Impulsados por el creciente cansancio hacia el cierre, más estadounidenses salieron a las calles durante el fin de semana mientras los líderes se encuentran en la línea que separa la protección de las personas contra el virus del PCCh de la posibilidad de permitirles tener un techo sobre sus cabezas o incluso lo suficiente para comer.
Las manifestaciones en Arizona, Colorado, Montana y el estado de Washington tomaron lugar el domingo, exigiendo que los gobernadores levanten los controles estrictos sobre la actividad pública, según múltiples informes. Protestas similares ocurrieron anteriormente en media docena de estados, con personas que exigían el levantamiento de las restricciones que sumieron a la economía que alguna vez estuvo en auge, en una caída histórica.
“Incluso si el virus fuera 10 veces más peligroso de lo que es, todavía no me quedaría dentro de mi casa. Prefiero arriesgarme y ser una persona libre», dijo el manifestante Ian Freeman, uno de los pocos cientos que se manifestaron el sábado en New Hampshire, que tiene alrededor de 1300 casos de COVID-19 y unas tres docenas de muertes.
Las preocupaciones sobre la duración de los cierres tienen una base sólida: el Fondo Monetario Internacional espera que la economía global se contraiga un 3 por ciento este año. Decenas de millones de trabajadores han perdido sus empleos y millones más temen que sean los siguientes.
Según The Columbus Dispatch, cientos de personas se manifestaron el sábado frente al parlamento de Ohio en Columbus para protestar contra una orden de cierre que cierra negocios no esenciales hasta el 1 de mayo.
El gobernador de Ohio, Mike DeWine, republicano, dijo que apoyaba el derecho de las personas a protestar, siempre que siguieran las pautas de distanciamiento social.
«Ayer protestaron contra mí, y eso está bien», dijo DeWine en «Meet the Press» de NBC. “Vamos a hacer lo que creemos que es correcto, lo que creo que es correcto. Y eso es intentar abrir esta economía, pero hacerlo con mucho cuidado para no conseguir que mucha gente muera”.
Personas vestidas con uniformes de hospital y con mascarillas se pararon en los cruces peatonales en una contra protesta en Denver, Colorado, el domingo, bloqueando automóviles con manifestantes anticierre según fotos y videos publicados en Twitter.
Muchos manifestantes que piden un final temprano del cierre en Denver, que expirará el 30 de abril, agitaron banderas estadounidenses y sostuvieron letreros que decían: «Termine el virus, no la economía» y «Necesitamos estabilidad para mantenernos saludables», reportó The Denver Post.
«La muerte es parte de la vida», dijo la manifestante Mary Conley, del condado de Jefferson, informó The Post. «Y es hora de empezar a vivir de nuevo».
Se estima que 2500 personas se manifestaron en el capitolio del estado de Washington en Olympia para protestar contra la orden de quedarse en casa del gobernador demócrata Jay Inslee, desafiando la prohibición de reuniones de 50 o más personas.
«Cerrar negocios eligiendo ganadores y perdedores en los cuales hay esenciales y no esenciales es una violación de la constitución estatal y federal», dijo a Reuters el organizador de la manifestación Tyler Miller, de 39 años, ingeniero de Bremerton, Washington.
El jueves, la Casa Blanca emitió directrices para reabrir la economía por etapas.
Antes del fin de semana, el presidente alentó a las personas a protestar contra las órdenes de quedarse en casa en un puñado de estados en disputa liderados por gobernadores demócratas.
Trump emitió tuits por separado llamando «Libérate Minnesota», «Libérate Michigan» y «Libérate Virginia», advirtiendo que Virginia estaba literalmente «asediada» por cuestiones de la Segunda Enmienda anteriores al cierre.
El domingo, Trump defendió las manifestaciones y dijo que «estas personas aman a nuestro país. Quieren volver a trabajar».
También se produjeron protestas en los estados liderados por los republicanos, incluso en el Capitolio de Texas y frente a la casa del gobernador de Indiana. El gobernador de Texas, Greg Abbott, ya dijo que las restricciones comenzarán a disminuir la próxima semana. El gobernador de Indiana Eric Holcomb, quien firmó un acuerdo con otros seis estados del medio oeste para coordinar la reapertura, dijo que extenderá su orden de quedarse en casa hasta el 1 de mayo.
Los cierres han perturbado la vida económica, social, cultural y religiosa y han sumido al mundo en una profunda depresión económica nunca vista desde la Gran Depresión.
Varios estados, incluyendo Ohio, Texas y Florida, dicen que su objetivo es reabrir partes de sus economías, tal vez el 1 de mayo o incluso antes.
Dado que la curva de infección es diferente en cada nación y en todos los estados de EE. UU., las propuestas han sido diferentes para hacer frente al virus del PCCh (Partido Comunista Chino), comúnmente conocido como nuevo coronavirus, que se ha atribuido más de 40,000 muertes en Estados Unidos, según el recuento de Johns Hopkins.
El director del Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciosas, Dr. Anthony Fauci, en una entrevista el lunes por la mañana en ABC, advirtió sobre levantar las restricciones demasiado pronto.
«Lo que haces si sueltas las riendas y te encuentras en una situación donde tienes un gran pico, te vas hacia atrás (…) Va a ser contraproducente. Ese es el problema”, dijo Fauci.
Cuando se le pidió que enviara un mensaje a los manifestantes durante una conferencia de prensa el 16 de abril, Trump dijo que los estadounidenses «han pasado por esto durante mucho tiempo» y «ha sido un proceso difícil para la gente».
“Hay muerte, y también hay problemas para quedarse en casa. No es solo, ‘¿No es maravilloso quedarse en casa?’”, dijo Trump.
“Están sufriendo. Este país no fue construido sobre ese principio; fue construido sobre un principio exactamente opuesto «, agregó.
The Associated Press contribuyó a este informe.
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