intento de asesinato capital y sentenciado a 22 años de prisión. Fue deportado en febrero de 2019 después de cumplir 18 años de su condena.

El 21 de junio agentes de la Patrulla Fronteriza del Sector de Tucson arrestaron a Walter Patricio Juela-Pinancela, un ecuatoriano de 29 años de edad, después de haber entrado ilegalmente al país en Nogales. El hombre previamente deportado tiene un historial criminal violento, incluyendo una condena por delito agravado en Nueva York por una violación de una menor en 2016.

Posteriormente un ciudadano mexicano con una condena previa por intento de asesinato fue arrestado por entrada ilegal el 23 de junio. Había sido deportado en 2011 y tiene un extenso historial criminal, según el CBP.

El 24 de junio la Patrulla Fronteriza de Eagle Pass arrestó también a un ciudadano mexicano con una condena en 2004 por abuso sexual criminal agravado. Anteriormente fue deportado a México en abril de 2012.

En el mismo sector, varias horas después, los agentes de frontera detuvieron a un hondureño que ya había sido arrestado por agresión sexual en 2010, condenado por ese delito y posteriormente deportado en 2011.

Extranjeros ilegales están siendo arrestados durante una operación de aplicación de la ley llevada a cabo por el ICE dirigida a fugitivos de inmigración, reentrados y extranjeros criminales en general en Atlanta, Georgia, el 9 de febrero de 2017. (ICE)

Deportaciones

Las deportaciones han aumentado de 19.856 en enero a 23.081 en marzo, según datos del ICE.

Más del 91 por ciento de ellos habían recibido condenas penales o cargos penales pendientes, según Nathalie Asher, directora ejecutiva asociada del ICE.

Para sostener la crisis fronteriza el ICE ha tenido que desviar recursos, lo que ha resultado en una caída del 14 por ciento en los arrestos administrativos en comparación con el mismo período del año pasado.

Debido a la escasez de la capacidad de mantener a los detenidos, el ICE liberó además a más de 200.000 migrantes en el interior de Estados Unidos desde el 1 de diciembre de 2018, dijo a los periodistas el 19 de junio el entonces director en funciones de ICE, Mark Morgan.

A la vez casi el 90 por ciento de los solicitantes de asilo recientes no se han presentado ante los tribunales para sus procedimientos, dijo.

En total, más de 1 millón de extranjeros ilegales en los Estados Unidos tienen órdenes de deportación.

«Entraron al país ilegalmente, presentaron un reclamo falso, han recibido la justicia debida a través de los procedimientos de inmigración, y se ha encontrado que son falsos, y han recibido una orden de deportación», dijo Morgan a La Gran Época en una entrevista anterior.

«Un millón, y siguen aquí ilegalmente».

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