MANHATTAN, Nueva York. Los neoyorquinos se reunieron por segunda vez este mes en Foley Square, en Manhattan, para protestar contra los decretos de vacunación.
Las autoridades de la ciudad les ordenaron a los profesores de Nueva York y a otros empleados del Departamento de Educación que se vacunen.
Se suponía que el decreto entraría en vigencia el 27 de septiembre, pero fue bloqueado temporalmente por un juez federal el 24 de septiembre. Sin embargo, un panel federal de apelaciones falló a favor del decreto horas antes de su fecha de inicio.
The Epoch Times habló con algunos de los organizadores de la protesta.
“El movimiento está creciendo, mi número de seguidores sigue aumentando y tengo más personas que se ponen en contacto conmigo y me piden ayuda”, dijo Jo Rose, una de sus coorganizadoras.
«El movimiento seguirá creciendo porque hay personas que están dispuestas a perder su sustento para mantener su libertad».
«Vamos a traer a más gente poderosa que aún no puedo nombrar y que va a venir [de] fuera del estado para ayudarnos aquí en Nueva York».
Kevin Peters, coorganizador del mitin, cree que los decretos de vacunación no son solo sobre salud.
“Este es un punto de inflexión, un momento de la verdad para todos nosotros. Realmente están tratando de impulsar esta agenda y cada vez más personas ven, claro como el día, hacia dónde se dirige esto”, dijo Peters.
«No se trata solo de salud, se trata de control, se trata de vigilancia, se trata de tiranía y de reestructurar toda nuestra economía, el sistema de salud y el sistema educativo».
«Instagram nos está cerrando, teníamos 17,000 personas siguiéndonos y nuestra cuenta se cerró», agregó Peters.
Dijo que comenzaron una nueva cuenta de Instagram y recuperaron, en dos semanas, entre 7000 y 8000 seguidores.
En una declaración emitida el 25 de septiembre, la gobernadora Kathy Hochul, una demócrata, dijo que el estado podría recurrir al uso de miembros de la Guardia Nacional para reemplazar a los trabajadores de la salud que no han recibido la vacuna anti-COVID.
“Hace que uno se pregunte si ese fue el plan desde el principio”, dijo.
Lisa Eden es una cantante de ópera galardonada que dijo que hace 23 años quedó afectada físicamente por una vacuna.
Eden le dijo a The Epoch Times que tiene una exención médica de buena fe de un médico con licencia de Nueva York y que no puede recibir la vacuna debido a su condición médica anterior, pero los funcionarios a cargo de los teatros de ópera y los sindicatos no aceptaron la exención.
“Básicamente estábamos realmente cautivos, este fascismo médico se ha infiltrado en todos los aspectos de las artes escénicas en vivo, porque todos los teatros de entretenimiento en vivo fueron cerrados. Realmente creo que eso fue parte de la agenda para lanzar los pasaportes. Y los artistas sufrieron mucho porque literalmente hemos estado desempleados desde el comienzo de esto”, dijo Eden.
«Muchos artistas, creo, consintieron los decretos porque se vieron obligados a dejar sus trabajos. La mayoría de los otros sectores pudieron hacer arreglos para trabajar desde casa. Pero nosotros nos vimos literalmente obligados a cumplir un arresto domiciliario y no se nos permitió trabajar».
Los funcionarios de Nueva York dijeron la semana pasada que el estado no tiene la obligación constitucional de otorgar exenciones religiosas al decreto de vacunación dirigido al personal de atención médica.
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