El presidente de la Cámara de Representantes Mike Johnson (R-La.) afirmó el 30 de enero que no está intentando acabar con un acuerdo bipartidista pendiente en el Senado sobre la frontera para ayudar a la campaña de Donald Trump, dada la oposición del expresidente al mismo.
Cuando se le preguntó si se opone a la próxima propuesta, cuyo texto se dará a conocer esta semana, para darle un tema de conversación de campaña cuando se trata de la frontera, Johnson rechazó la premisa.
«No… eso es absurdo», dijo Johnson.
«Tenemos la responsabilidad de cumplir con nuestro deber», continuó. «Nuestro deber es hacer lo correcto por el pueblo estadounidense para proteger a la gente. La primera y más importante tarea [del] gobierno federal es proteger a los ciudadanos. No lo estamos haciendo bajo la presidencia de [Joe] Biden».
Johnson agregó que ha hablado con el expresidente Trump sobre el tema de la frontera y que él «entiende que tenemos la responsabilidad» de resolverlo.
El expresidente Trump ha pedido al Partido Republicano que rechace la próxima propuesta.
«Un proyecto de ley fronteriza no es necesario para detener a los millones de personas, muchas de ellas procedentes de cárceles e instituciones mentales ubicadas en todo el mundo, que están entrando a raudales en nuestro país».
«Es una invasión como ningún país ha tenido que soportar jamás. No es sostenible ni asequible y, con el corrupto Joe Biden, solo empeorará», escribió el presidente Trump en su plataforma de redes sociales, Truth Social, el 29 de enero.
El 30 de enero, el portavoz de la Casa Blanca, Andrew Bates, acusó a Johnson de contradecirse en lo que respecta a si el presidente tiene autoridad para cerrar la frontera.
«O bien la interpretación del presidente Johnson de la ley ha cambiado radicalmente en los últimos cuatro días, o el presidente Johnson se está retorciendo en un pretzel para retrasar la seguridad fronteriza, incluyendo la urgente necesidad de contratación de la Patrulla Fronteriza y las inversiones en tecnologías de vanguardia de detección de fentanilo», dijo en un comunicado.
El 26 de enero, el Sr. Johnson dijo: «El presidente Biden afirmó ayer falsamente que necesita que el Congreso apruebe una nueva ley que le permita cerrar la frontera sur».
Sin embargo, el portavoz dijo tres días después «La nueva autoridad legal que busca el presidente no debería esperar a que se produzcan entre 4000 y 5000 cruces ilegales diarios».
Raj Shah, director adjunto de comunicaciones de Johnson, replicó a Bates.
«Ambas cosas pueden ser y son absolutamente ciertas», publicó en X, antes Twitter.
Y continuó: «¿Qué autoridades citó @POTUS para poner fin a la permanencia en México, instituir la captura y liberación, abusar de la libertad condicional y el asilo?
Muchas».
«Nadie está comprando este absurdo giro @POTUS no tiene poder, razón por la cual el público lo desaprueba abrumadoramente».
El 29 de enero, Johnson dejó claro dónde trazarán la línea los republicanos de la Cámara de Representantes en cualquier acuerdo que aborde la frontera: permitiendo los cruces ilegales.
«Cualquier autoridad de ‘cierre’ de fronteras que permita un solo cruce ilegal es un fracaso. Miles al día es indignante. El número debe ser cero», escribió Johnson en X el 29 de enero.
Al parecer, el acuerdo permitiría al presidente cerrar los puertos de entrada si los cruces ilegales alcanzan un determinado umbral.
Uno de los negociadores, el senador demócrata Chris Murphy, anunció el 28 de enero que la propuesta estaba casi lista.
«Este proyecto de ley podría estar listo para estar en el pleno del Senado de Estados Unidos la semana que viene», dijo en CNN, «pero no lo estará si los republicanos deciden que quieren mantener este asunto sin resolver con fines políticos».
La Casa Blanca pidió al Congreso que otorgue al presidente la capacidad de proteger la frontera.
«Hasta hace poco, Johnson abogaba por la HR2 porque, en su opinión, los presidentes necesitaban nuevas autoridades legales para asegurar la frontera», escribió la secretaria de prensa de la Casa Blanca, Karine Jean-Pierre, en una nota.
La HR2, conocida como Secure the Border Act, fue aprobada el año pasado por la Cámara de Representantes, controlada por el Partido Republicano. Habría exigido que se completara un muro fronterizo y que los solicitantes de asilo permanecieran en México mientras se estudiaban sus peticiones, además de otras medidas de seguridad fronteriza.
El líder de la mayoría en el Senado, el demócrata Chuck Schumer, ha dicho que el proyecto de ley estaba muerto a su llegada a la Cámara Alta, controlada por los demócratas.
Johnson dijo anteriormente que cualquier proyecto de ley del Senado que no incluya HR2 estaría muerto a su llegada a la Cámara.
«Si el presidente Johnson sigue creyendo —como el presidente [Joe] Biden y los republicanos y demócratas del Congreso— que es imperativo actuar de inmediato en la frontera, debería conceder a esta administración la autoridad y la financiación que solicitamos para asegurar la frontera», dice el memorando.
El presidente Biden ha dicho que firmaría un acuerdo bipartidista sobre la frontera.
«Lo que se ha negociado sería -si se convierte en ley- el conjunto de reformas más duras y justas para asegurar la frontera que jamás hayamos tenido en nuestro país», dijo en una declaración el 26 de enero.
«Me daría, como presidente, una nueva autoridad de emergencia para cerrar la frontera cuando se vea desbordada. Y si se me da esa autoridad, la usaría el día que firme el proyecto de ley».
El próximo acuerdo se produce en medio de una crisis en la frontera sur.
Según la agencia, se han producido 785,422 encuentros en la frontera suroeste por parte de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos (CBP) en el año fiscal 2024, que comenzó en octubre de 2023.
Según la CBP, hubo casi 2.48 millones de encuentros en el año fiscal anterior, un aumento de 96,725 desde el año fiscal 2022.
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