El representante de California Jimmy Gomez dice que el alto costo de la vivienda dejó de ser un asunto exclusivo de los estados demócratas y se ha extendido a todo el país, como lo expresó este día en la Convención Nacional Demócrata (DNC) que se realiza en Chicago.
«Creo que la vivienda ya no es un [asunto de un] estado azul o una ciudad azul, es una cuestión que se extendió por todo el país», dijo el representante Gomez quien asistió este 22 de agosto a la Convención Nacional Demócrata (DNC), durante una entrevista con The Epoch Times.
El representante de California señaló que el problema número uno en Estados Unidos es la vivienda «y cómo hacer que sea fácil para la gente salir adelante».
«La mayoría de las personas en este país obtienen su riqueza al poseer una casa, así que están conectados», explicó, antes de señalar que «la gente necesita sentir que tienen una participación en el sueño americano, y la mejor manera de hacerlo es darles la oportunidad de comprar algo».
El representante, que considera que la política exterior paso a un segundo lugar para la gente, y que la economía se ha convertido en «la principal preocupación», destacó la importancia de dar esperanza a la gente, y en especial a los jóvenes, de que podrán tener una vivienda propia.
Hablo de «Dar esperanzas a la gente, especialmente a los jóvenes(…). Que si trabajan duro y ahorran dinero, tendrán la oportunidad de comprar una casa en este país», dijo Gomez en el último día de la DNC.
Sobre el problema del acceso a la vivienda, la candidata demócrata nominada en esta convención, Kamala Harris, esbozó tres días antes de la DNC sus planes para hacer la vivienda más asequible para la clase media estadounidense .
Promesas de vivienda asequible
«Hay una grave escasez de viviendas en muchos lugares, es demasiado difícil construir y eso está haciendo subir los precios», dijo la vice presidenta en campaña el pasado 16 de agosto.
«Como presidenta, trabajaré en colaboración con la industria para construir las viviendas que necesitamos, tanto para alquilar como para comprar», aseguró.
«Eliminaremos barreras y reduciremos la burocracia, también a nivel estatal y local».
Para acabar con la escasez de vivienda, Harris se comprometió a trabajar con los promotores para construir 3 millones de viviendas nuevas y de alquiler que «sean asequibles para la clase media» al final de su primer mandato.
Criticó a los inversores y propietarios corporativos por comprar cientos de casas y apartamentos y luego «alquilarlos a precios extremadamente altos», lo que dificulta que «la gente normal pueda comprar o incluso alquilar una casa».
Harris sugirió aprobar una ley para acabar con las empresas de alquiler que trabajan «entre sí para fijar precios de alquiler artificialmente altos» mediante algoritmos informáticos, lo que calificó de «anticompetitivo» y responsable del encarecimiento de la vivienda.
La vicepresidenta también propuso dar a los compradores de vivienda por primera vez una subvención de USD 25,000 dólares en apoyo al pago inicial de una nueva casa, lo que «ayudaría a más estadounidenses a experimentar el orgullo de ser propietarios de una vivienda y la seguridad financiera que representa».
Sin embargo, David Bahnsen, socio gerente y fundador de la firma de inversión The Bahnsen Group, dijo que el subsidio de Harris para el pago inicial de la vivienda podría hacer subir los precios de las casas.
«Tenemos un problema de asequibilidad de la vivienda. Está en el lado de la oferta», escribió Bahnsen en un post en X.
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