Un portaaviones chino atravesó el estrecho de Taiwán apenas unas horas antes de que se produjera una llamada entre el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, y el secretario general del Partido Comunista Chino (PCCh), Xi Jinping.
El PCCh afirma que la isla de Taiwán es un territorio escindido que debe unirse a la China continental. Durante más de dos años, el ejército chino llevó a cabo una campaña de intimidación y coerción contra la isla, con frecuentes vuelos de aviones militares a través de la Zona de Identificación de Defensa Aérea de Taiwán.
Taiwán tiene su propio gobierno desde el final de la guerra civil china en 1949. La isla nunca ha sido controlada por el PCCh.
El portaaviones Shandong, uno de los dos que están bajo el control del PCCh, navegó cerca de la isla de Kinmen, controlada por Taiwán, según un informe de Reuters.
Al parecer, buques de guerra de la isla y un destructor de misiles estadounidense siguieron al portaaviones durante parte del viaje.
El paso del Shandong se produjo unas 12 horas antes de que Biden y Xi tuvieran prevista una conferencia telefónica.
Se cree que la reunión será polémica, ya que recientemente funcionarios estadounidenses habrían hecho declaraciones a sus socios aliados en el sentido de que China estaba considerando conceder apoyo militar a Rusia para la invasión de Ucrania. Rusia y China niegan esta afirmación.
Beijing se rehusa a denunciar las acciones de Rusia o a reconocer la guerra de Rusia contra Ucrania como una «invasión» y censura a los que en el continente se refieren al evento como tal. El PCCh también se niega a unirse a las sanciones impulsadas por la comunidad internacional contra Rusia y dice que el comercio con Moscú continuará con normalidad, lo que supone un alivio a la crisis de la asediada economía rusa y socava la presión económica occidental.
Washington pidió en repetidas ocasiones a los dirigentes del PCCh que se posicionen en contra de Rusia por la guerra en Ucrania y enmarcó la reunión entre Biden y Xi como un intento de poner a China en el lado correcto de la historia.
«Esta es una conversación sobre la posición del presidente Xi», dijo la secretaria de prensa de la Casa Blanca, Jen Psaki, durante una conferencia de prensa el 17 de marzo. «Depende de los chinos decidir dónde quieren estar, dónde quieren estar cuando se escriban los libros de historia».
Los funcionarios de Biden también advirtieron que Beijing sufriría las consecuencias de parte de Washington si decide ayudar a Rusia a evadir las sanciones occidentales.
Taiwán se encuentra actualmente en un estado de alerta reforzado debido a la guerra en Ucrania, vigilando de cerca a la parte continental en busca de cualquier señal de preparación para un ataque.
Los líderes internacionales temen que Xi intente apoderarse de Taiwán por la fuerza si logra obtener un tercer mandato en el Congreso Nacional del PCCh a fines de este año. La cúpula militar estadounidense expresó anteriormente que esperaba un intento de invasión de Taiwán por parte del PCCh para 2027.
Taiwán es el principal fabricante mundial de semiconductores avanzados, utilizados en las tecnologías que van desde la fabricación de vehículos personales hasta los misiles. Aunque Estados Unidos no mantiene relaciones diplomáticas formales con Taiwán, es el socio económico y proveedor de armas más importante de la isla.
Desde la Ley de Relaciones con Taiwán de 1979, Estados Unidos mantiene la obligación legal de proporcionar a la isla los equipos necesarios para garantizar su autodefensa.
The Epoch Times solicitó comentarios a la Marina estadounidense.
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