El presidente Joe Biden aterrizó el viernes en Corea del Sur en su primer viaje a Asia desde que asumió el cargo. El itinerario de cinco días, que también lo llevará a Japón, tiene como objetivo reforzar las alianzas del Indo-Pacífico para contrarrestar la influencia china.
Tras aterrizar en Seúl, Biden visitó primero el complejo de chips de Samsung en Pyeongtaek, acompañado por el nuevo presidente surcoreano, Yoon Suk-yeol, y guiado por el vicepresidente de Samsung Electronics, Lee Jae-yong.
El campus de Samsung Electronics en Pyeongtaek es una de las mayores fábricas de semiconductores del mundo, y representa aproximadamente el 15% de la producción mundial de chips de memoria, según The Korea Times.
Durante la visita, Biden destacó a Corea del Sur como un «socio fiable y de confianza con valores compartidos» en medio de la guerra entre Rusia y Ucrania y la creciente influencia china que ha desestabilizado las cadenas de suministro mundiales, lo que supone una grave amenaza para la seguridad económica y nacional.
Yoon dijo que comparte la opinión de Biden y que «la visita de Biden al Campus de Pyeongtaek… manifiesta la importancia de los semiconductores en la seguridad económica y nacional [y recuerda] el significado de la alianza global de Corea y Estados Unidos a través de los semiconductores», reportó The Korea Times.
El 21 de mayo, hora local, Yoon y Biden celebraron su primera cumbre en la nueva oficina presidencial en el distrito central de Yongsan, en Seúl. Los dos líderes habrían discutido una serie de retos económicos y de seguridad a los que se enfrentan los aliados y la región, incluyendo el programa nuclear de Corea del Norte y los riesgos de la cadena de suministro, reportó la agencia de noticias Yonhap.
Según la declaración conjunta emitida tras la cumbre, los dos líderes se comprometieron a cooperar estrechamente a través del Marco Económico Indo-Pacífico (IPEF), profundizando en el compromiso económico en cuestiones prioritarias, como la economía digital, las cadenas de suministro resistentes, la energía limpia y otras prioridades orientadas a promover el crecimiento económico sostenible.
En la sesión informativa de la Casa Blanca del 11 de febrero se presentó un marco económico del Indo-Pacífico (IPEF) que describe las prioridades clave de Estados Unidos para alinearse con sus aliados y socios con el fin de competir más eficazmente con China en una carrera tecnológica.
La estrategia aborda el comportamiento mucho más asertivo y agresivo de China en la región del Indo-Pacífico y la importancia de establecer una cadena de suministro de alta tecnología sin China.
Biden y Yoon también acordaron discutir la ampliación de los ejercicios militares conjuntos entre ambas naciones en medio de las crecientes amenazas nucleares y de misiles de Corea del Norte.
«Ambos líderes acuerdan iniciar conversaciones para ampliar el alcance y la escala de los ejercicios militares combinados y el entrenamiento en la península de Corea y sus alrededores», dice la declaración conjunta.
Kim Tae-hyo, primer subdirector de la Oficina de Seguridad Nacional de la Presidencia, dijo a los periodistas a principios de esta semana que lo primero que harán las dos partes durante la cumbre será elaborar un «plan de acción» para que Corea del Sur y Estados Unidos «refuercen la disuasión ampliada fiable y eficaz», reportó Yonhap.
El Grupo de Consulta y Estrategia de Disuasión Ampliada (EDSCG, por sus siglas en inglés) fue creado en 2016 por las administraciones de Trump y Moon Jae-in para intensificar los debates sobre diversas medidas de disuasión ampliada contra Corea del Norte. Pero sus conversaciones no se han celebrado desde 2018, ya que tanto Estados Unidos como Corea del Sur trabajaron entonces en la celebración de una cumbre con Corea del Norte.
Según la declaración conjunta, «Biden [reafirmó] el compromiso de disuasión ampliada de Estados Unidos con [Corea del Sur] utilizando toda la gama de capacidades de defensa de Estados Unidos, incluidas las capacidades nucleares, convencionales y de defensa de misiles».
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