El Departamento de Justicia (DOJ) presentó hasta ahora cargos en 150 casos federales relacionados con actos de violencia en medio de las protestas nacionales que se produjeron tras la muerte de George Floyd, según el fiscal en funciones del Distrito de Columbia.
El departamento y otros organismos federales dieron prioridad a los esfuerzos para sofocar los brotes de disturbios violentos en varias ciudades y restaurar la ley y el orden en esas zonas durante el mes pasado. La muerte de Floyd, un hombre negro que murió bajo la custodia de la policía de Minneapolis, desencadenó protestas generalizadas en todo el país para pedir un cambio en relación a la brutalidad policial y a las prácticas policiales. Si bien muchas de las protestas fueron pacíficas, algunas ciudades se enfrentaron a la actividad violenta que ha provocado importantes daños a la propiedad y más de una docena de muertes.
Michael Sherwin, el fiscal en funciones del Distrito de Columbia, proporcionó este jueves una actualización de las iniciativas del departamento en la zona, en el programa de Tucker Carlson en Fox News. Él dijo que hasta la fecha las oficinas del fiscal de Estados Unidos en todo el país han presentado cargos en 150 casos relacionados con la destrucción de propiedad federal y «una letanía de otros crímenes que realmente se han perdido en la barajadura», incluyendo casos relacionados con incendios provocados así como los asesinatos en California.
El fiscal añadió que los recursos federales también se han utilizado para ayudar a las autoridades locales y estatales a presentar cargos en cientos de otros casos relacionados con cargos estatales, incluyendo asalto y agresión y robo.
«Aunque no tenemos una ley federal para esos casos, hay cientos de otros casos que el gobierno federal ha utilizado para ayudar a esas agencias de las fuerzas del orden locales, con el fin de asegurar que, miren, esta violencia no será tolerada y no puede ser condonada de ninguna manera», dijo Sherwin, añadiendo que las autoridades quieren enviar un mensaje de que «hay una diferencia entre estos crímenes y las protestas legítimas».
Altos funcionarios han atribuido la actividad violenta a grupos extremistas como Antifa. El Fiscal General William Barr dijo anteriormente que actores de diversas tendencias políticas han «secuestrado» las protestas para llevar a cabo sus propios programas violentos y participar en la anarquía. Algunos grupos han levantado barricadas en grandes zonas de algunas ciudades para crear zonas autónomas autodeclaradas, como en Seattle y la ciudad de Nueva York.
Más recientemente, los grupos han atacado monumentos y estatuas de expresidentes de Estados Unidos, que tenían vínculos con el colonialismo y la esclavitud. Esto llevó al presidente Donald Trump a firmar una orden ejecutiva para proteger los monumentos, memoriales y estatuas del país. También autorizó al gobierno federal a arrestar a cualquier persona que cometiera actos de vandalismo o destruyera un monumento u otra propiedad federal, un delito que podría acarrear una pena de prisión de 10 años.
Desde entonces, cuatro individuos han sido acusados en relación con un intento fallido de derribar una estatua del presidente Andrew Jackson, cerca de la Casa Blanca.
«La gente no puede decidir unilateralmente lo que está bien y lo que está mal. Además si esas personas toman esa decisión por sí mismas y toman la ley en sus manos, la ley vendrá después de ellos y Estados Unidos usará recursos federales para acusarlos si están incitando a la violencia o destruyendo estos monumentos», dijo Sherwin durante la entrevista.
Sherwin dijo que el departamento estaba en proceso de identificar a los individuos que están comandando y controlando las operaciones de algunas de las actividades violentas. Parece que la mayoría de los casos, añadió, están relacionados con individuos que son «lobos autoradicalizados o lobos solitarios que se auto-identifican» con grupos extremistas de izquierda y derecha.
«Eso no quiere decir que no haya un mando y control general, pero aún no hemos identificado esa arquitectura completa», dijo Sherwin, añadiendo que en este momento el departamento está acusando a los individuos «no por su afiliación política» sino por las pruebas recogidas.
Barr ha dicho anteriormente que el departamento tiene pruebas de que «Antifa y otros grupos extremistas similares, así como actores de una variedad de diferentes persuasiones políticas, han estado involucrados en la instigación y participación en la actividad violenta».
«También estamos viendo actores extranjeros que juegan en todos los bandos para exacerbar la violencia», dijo.
En una entrevista con Fox News, Barr explicó que Antifa aún no ha sido mencionado en las denuncias penales relacionadas con los disturbios, porque las autoridades federales aún están llevando a cabo investigaciones exhaustivas sobre ciertos individuos con vínculos con el grupo extremista.
«Tenemos algunas investigaciones en curso y muy centradas en ciertos individuos que se relacionan con Antifa», dijo Barr durante una entrevista con Fox News el 8 de junio. «Pero en la ( …) fase inicial de identificar a las personas y arrestarlas, fueron arrestadas por crímenes que no requieren que identifiquemos a un grupo en particular o no necesitan eso».
Las personas que fueron acusadas de delitos federales fueron detenidas por una serie de presuntas conductas, entre ellas apuntar con rayos láser a los aviones de las fuerzas del orden, prender fuego a los vehículos de la policía, posesión de armas de fuego durante las protestas, robo y saqueo, incitación a disturbios y por hacerse pasar por un oficial federal.
En un caso, tres residentes de Nueva York, Colinford Mattis, Urooj Rahman y Samantha Shader, fueron acusados en dos autos de procesamiento separados por tratar presuntamente de utilizar dispositivos incendiarios improvisados, comúnmente conocidos como «cócteles molotov», para dañar un vehículo del Departamento de Policía de la Ciudad de Nueva York en mayo.
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