Menos de uno de cada diez estadounidenses dice estar preocupado por el virus del PCCh, después de más de dos años de restricciones y órdenes relacionadas a la pandemia, según una nueva encuesta de Axios/Ipsos publicada el 12 de abril.
La nueva encuesta se realizó en un momento en el que muchos estados de Estados Unidos están suavizando las regulaciones inducidas por la pandemia, como los requisitos de mascarillas y las órdenes de vacunación, y en un período en el que millones de estadounidenses están experimentando fatiga por COVID-19.
Muchos están deseando volver a la normalidad y retomar sus vidas y rutinas habituales.
Casi tres cuartas partes de los estadounidenses, o el 73 por ciento, dijo que la pandemia era «un problema, pero manejable» y que ya no era una «crisis grave».
El 17 por ciento de los encuestados dijo que la pandemia «no es un problema en absoluto», mientras que solo el 9 por ciento la calificó de «crisis».
Con resultados claramente partidistas, los demócratas se mostraron cinco veces más propensos que los republicanos a describir el virus del PCCh (Partido Comunista Chino) como una «crisis», alrededor del 16 por ciento frente al 3 por ciento.
Los republicanos son 10 veces más propensos que los demócratas a creer que el virus «no es un problema en absoluto», con un 31 por ciento frente al 3 por ciento.
Más de un tercio de los encuestados, alrededor del 37 por ciento, dijo que iba a retomar su estilo de vida anterior a la pandemia y dos tercios dijeron que habían visitado a amigos y familiares en la última semana.
El 65 por ciento de los encuestados respondió que había salido a comer a un restaurante la semana anterior.
Menos del 22 por ciento afirmó que sus empleadores siguen exigiendo el uso de mascarillas, frente al 39 por ciento de la misma época en marzo.
Apenas el 19 por ciento de los encuestados afirmó llevar mascarilla siempre al aire libre, frente al 26 por ciento del mes pasado.
Solo el 36 por ciento de los encuestados dijo que seguía siendo partidario de que las tiendas y los restaurantes exigieran a un potencial cliente que muestre un comprobante de vacunación, un requisito que finalmente se retiró en áreas metropolitanas como la ciudad de Nueva York.
Más de la mitad de los estadounidenses, el 51 por ciento, apoyó esta política a principios de febrero.
Sin embargo, el 44 por ciento de los encuestados aún sigue apoyando los requisitos de mascarilla de los gobiernos estatales o locales en los lugares públicos, frente al 67 por ciento de principios de este año.
Filadelfia anunció el 11 de abril que volvería a imponer el uso obligado de mascarillas en interiores en medio de un supuesto aumento de casos.
La encuesta de abril entrevistó a 1043 adultos registrando un margen de error de más o menos 3.4 puntos porcentuales.
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