Continúan las repercusiones de la audiencia de diciembre del Comité de Educación y Fuerza Laboral de la Cámara de Representantes, durante la cual la representante Elise Stefanik ( R-N.Y.) preguntó a Elizabeth Magill, entonces presidenta de la Universidad de Pennsylvania (UPenn), si pedir el genocidio de los judíos viola el código de conducta de UPenn cuando se trata de acoso o intimidación.
Magill tartamudeó y se esforzó por responder a lo que, según muchos, debería haber sido una respuesta obvia. A los pocos días dimitió como presidenta, pero sigue trabajando para UPenn.
En diciembre, la presidenta Virginia Foxx (R-N.C.) anunció que el comité de educación de la Cámara de Representantes había iniciado una investigación formal sobre los entornos de aprendizaje en las universidades de todo el país.
«Esta investigación incluirá solicitudes sustanciales de documentos, y el comité no dudará en utilizar medidas obligatorias, incluyendo citaciones, si no se obtiene una respuesta completa de inmediato».
La petición de documentos es una «caza de brujas»
Pero ahora, dos miembros del profesorado de la UPenn y una organización universitaria solicitan al tribunal una medida cautelar para impedir que la UPenn coopere con las solicitudes de documentos, calificándolo en los documentos judiciales como «una nueva forma de McCarthyismo, en el que las acusaciones de antisemitismo sustituyen las insinuaciones de inclinaciones comunistas que eran la herramienta de opresión en la década de 1950».
Los demandantes son las profesoras titulares Huda Fakhreddine y Eve Troutt Powell y la Penn Faculty for Justice in Palestine, que se constituyó en enero. Ese mismo mes, el grupo bloqueó el acceso a un edificio del campus como parte de una protesta contra Israel.
Fakhreddine es profesora asociada de literatura árabe y ayudó a planificar el controvertido Festival de Literatura Palestina Escribe, celebrado en septiembre en el campus de la Universidad de Pennsylvania. El evento contó con oradores antisemitas y medios de comunicación.
Powell enseña historia de Oriente Próximo moderno y es autora de varios libros.
Las dos profesoras han sido «amenazadas, acusadas y se trato de dañar su reputación por la materia que enseñan, y por sus críticas a Israel, protegidas por la Primera Enmienda, y su defensa de los palestinos y del pueblo de Gaza», dice la demanda. » Ninguna de las dos es antisemita, pero ambas han sido falsamente acusadas de parcialidad hacia los judíos. La demandante Fakhreddine es una árabe estadounidense que además ha sido vilipendiada por su origen nacional y étnico».
Están representadas por la abogada Shahily Negron, de Reading (Pensilvania), que afirma haber recibido unas 200 solicitudes de representación desde el atentado de Hamás contra Israel del 7 de octubre. Las solicitudes proceden en su mayoría de campus universitarios, y unas pocas de estudiantes de primaria y secundaria.
«En todo el país, en los colegios y campus universitarios, las personas que mostraban su apoyo, compartían un tuit, les gustaba un tuit o comentaban cualquier cosa que mostrara algún tipo de simpatía por Palestina, Gaza o las víctimas, eran consideradas antisemitas», dijo Negron a The Epoch Times. «Esto no es realmente una cuestión política en términos de qué lado estás. Ahora estamos hablando realmente de que las universidades adoptan la postura de amedrentar la expresión y hacer que la gente tenga miedo de hablar por las consecuencias que ello conlleva». Habló de personas que pierden su trabajo y de estudiantes expulsados o suspendidos.
«Entregar estos documentos a la comisión del Congreso es una caza de brujas», dijo Negrón. «Imagínese que la comisión del Congreso tomara estos documentos y los utilizara para difamar a mis clientes y divulgar información. Eso les volvería a poner en peligro».
Las aulas universitarias son lugares donde puede haber una discusión y un debate sanos, dijo. Pero a los estudiantes judíos les preocupa el cántico que se oye a menudo: «Desde el río hasta el mar, Palestina será libre», que se entiende como borrar a Israel y a su pueblo del mapa.
«Para que alguien tome esa frase e inmediatamente la considere antisemita, tiene que pasar por varios obstáculos para llegar a esa conclusión», dijo Negron. «Ese es el problema al que nos enfrentamos ahora en nuestro país. Porque por decir esas palabras, estamos adoptando la posición de que no convierte a nadie, especialmente a mis clientes, en antisemita».
La petición
El Comité de Educación y Fuerza Laboral no hizo ningún comentario sobre la presentación legal en el Distrito Este de Pennsylvania, dijo un portavoz del comité. En enero, Foxx envió una carta de 14 páginas al presidente del Consejo de Administración de UPenn, Ramanan Raghavendran, y al presidente interino, Dr. Larry Jameson, solicitando documentos e información sobre su respuesta al antisemitismo en su campus.
«El fracaso de la Universidad de Pensilvania a la hora de abordar el antisemitismo en su campus ha sido duramente reprendido. … En defensa de este vergonzoso historial, Penn ha citado su supuesto compromiso con la libertad de expresión. … Sin embargo, Penn ha demostrado un claro doble rasero al tolerar el vandalismo antisemita, el acoso y la intimidación, pero suprimiendo y penalizando otras expresiones que considera problemáticas», dice la carta.
La carta cita un posteo en las redes sociales de Fakhreddine en la mañana del ataque del 7 de octubre, «mientras dormíamos, Palestina inventó una nueva forma de vida». Y en una protesta contra Israel el 16 de octubre en el campus de Pennsylvania, Fakhreddine dijo: «Israel es el epítome del antisemitismo… profana la memoria de las víctimas del Holocausto. Humilla a todos los judíos».
En la carta se solicita una larga lista de documentos de UPenn que debían presentarse el 7 de febrero. Los documentos solicitados debían mostrar cualquier proceso disciplinario, académico, de personal, administrativo a través del cual se responda a las acusaciones de crímenes de odio; las conclusiones de cualquier proceso disciplinario, cambios en el estatus académico, o acciones de personal por parte de UPenn hacia estudiantes y profesores; e información sobre Estudiantes Contra la Ocupación, el Festival Palestina Escribe, y la Escuela de Libertad para Palestina, incluyendo fondos de la universidad, departamentales, de profesores y de organizaciones estudiantiles, y donaciones extranjeras.
UPenn no respondió a una solicitud de comentarios.
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