El experimento de Oregón con la despenalización de las drogas llegó a su fin el 1 de septiembre, con una ley ahora en vigor que vuelve a penalizar la posesión de pequeñas cantidades de ciertas drogas en el estado.
La ley, HB 4002, aprobada en marzo, convierte la posesión de drogas como el fentanilo, la heroína y la metanfetamina para uso personal en Oregón en un delito menor, castigado con hasta seis meses de cárcel.
Permite a la policía abordar el consumo de drogas en zonas públicas y facilita el procesamiento de las personas que las venden. El proyecto de ley también establece formas de ofrecer tratamiento como alternativa a las sanciones penales.
Se «anima, pero no se obliga» a los agentes de la ley a remitir a las personas a un «programa de desvío», derivándolas a servicios de adicción y salud mental en lugar de detenerlas por delitos menores de posesión de drogas.
La Drug Policy Alliance (DPA) expresó su preocupación por la ley, afirmando que «trata la adicción y la crisis de las sobredosis como problemas penales» y no como cuestiones de salud.
La organización sin ánimo de lucro también destacó que la respuesta por defecto a la posesión de drogas será probablemente el arresto, porque la mayoría de los condados aún no han puesto en marcha programas de desvío.
«Un retorno a la criminalización significa que en lugar de conexiones con los servicios o el tratamiento, las personas que luchan contra el consumo de sustancias se verán obligadas a entrar en un sistema jurídico penal mal equipado, complicado y con escasez de defensores públicos», dijo Lindsay LaSalle, directora gerente de políticas de DPA, en una declaración del 30 de agosto.
«Lo más probable es que vuelvan a la calle en peores condiciones en las mismas circunstancias y que vuelvan a ser detenidos», afirmó la Sra. LaSalle.
La ley HB 4002 fue promulgada en abril por la gobernadora de Oregón, Tina Kotek. En una carta dirigida a los legisladores el 1 de abril, la Sra. Kotek afirmó que el éxito del marco normativo dependía de la capacidad de los socios ejecutores «para comprometerse a una profunda coordinación a todos los niveles».
«Animo encarecidamente a la inclusión de todas las partes ejecutoras como parte del diseño de los programas de desviación autorizados por la Ley 4002 de la Cámara de Representantes», declaró la gobernadora.
Medida 110
El proyecto de ley anterior, la Medida 110 que se aprobó con un 58 por ciento de apoyo en 2020, fue la primera ley en la nación en despenalizar la posesión de pequeñas cantidades de drogas mediante la reducción de un delito menor de posesión de drogas a una violación civil, punible con hasta una multa de USD 100 o una evaluación de salud.
Este proyecto de ley redirigió más de USD 100 millones en subvenciones anuales procedentes de los ingresos fiscales estatales del cannabis para ampliar el acceso a los servicios de tratamiento de adicciones. Entró en vigor por primera vez en febrero de 2021.
La Autoridad de Salud de Oregón dijo el año pasado que más de 60,000 personas recibieron servicios durante «las primeras fases» de la implementación del proyecto de ley. Una auditoría estatal reveló el año pasado un aumento en el consumo de fentanilo y las sobredosis de drogas en Oregón.
«Controvertida desde el principio, la M110 atrajo más escrutinio cuando la financiación de los servicios se retrasó y la despenalización entró en vigor en medio de una explosión del consumo de fentanilo», dijo la secretaria de Estado de Oregón, LaVonne Griffin-Valade, en un informe de diciembre de 2023.
Según el informe, el número de pastillas de fentanilo incautadas en Oregón, y en la zona de alta intensidad de tráfico de drogas de Idaho, aumentó de 690 en 2018 a más de 3 millones en 2022.
También señaló que las sobredosis mortales por consumo de opioides en Oregón aumentaron a 955 muertes en 2022, en comparación con un promedio de 322 muertes por año en los cinco años anteriores a la pandemia de COVID-19.
Con la contribución de Scottie Barnes
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