NUEVA YORK—Las pequeñas empresas de la ciudad de Nueva York se enfrentan a graves problemas financieros.
En vista de ello, un grupo de más de 280 pequeñas empresas está pidiendo al gobernador de Nueva York Andrew Cuomo que reabra el estado y haga que las empresas neoyorquinas vuelvan a trabajar. Afirman que ayudaron a aplanar la curva y ahora le suplican al gobernador que reabra porque sus negocios están sufriendo económicamente.
«Está empeorando cada hora, ni siquiera por días o semanas. Cada hora, tenemos miedo de lo que va a ser. No sabemos cómo planear para nuestra temporada de otoño. No sabemos cómo planear. No tenemos tantos activos ni tanto como los grandes supermercados», dijo Galit Winer.
Winer y su esposo son dueños de una tienda de ropa para niños llamada Kidichic. Tienen cinco locales en la ciudad de Nueva York y uno en Nueva Jersey.
Los dueños de los pequeños negocios están pidiendo al gobernador que abra el estado de Nueva York para que puedan reanudar sus operaciones.
El estado fue cerrado a mediados de marzo para frenar la propagación del virus del PCCh (Partido Comunista Chino), comúnmente conocido como el nuevo coronavirus. El gobernador Cuomo ha abierto siete regiones del estado, pero Long Island, el centro de Hudson y la ciudad de Nueva York permanecen cerradas.
En las áreas que aún están cerradas, las grandes tiendas que venden alimentos están abiertas al público porque los alimentos son un producto esencial. Como sus puertas ya están abiertas, pueden vender otros productos también, incluso productos que no son esenciales.
Un coordinador de una pequeña tienda, Amor Fine Jewelry, está indignado de que los grandes supermercados que venden alimentos también puedan vender artículos no esenciales como pisos y ropa, pero los pequeños negocios no pueden.
«¿Nos están utilizando? ¿Estamos luchando contra una pandemia? ¿O estamos siendo usados como peones para que nuestros políticos jueguen con nosotros? ¿Por qué hay una doble moral?», preguntó Simcha Minkowitz.
El asesor legal del grupo, Ronald Coleman, dice que proponen abrir sus tiendas cumpliendo con las directrices federales de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), y la orientación médica de la ciudad y el estado.
«Quieren evitar que sus familias reciban asistencia social. Quieren evitar que sus negocios sean eliminados. Y todos tienen derecho a ganarse la vida. Todo el mundo tiene el derecho humano fundamental de poder ganarse la vida por sí mismo», dijo.
Una empleada de la tienda de ropa para niños, Sarah Katz, dice que como conocen a sus clientes personalmente, pueden concertar citas con ellos. De esa manera pueden cumplir con las reglas de distanciamiento social mientras operan.
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