El Departamento de Policía de Atlanta detuvo y acusó a 23 individuos de terrorismo doméstico después de que el domingo prendieran fuego al equipo de construcción de un nuevo centro de formación policial y lanzaran piedras, ladrillos y fuegos artificiales contra los oficiales.
Entre los detenidos se encontraba Thomas Jurgens, abogado y empleado del Southern Poverty Law Center, una organización sin ánimo de lucro que documenta la actividad extremista.
«El 5 de marzo de 2023, un grupo de agitadores violentos utilizó la fachada de una protesta pacífica contra el propuesto Centro de Formación de Seguridad Pública de Atlanta para llevar a cabo un ataque coordinado contra equipos de construcción y agentes de policía», dijo el Departamento de Policía de Atlanta sobre la detención. «Ellos se visteron de ropa negra y entraron en la zona de obras y empezaron a lanzar grandes piedras, ladrillos, cócteles molotov y fuegos artificiales contra los oficiales de policía».
Los vídeos compartidos en las redes sociales mostraron a miembros de la multitud alborotada destrozando y quemando equipos de construcción y lanzando piedras y fuegos artificiales a los policías.
El Departamento de Policía de Atlanta informó de que había detenido a un total de 35 personas y la Oficina de Investigación de Georgia (GBI) acusó posteriormente a 23 de terrorismo doméstico, entre ellas a Jurgens.
Southern Poverty Law Center (SPLC) confirmó la detención de Jurgens en una declaración el lunes, en la que afirmó que en ese momento solo actuaba como observador legal en nombre del Gremio Nacional de Abogados (NLG).
«Un empleado del SPLC fue detenido mientras actuaba —y se identificaba— como observador legal en nombre del Gremio Nacional de Abogados (NLG)», decía el comunicado del SPLC. «El empleado es un observador legal experimentado, y su detención no es prueba de ningún delito, sino de una intervención policial de mano dura contra los manifestantes».
En una reunión celebrada el lunes por el Ayuntamiento de Atlanta, las fuerzas del orden compartieron imágenes de individuos cerca del Centro de Formación de Seguridad Pública de Atlanta cambiándose la ropa que habían llevado momentos antes durante los violentos disturbios y dijeron que las imágenes mostraban que los atacantes intentaban hacerse pasar por asistentes a un festival de música cercano.
«Eventos que se muestran como pacíficos y que se publicitan como pacíficos están siendo utilizados por individuos como fachada para lanzar ataques ilegales y criminales», declaró el jefe de la policía de Atlanta, Darin Schierbaum.
Aumento de la violencia
El centro de formación policial en construcción, conocido como Centro de Formación de Seguridad Pública de Atlanta, ha sido escenario de continuas protestas. Los que se oponen al nuevo centro de formación se refieren a él como «Cop City» y en respuesta han formado el movimiento «Stop Cop City».
Como parte del movimiento «Stop Cop City», los activistas han intentado bloquear la tala de árboles para despejar espacio para el nuevo centro. A fines de 2021, algunos activistas empezaron a vivir en los árboles para impedir que se talaran determinados árboles, frenando así los avances para despejar y urbanizar el terreno.
En diciembre, el Oficina de Investigación de Georgia detuvo y acusó a cinco activistas de terrorismo doméstico tras encontrar supuestamente artefactos explosivos, gasolina y bengalas de carretera en sus emplazamientos en los árboles.
En enero, la policía mató a un activista tras un intercambio de disparos cuando intentaba desalojar a los manifestantes de la zona. Según las fuerzas de seguridad de Georgia, el activista, Manuel Esteban Páez Terán, abrió fuego e hirió a un policía estatal. Los policías estatales devolvieron el fuego y mataron a Terán.
La declaración del Southern Poverty Law Center (SPLC) del lunes no menciona los ataques a agentes de policía y la destrucción de material de construcción que precedieron a la detención de Jurgen, pero describe su arresto como parte de un patrón de comportamiento creciente por parte de la policía contra los activistas de «Stop Cop City».
«Esto forma parte de una escalada de meses de tácticas policiales contra manifestantes y observadores que se oponen a la destrucción del bosque de Weelaunee para construir un centro de entrenamiento policial», dice la declaración del SPLC. «El SPLC ha instado y seguirá instando a la desescalada de la violencia y el uso policial de la fuerza contra las comunidades negras, marrones e indígenas —trabajando en colaboración con estas comunidades para desmantelar la supremacía blanca, fortalecer los movimientos interseccionales y avanzar en los derechos humanos de todas las personas».
NTD News se puso en contacto con el SPLC para obtener más comentarios, pero la organización no respondió antes de la publicación de este artículo.
Defendamos el Bosque de Atlanta, organización afiliada al movimiento «Stop Cop City», emitió el lunes una declaración en la que afirmaba que la respuesta de la policía a los hechos ocurridos el día anterior no hacía sino reafirmar sus argumentos para oponerse al nuevo centro de formación policial. La organización afirmó que las 35 personas detenidas por la policía formaban parte de un festival de música que protestaba contra el nuevo centro de formación policial y no tenían «ninguna relación ni conocimiento» del violento enfrentamiento que se estaba produciendo cerca de las obras.
«Cop City nunca será un proyecto legítimo. Sigue contando con la amplia oposición de los atlantistas», declaró Defendamos el Bosque de Atlanta, citando a un organizador anónimo. «Las violaciones de los derechos civiles cometidas ayer por la policía reafirman que este centro de formación de policías no debe construirse nunca. Nos mantenemos firmes en nuestra convicción de construir un mundo nuevo en el que todas las personas estén a salvo del terror policial”.
De NTD News.
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