La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, dijo el martes que buscará el diálogo y la cooperación con el presidente electo Donald Trump tras su renovada amenaza de imponer un arancel del 25 por ciento a los bienes procedentes tanto de Canadá como de México por la inmigración ilegal y las drogas.
A lo largo de la campaña presidencial de 2024, Trump amenazó con imponer un arancel del 25 por ciento a los bienes procedentes de México si no cumplía con sus demandas de frenar la inmigración ilegal. El lunes, advirtió a México y Canadá de que impondría rápidamente aranceles a las importaciones a menos que tomaran medidas enérgicas contra los inmigrantes ilegales, así como contra el fentanilo y otras drogas que llegan a Estados Unidos a través de sus respectivas fronteras.
En respuesta a la última advertencia del presidente electo, Sheinbaum sugirió que México respondería con un arancel de represalia contra Estados Unidos.
«A un arancel, vendrá otro en respuesta y así hasta que pongamos en riesgo empresas comunes», dijo, añadiendo que los aranceles podrían causar inflación y pérdida de empleos tanto en Estados Unidos como en México.
En septiembre, México era el principal socio comercial de Estados Unidos, con un 15.8% del comercio total, seguido de Canadá, con un 13.9%. Estados Unidos es también el primer socio comercial de México.
Sheinbaum dijo que también buscará una llamada con Trump y enviará una carta al primer ministro canadiense, Justin Trudeau, antes de que el presidente electo asuma el cargo el 20 de enero de 2025.
En su conferencia de prensa, la presidenta mexicana también pareció cuestionar la necesidad de aranceles contra México.
«¿Qué sentido tiene?» aumentar los aranceles, dijo en un momento dado, señalando que los aranceles afectarían a las empresas automotrices con sede en Estados Unidos, como Ford y General Motors, que tienen fábricas en México.
Sheinbaum dijo que su administración había mostrado la voluntad de México de ayudar a combatir la epidemia de fentanilo en Estados Unidos, que las detenciones de migrantes en la frontera habían disminuido y que las caravanas de inmigrantes ilegales ya no llegaban a la frontera entre Estados Unidos y México.
En otro momento, Sheinbaum pareció culpar a los estadounidenses de consumir drogas que se trafican a través de la frontera entre Estados Unidos y México. También pareció afirmar que empresas estadounidenses fabrican armas que, según ella, se introducen en México y son utilizadas por miembros de los cárteles.
«Las armas no las producimos nosotros, las drogas sintéticas no las consumimos nosotros. Los muertos por la delincuencia para responder a la demanda de drogas de su país, lamentablemente los ponemos nosotros.», dijo.
El equipo de transición de Trump aún no ha respondido a los comentarios de Steinbaum. The Epoch Times se puso en contacto con su campaña para hacer comentarios el martes, pero no recibió respuesta al momento de la publicación de este artículo.
En la última amenaza arancelaria del presidente electo en Truth Social, dijo que la sanción impuesta sería en represalia por la inmigración ilegal, así como por el crimen y las drogas que se derraman a través de la frontera.
«El 20 de enero, como una de mis muchas primeras Órdenes Ejecutivas, firmaré todos los documentos necesarios para cobrar a México y Canadá un Arancel del 25% sobre TODOS los productos que entren en Estados Unidos, y sus ridículas Fronteras Abiertas», escribió Trump en la plataforma. «¡Este arancel permanecerá en vigor hasta que las drogas, en particular el fentanilo, y todos los extranjeros Ilegales detengan esta Invasión a nuestro país!».
El presidente electo añadió que los vecinos de Estados Unidos pueden «resolver fácilmente este problema largamente latente».
En otra publicación en la plataforma, Trump dijo que China también se enfrentaría a aranceles más altos sobre las importaciones hasta que pueda evitar el flujo de drogas a Estados Unidos. Las empresas en China han sido culpadas durante mucho tiempo por la fabricación de precursores químicos para el fentanilo, un opioide que ha provocado una racha de sobredosis mortales en los últimos años en todo Estados Unidos.
Un informe publicado en verano reveló que el Partido Comunista Chino (PCCh), en el poder, ha subvencionado la producción de fentanilo, que acaba llegando a las calles de Estados Unidos.
A finales de octubre, el Departamento de Justicia acusó a ocho empresas chinas por la presunta fabricación y distribución de precursores de fentanilo, y las autoridades estadounidenses las acusaron de haber «publicitado abiertamente su capacidad para frustrar a los agentes fronterizos».
Trump dijo que las «muchas conversaciones» con el régimen chino sobre la cuestión del fentanilo y las drogas que se envían a Estados Unidos no han dado lugar a ningún cambio.
«Estaremos cobrando a China un Arancel adicional del 10 por ciento, por encima de cualquier Arancel adicional, en todos sus muchos productos que llegan a los Estados Unidos de América» a menos que el PCCh siga adelante con la penalización de los traficantes de drogas, dijo.
Con información de Reuters.
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