Los profesores de la escuela secundaria de Georgia, donde un tirador mató a cuatro personas el miércoles, pulsaron botones de pánico portátiles —en uso desde hacía apenas una semana— para alertar a las fuerzas del orden de que estaban en peligro.
Los oficiales que acudieron al lugar de los hechos pudieron localizar a la persona que había pulsado el botón de pánico en los mapas de sus teléfonos celulares del enorme campus de la escuela secundaria Apalachee, situado a unos 65 kilómetros al noreste de Atlanta. El sospechoso del tiroteo, un estudiante de 14 años del instituto, se enfrenta a cuatro cargos de asesinato y será juzgado como adulto.
El sheriff del condado de Barrow, Jud Smith, informó el miércoles en rueda de prensa del sistema de botón de pánico.
«Nos alerta de que hay una situación activa en la escuela por la razón que sea, y fue pulsado», dijo Smith.
Un oficial de recursos de la escuela tomó el tirador en custodia dentro de los seis minutos del primer aviso del tiroteo del miércoles, de acuerdo con la Oficina de Investigación de Georgia. No estaba claro si esa alerta procedía de un botón de pánico.
Con el sistema, «no hay que llamar, no hay que enviar a alguien, se dirigen directamente hacia la amenaza», dijo Mac Hardy, de la Asociación Nacional de Agentes de Recursos Escolares. «No podemos decir que se hayan salvado vidas, pero me gustaría creer que sí».
Los sistemas de alarma de pánico silenciosos vinculados a las fuerzas del orden se han vuelto más populares en las escuelas de Estados Unidos desde el tiroteo en la escuela secundaria de Parkland, Florida, en 2018, en el que murieron 17 personas, según Hardy, quien trabajó como maestra y luego en las fuerzas del orden como oficial de recursos escolares.
Solo un puñado de estados de Estados Unidos requieren o fomentan los sistemas que cuestan millones de dólares a los distritos escolares. Estas tácticas de seguridad reactiva aún no han obtenido pruebas científicas claras que orienten su uso, según defensores de la seguridad escolar como Sonali Rajan, profesora de la Universidad de Columbia.
Según Rajan, los botones de pánico no sustituyen a un enfoque multifacético y proactivo que incluya el análisis de información en línea para detectar amenazas, el almacenamiento seguro de armas de fuego y un mayor acceso a la atención sanitaria mental.
«No hay una solución única», afirma Rajan, profesora asociada de educación sanitaria en el Colegio de Profesores de Columbia.
Los botones de pánico tipo tarjeta de identificación, que se llevan en cordones, se basan en redes privadas instaladas en los colegios en lugar de señales de celular, y es probable que estén en la persona de un miembro del personal, y son fáciles de usar.
El sheriff Jud Smith dijo que la escuela secundaria Apalachee tenía un sistema fabricado por Centegix, una de las numerosas empresas estadounidenses que ofrecen este tipo de sistemas para uso doméstico y en el lugar de trabajo. Centegix no respondió inmediatamente a una solicitud de comentarios.
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