Spirit AeroSystems, proveedor de Boeing, está despidiendo a cientos de sus trabajadores. La empresa advierte que podría haber más despidos temporales e incluso expedientes de regulación de empleo.
Desde el 13 de septiembre, unos 33,000 empleados sindicados de Boeing están en huelga después de que los trabajadores rechazaran la subida salarial propuesta por la empresa del 25 por ciento en un periodo de cuatro años.
El viernes, Spirit AeroSystems anunció que suspendería a sus empleados “en respuesta a la huelga en curso de los empleados de Boeing representados por la Asociación Internacional de Maquinistas y Trabajadores Aeroespaciales [IAM]”.
“A partir del 28 de octubre, Spirit aplicará una suspensión de 21 días para aproximadamente 700 empleados que trabajan en los programas 767 y 777”, dijo. “Estas licencias están en combinación con una serie de otras medidas de ahorro de costes, incluyendo una congelación de la contratación y restricciones de viajes y horas extras”.
La empresa señaló que ha acumulado una “importante reserva de existencias” para los modelos Boeing 767 y 777 y que no dispone de más espacio de almacenamiento adicional. Spirit AeroSystems suministra la estructura del fuselaje y otros componentes para estos aviones.
Si la huelga se prolonga más allá de noviembre, es posible que la empresa aplique más medidas de ahorro de costes, incluidos despidos adicionales.
“Este difícil paso era necesario dada nuestra limitada capacidad de almacenamiento de unidades 767 y 777”, dijo el CEO de Spirit AeroSystems, Pat Shanahan. “Reconocemos el impacto que esto tiene en nuestros valiosos compañeros de equipo y sus familias, y nos comprometemos a apoyarles durante este periodo”.
Boeing y sus empleados en huelga han avanzado en las negociaciones. IAM dijo que recibió una nueva oferta de contrato de la empresa que promete un aumento salarial del 35 por ciento en cuatro años, pago de incentivos, contribución a la jubilación y otros beneficios, según un comunicado de prensa del grupo hecho el 19 de octubre.
Los miembros del sindicato tienen previsto votar si aceptan la oferta propuesta el 23 de octubre. Los presidentes de distrito de IAM Jon Holden y Brandon Bryant dijeron en una declaración conjunta que la propuesta sería “cuidadosamente revisada y votada por los trabajadores de primera línea de Boeing”.
“Los trabajadores decidirán en última instancia si esta propuesta específica es suficiente para satisfacer sus muy legítimas necesidades y el objetivo de lograr el respeto y la equidad en Boeing”, dijeron.
Huelga y despidos en Boeing, evaluación de la FAA
Tras presentar la nueva oferta de contrato a los trabajadores, Boeing dijo que esperaba que “los empleados votaran la propuesta negociada”.
La huelga atrajo la atención de los legisladores. El 15 de octubre, un grupo de demócratas escribió una carta a Boeing y a los sindicatos IAM del distrito, pidiendo a ambas partes que lleguen a una resolución mutuamente beneficiosa y pongan fin a la huelga.
“Con más de 42,000 aviones comerciales de pasillo único y fuselaje ancho que se prevé fabricar en los próximos veinte años, valorados en 8 billones de dólares, ahora es el momento de reconstruir la histórica asociación entre la dirección y los trabajadores para restaurar la reputación de Boeing por su excelencia en ingeniería y fabricación”, decía la carta.
Según la IAM, la Secretaria de Trabajo en funciones de EE.UU., Julie Su, se reunió con responsables de Boeing la semana pasada, lo que contribuyó a impulsar las conversaciones entre ambas partes.
La agencia de calificación crediticia Fitch advirtió el mes pasado que la calificación de grado de inversión de Boeing correría peligro si la huelga de trabajadores se prolongaba durante mucho más tiempo.
En medio de las huelgas, Boeing anunció recientemente planes para despedir al 10 por ciento de su plantilla en los próximos meses. Se recortarán unos 17.000 puestos de trabajo como parte del plan de reducción de plantilla.
Los despidos se producirán tras la congelación de las contrataciones a mediados de septiembre y el cese de los gastos no esenciales.
Mientras tanto, la Administración Federal de Aviación (FAA) anunció el viernes que está planeando una nueva revisión a la seguridad de Boeing.
En enero, el tapón de la puerta del fuselaje de un 737 Max 9 se desprendió en pleno vuelo, obligando al avión a realizar un aterrizaje de emergencia. A raíz de este incidente, la FAA llevó a cabo una auditoría de seis semanas a la compañía y a Spirit AeroSystems, diciendo que encontró “múltiples casos en los que las empresas supuestamente no cumplieron con los requisitos de control de calidad de fabricación”.
La nueva revisión indagará en cuestiones como la calidad de la evaluación de riesgos, la asignación de recursos y el cumplimiento de los requisitos reglamentarios, y se espera que dure tres meses, según la FAA. Un portavoz dijo que la agencia planea revisiones periódicas a Boeing.
Con información de Reuters
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