La relación bilateral entre México y Estados Unidos ha estado en la conversación pública en los últimos días. Donald J. Trump prometiendo 25% de aranceles y exigiendo el alto a la inmigración ilegal que llega a través de su país vecino, son algunos de los temas que han sembrado duda y reflexión sobre qué esperar de la relación del gobierno de México con el próximo nuevo gobierno de Estados Unidos.
En un reciente panel de expertos convocado por la American Society of Mexico, en la capital del país mexicano, titulado «Análisis Post Electoral EE. UU.», se habló sobre esta relación y sobre qué esperar entre los dos países. Estefanía Cruz Lera, Investigadora del Centro de Investigación sobre América del Norte y participante del panel, dijo que ambos países tienen un punto de encuentro y ese es “la prosperidad”.
En el panel también participaron Larry Rubin, presidente del American Society of Mexico, Daniel Zaga, economista en Jefe de Deloitte Spanish Latin America, y Juan Pablo de Leo, periodista de ADN40, además de socio Director de Político MX; y como moderadora Brenda García, socia de Política Pública México, Deloitte.
Cruz dice que el escenario de pesimismo entre la cooperación de Estados Unidos y México “muchas veces es infundado”.
La experta detalla que ambos países tienen más en común que las cosas que los separan.
“Si yo pudiera rescatar un valor compartido que existe entre México y Estados Unidos, es la búsqueda de la prosperidad, el crecimiento económico. La prosperidad”, reiteró
“Es un proceso sostenido en el tiempo que involucra muchas aristas, que involucra bienestar, que involucra estabilidad, que involucra sostenibilidad. Entonces, para mí la búsqueda de la prosperidad es uno de los valores más importantes”, agregó.
Cruz dijo que es importante revitalizar la idea de Norteamérica como una región integrada compuesta por Estados Unidos, Canadá y México, que hoy en día se encuentra perdida, según la experta.
La investigadora reconoce que, aunque cada país tiene prioridades y agendas distintas, existen sectores económicos y sociales que ya están profundamente interconectados, ignorando las fronteras nacionales.
Cruz, considera que es necesario recuperar esa visión para poder generar una prosperidad compartida.
Por su parte, Larry Rubin, presidente del American Society of Mexico, cree que la nueva relación bilateral de Estados Unidos y México es una oportunidad para tomar una agenda en donde se combata la inmigración y el narcotráfico, dos grandes problemas que, según el experto, aquejan a ambos países.
«La oportunidad aquí es subirse finalmente a trabajar con el gobierno más poderoso de Estados Unidos de una forma contundente para resolver este problema [narcotráfico] y también migración, porque aunque no se habla mucho, México sufre de migración indocumentada muchísimo, y es una pena».
Daniel Zaga, economista en Jefe de Deloitte Spanish Latin America, subrayó la importancia del comercio entre ambos países.
Destacó que durante los primeros dos años de la primera administración Trump, el comercio bilateral tuvo un notable crecimiento. Las exportaciones mexicanas aumentaron un 18%, mientras que las importaciones también crecieron, y el comercio total se incrementó en casi un 20%.
Zaga dijo que hay una fuerte interdependencia económica entre ambos países, detallando que aproximadamente la mitad de la inversión extranjera directa en México proviene de Estados Unidos, apuntando a que la imposición de aranceles tendría consecuencias negativas para ambos países.
El experto resaltó la importancia de mantener una relación comercial productiva y equilibrada, ya que ambos países dependen de ella para prosperar.
Juan Pablo de Leo, periodista de ADN40, además de socio Director de Político MX, explicó que el mayor reto de México frente a Estados Unidos es el deterioro de la percepción de la relación bilateral, impulsado, según el periodista, por la narrativa de Donald Trump.
El experto señaló que antes de su presidencia, el 70% de los estadounidenses tenía una visión favorable de esta relación, pero hoy cerca del 60% la percibe negativamente, influido por noticias centradas en violencia e inestabilidad en México, más que en el comercio y la cooperación.
El 28 de noviembre, el presidente electo Donald J. Trump publicó en su red social Truth Social que había tenido una “conversación muy productiva” con Claudia Sheinbaum, presidenta de México.
“Ella ha aceptado detener la migración a través de México hacia los Estados Unidos, cerrando efectivamente nuestra frontera sur”.
Dijo que hablaron sobre las oportunidades que hay para frenar la entrada masiva de drogas en EE. UU. además de su consumo en el país.
El 27 de noviembre, la presidenta de México publicó en X que durante la conversación con el presidente electo le expuso la estrategia que usa México para atender “el fenómeno migratorio, respetando los derechos humanos”.
“Gracias a ello se atiende a las personas migrantes y a las caravanas previo a que lleguen a la frontera. Reiteramos que la postura de México no es cerrar fronteras sino tender puentes entre gobiernos y entre pueblos”, agregó la líder mexicana.
Un día después, el 28 de noviembre, la presidenta Sheinbaum explicó en su conferencia matutina que el tema de los aranceles no se tocó en la llamada que tuvo con Trump, pero mencionó que se atendieron los “fundamentos” que estableció el presidente electo para imponerlos en enero del 2025.
Mientras tanto, un alto funcionario confirmó que su país fortalecerá la seguridad de su frontera con Estados Unidos después de que el primer ministro, Justin Trudeau, se reuniera con el presidente electo Trump tras la amenaza de este último de aplicar un arancel del 25 por ciento si no se hace nada.
Siga a Estela Hernández en X: @HGLauraEstela
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