El petróleo cayó alrededor de 15 dólares por barril en el último mes, pero los precios de la gasolina bajaron apenas un centavo en el mismo lapso, y la persistencia de los altos costos en el surtidor frustró tanto a los conductores cansados de la inflación como a la Casa Blanca, que volvió a plantear su preocupación por el posible fraude en los precios.
Los datos de la Asociación Estadounidense del Automóvil (AAA) muestran que el precio medio nacional de la gasolina ha bajado de 3.402 dólares hace un mes a 3.390 dólares el 30 de noviembre, es decir, apenas un centavo.
En cambio, los precios futuros del petróleo en EE.UU. (West Texas Intermediate) han bajado de unos 84 dólares el barril el 1 de noviembre a unos 69 dólares el barril el 1 de diciembre —una caída de alrededor del 19 por ciento— lo que hace que se especule sobre cuándo el crudo más barato hará bajar los precios en el surtidor.
«La reciente caída de los precios de los futuros podría dar lugar a un descuento de unos 25 centavos por galón o más», dijo Mark Jenkins, portavoz de la AAA, en un comunicado, añadiendo que sería «inusual que ese descuento llegara a los surtidores de la noche a la mañana».
«Los precios de la gasolina normalmente suben como un cohete y bajan como una pluma. Así que podrían pasar semanas antes de que los precios de la gasolina se ajusten completamente», dijo Jenkins.
Tom Kloza, jefe global de análisis de energía en el Servicio de Información de Precios del Petróleo (OPIS) de IHS Markit, dijo en un mensaje de Twitter que espera que los conductores vean algún alivio en el surtidor en diciembre.
«Continúan los desplomes en los mercados de futuros y al contado de la gasolina», dijo Kloza. «OPIS ve que los precios al contado bajan entre 7 y 8.5 centavos por galón en todos los mercados de graneles, superando los mínimos del viernes. Los temores de COVID harán bajar los precios en la calle en diciembre».
El gobierno de Biden expresó su frustración por el lento impacto del crudo más barato en los precios en el surtidor.
«Estamos frustrados porque se ha visto un descenso en los precios del petróleo… no se ha visto un descenso en la gasolina», dijo la secretaria de prensa de la Casa Blanca, Jen Psaki, en una rueda de prensa el martes. «Es increíblemente frustrante».
«No hace falta ser un experto en el mercado del petróleo para reconocer que eso no suena, ni parece, ni huele bien», dijo Psaki, y añadió que el presidente Joe Biden ha pedido a la Comisión Federal de Comercio (FTC) que investigue las posibles prácticas anticompetitivas de las compañías petroleras que pueden haber hecho subir los precios de la gasolina en los surtidores.
En una carta enviada el 17 de noviembre a la presidenta de la FTC, Lina Khan, Biden dijo que había «crecientes pruebas de un comportamiento anticonsumidor por parte de las compañías petroleras y de gas», señalando una aparente dislocación del mercado—la caída de los costos de producción y la disminución de los precios de la gasolina sin terminar, mientras que los precios en los surtidores suben.
La carta del presidente provocó una reacción crítica del Instituto Americano del Petróleo (API), la mayor asociación comercial de la industria del petróleo y el gas del país. El API calificó la carta de Biden a la FTC de «distracción» y culpó a las políticas «desacertadas» de su administración de restringir el suministro energético del país y agravar el dolor en los surtidores.
Reaccionando a la noticia de la ansiedad de la Casa Blanca por el lento impacto de la bajada de los precios del crudo en los costos de la gasolina al por menor, el analista jefe de petróleo de GasBuddy, Patrick De Haan, dijo que sucedería —eventualmente.
«Paciencia: ocurrirá. Las estaciones de servicio repostan cada 3-5 días, los precios más bajos están llegando. Sin embargo, con cierta incertidumbre sobre el omicron, puede que lo pasen más lentamente», escribió De Haan en una publicación de Twitter.
Los temores a una desaceleración económica mundial impulsada por la aparición de la variante omicron han desencadenado una gran volatilidad en los mercados en los últimos días, con varios episodios bruscos de risk-off que han hecho caer las acciones y el petróleo.
El portavoz de la AAA, Andrew Gross, dijo que es demasiado pronto para saber si los temores de omicron tendrán un impacto duradero en los precios del crudo.
«Por ahora, la presión alcista sobre los precios debida a la escasa oferta y a la elevada demanda parece haber remitido, y eso probablemente hará que los precios en los surtidores se estabilicen», predijo Gross.
Algunos analistas esperan que la caída de los precios del crudo sea efímera. JP Morgan predijo en su más reciente perspectiva económica para 2022 que los precios del petróleo alcanzarán los 125 dólares por barril el próximo año y los 150 dólares en 2023, ya que los productores de la OPEP+ no podrán aumentar la producción debido a la crónica falta de inversión.
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